Las fragancias que conquistaron a Napoleón

Cada mujer es única. Todas nos esforzamos por mantener nuestra individualidad por encima de todo. Uno de nuestros grandes secretos para diferenciarnos de las demás es el perfume. Y es que todas deseamos disponer de un aroma exclusivo, una fragancia acorde con nuestra personalidad y que refuerce nuestro carácter. Por esta razón, Segreti di Bellezza ha incorporado a su seleccionada carta de productos los perfumes de culto de Rancé, una prestigiosa firma de perfumería y alta cosmética que cuenta con una tradición de más de 400 años a sus espaldas.

La familia Rancé empezó fabricando guantes perfumados para la aristocracia francesa a principios del siglo XVII. En 1795, el espíritu inquieto de Francais Rancé le llevó a experimentar en el mundo de la perfumería alcanzando un gran éxito en poco tiempo. Sus modernas y refinadas creaciones aromáticas cautivaron al mismísimo Napoleón Bonaparte, quien le pidió fragancias exclusivas para él y su familia. Después de cuatro siglos, la perfumería de cosmética internacional Segreti di Belleza cuenta en su boutique con tres de los delicados perfumes pertenecientes a la Colección Imperial de Rancé. En concreto, se trata de las esencias dedicados a las mujeres de la Familia Imperial: Eugénie, Laetitia y Josephine. Tres preciados tesoros que ahora harán las delicias de las amantes de la provocación más sutil.

Laetitia

Con Laetitia, François Rancé rindió homenaje no sólo a la madre del Emperador, sino a todas las mujeres de la Familia Imperial. Para ellas creó, de un modo encantador, esta fragancia refinada y sumamente sofisticada, femenina, de una intensidad y carácter que reflejó la naturaleza apasionada y decidida de estas mujeres.

Un perfume intenso, hecho para seducir y conquistar, que ha sido formulado completamente con esencias naturales. Entre ellas, rosa de Bulgaria y flor de azahar.

Jósephine

François Rancé dedicó este perfume a la mujer más amada por Napoleón: Josefina. Hoy, Joséphine vive otra vez gracias a Jeanne Sandra Rancé, nieta del gran perfumista. En esta esencia destacan el ébano, el sándalo y el almizcle. La vainilla de whisky americano y el ámbar gris completan su evocación mágica a la sensibilidad, en una atmósfera rica en elegancia, alegría y sensualidad.

El frasco y la caja son la expresión viviente de este inconfundible ambiente, una fragancia que se queda para siempre en el corazón… y en los sueños.

Eugénie

Después de haber rendido homenaje a Napoleón ‘el Conquistador’ con Le Vainqueur, y habiendo creado Jósephine para la querida esposa del Emperador, muchos años más tarde, François Alexandre Rancé, descendiente directo de François, confirmó la devoción de la Familia Rancé a la Familia Imperial. Así, dedicó una fragancia nueva y refinada a la Emperatriz Eugénie, la esposa de Napoleón III.

Eugénie es la exaltación del encanto de la mujer refinada: una belleza victoriosa, sutil pero sumamente femenina, que captura el corazón, la mente y los sentidos. El perfume perfecto para la emperatriz, que con su sonrisa y elegancia consiguió ganarse el corazón de Francia y de toda Europa.