Rostro bronceado sin pisar la playa

Parece que en el mes de julio ya estamos obligados a lucir un tono dorado o como algunos llaman, una piel “bañada por el sol”. Pero la cruda realidad es que no tenemos tiempo, y seguramente tampoco dinero, para estar como una celebrity que, en cuanto las temperaturas pasan de los 28 grados, se suben a bordo de un yate entre Ibiza y Formentera. Las mortales aún estamos blancas y, como mucho, en estos primeros días de sol, vamos a la piscina. Si quieres que tu piel deje de estar cetrina y te apetece verte con un tono bronce, que te haga lucir más la ropa estival, bastan unos sencillos pasos para que parezca que has estado el fin de semana en la playa.

En primer lugar aplica una base ligera y muy sedosa, que apenas se note. Escoge un tono similar al de tu piel, que parezca que el tono es tuyo de verdad. Pruébalo en el interior de la muñeca. Actualmente hay bases que dejan la piel desnuda. Terracotta Skin de Guerlain, por ejemplo, es un fondo de maquillaje con efecto bronceador disponible en tres tonos.

Si eres de las adictas a las BB Creams no renuncies a ellas. Bourjouis tiene una solar que unifica, aporta color bronceado, da luz, hidrata 16 h y lo mejor, prolonga tu bronceado. Si eres golosa te encantará porque además huele a chocolate. 

A continuación aplicaríamos los polvos de sol. Lo mejor es comprar unos dúo, con un tono más claro para nariz y pómulos, y un tono más oscuro para frente y sien. Un aviso, si aplicas en los pómulos un color muy oscuro parecerá que tienes ojeras. Splendours Poudre Soleil de Clarins son muy útiles porque contiene dos tonos 'tierra de sol' y en el centro además incluye un medallón de color dorado que aporta aún más luminosidad. Según la intensidad que le des parecerá que llevas dos días en la playa o un mes. 

También es importante hacerse con una buena brocha. En las tiendas Sephora tienes algunas de gran calidad a buenos precios. Para aplicar los polvos de sol divide la cara en dos mitades y desliza la brocha dibujando un 3 desde la mitad de la frente, pasando por la sien, bajando por los pómulos y acabando en la barbilla. Remata con unos toquecitos suaves en párpados y nariz. Ojo, aplícalos también en cuello y escote.

Si no te gustan los brillos y quieres un efecto mate, prueba Les Beiges de Chanel. Dan luminosidad y aspecto de dos días en el campo al aire libre. Son finos y sedosas e incorporan SPF 15. Disponibles en 5 tonos. 

Una vez terminado el aspecto general de la piel, pasamos al rubor propio de los buenos momentos en vacaciones. En la manzana, es decir, el mofletillo que sale al sonreír, aplica un poco de color con un colorete coral o mandarina. Atreve con los 'ruborizadores' en crema, son fáciles de aplicar y queda un resultado jugoso. Nars ha lanzado Puerto Vallarta, un tono mandarina que favorece mucho sobre la piel bronceada. Se aplica con los dedos, fácil y rápidamente. Puedes usarlo en párpados y labios. 

Para que la mirada se abra hay que aportarle luz con un iluminador que ha de colocarse sutilmente en el lagrimal, extender por la ojera levemente y en el arco de la ceja. Watt's Up de Benefit tiene un delicado toque champagne perfecto para combinar con el efecto sol. 

Para el día, si lo que buscamos es un encanto natural, usa en los labios bálsamos que hidraten, protejan y aporten un toque de brillo dorado. Los dos gloss de la línea Honey Bronze de The Body Shop están enriquecidos con miel, cera de abeja y el aceite de Marula (de Comercio Justo), lo que resulta ideal para los labios secos o expuestos al sol. 

Y para el cuerpo, reflejos preciosos. No podemos llevar la cara ideal y el cuerpo blancucho y sin gracia. O bien extiende los polvos de sol por brazos, espalda y piernas o algo mucho más práctico, hazte con una crema especial para el cuerpo como Reflect Precieux de Givenvchy. Te dará un toque irisado dada su concentración en nácares. Deja en la piel un efecto mojado muy sugerente.