Por qué las deportivas son el nuevo (artículo de) lujo
Interminables listas de espera y precios astronómicos forman parte del mercado luxury de las zapatillas, el calzado que ha pisoteado a los stilettos y cuyo reinado parece no tener fin
La neoyorquina tienda Stadium Goods vende las Adidas PW Human Race NMD TR diseñadas por Pharrell Williams por más de 12.000 euros. Nos adentramos en su página web y descubrimos las deportivas Fila T-1 Mid. ¿Su precio? Tan solo te diremos que supera los 23.000 euros. ¿Cómo hemos llegado a pagar semejantes fortunas por unas zapatillas de deporte? ¿En qué momento ha cambiado el front row los stilettos por las deportivas? Si ‘Sexo en Nueva York' continuara en la pequeña pantalla, ¿se habría encaprichado Carrie Bradshaw de las codiciadas Triple S de Balenciaga para dejar atrás su obsesión con los tacones de Manolo Blahnik?
Deportivas de lujo
Mark 'Mayor' Farese se autoproclama el Imelda Marcos de las sneakers. Este coleccionista tiene más de 3.600 deportivas cuyo valor asegura ronda el millón de dólares. Pagó más de 4.500 euros por las deportivas Nike Air Mag de ‘Regreso al futuro’ en una subasta, un modelo que supera a día de hoy los 15.000 euros. También posee las Jordan IV Undefeated, de las que solo existen 72 unidades y que cuestan unos 24.000 euros.
Cuando Matt Powell, Senior Industry Advisor de NPD, se enfrenta a la pregunta de cuándo estallará la burbuja de las zapatillas de deporte, lo tiene claro. “No ocurrirá dentro de poco. El athleisure domina la pasarela y la línea que separa una deportiva de un zapato es cada vez más borrosa. Las firmas y los retailers van a seguir alimentando esta tendencia", asegura.
Virgil Abloh es el diseñador del momento y uno de los responsables del auge del streetwear. En su visita a la capital madrileña, el recientemente nombrado director creativo de la línea masculina de Louis Vuitton no firmó autógrafos a sus fans, sino sus modelos para Nike. El diseñador forma parte del proyecto The Ten, una colaboración junto a Nike consistente en el rediseño de diez modelos icónicos de la firma deportiva. “Estos diez modelos han roto las barreras de estilo. Para mí, están al nivel del David de Miguel Ángel y de la Mona Lisa. Puedes cuestionar lo que quieras, pero tienen un valor muy concreto y esa es la razón por la que son tan importantes”, aclaraba sobre el proyecto. El diseñador y DJ lució en la alfombra roja de la gala del MET 2017 su rediseño de las Air Jordan, deportivas que poco después llevaron la modelo Bella Hadid y el futbolista Neymar. Este año ha aprovechado el recorrido de la red carpet del MET para promocionar sus Air Jordan 1 UNC, que todavía no están a la venta.
Los pasos de la historia
En 1984, Gucci lanzaba sus deportivas tenis añadiendo sus significativas rayas verdes y rojas y ‘Gucci’ en la lengüeta. En 1996, Miuccia Prada daba el pistoletazo de salida a la tendencia de las deportivas de pasarela con sus Prada PS0906, unas zapatillas de deporte que anteponían la estética a la función sporty de las mismas. Cuando en 2009 Louis Vuitton se alió con Kanye West para que el rapero diseñara tres modelos diferentes, la colección se agotó de forma casi inmediata pese a que los modelos rondaban los 1.000 euros.
Las deportivas de lujo masculinas ya habían dado sus primeros pasos, pero todo cambió cuando en 2011 Christian Louboutin lanzó su primera colección de hombre, que incluía las deportivas con tachuelas Roller-Boat, una reinterpretación en clave sporty de los mocasines Rollerboy. Como asegura Elizabeth Semmelhack, autora del libro ‘Out of the Box: The Rise of Sneaker Culture’, esta fue una de las primeras veces que una marca tan vinculada a la moda femenina se asomaba al terreno masculino. “La cultura de las zapatillas de deporte sugiere un cambio importante en la construcción de la masculinidad. Permite a los hombres participar en la moda de un modo que no cuestiona su hombría, logrando que los hombres participen en las asociaciones que el lujo establece ente las deportivas y la moda”, asegura a ‘CNN Style’.
Las pasarelas de 2014 serán recordadas por las deportivas de Chanel y Christian Dior. Parecía que se trataba de un mero capricho de la pasarela, pero las zapatillas de 3.000 euros ideadas por Karl Lagerfeld se convertían en un éxito de ventas que indicaba que el reinado de las zapatillas de deporte era ya inquebrantable.
Hoy, las ugly sneakers son las preferidas de modelos e influencers, que se desviven por modelos de dimensiones rocambolescas y precios exacerbados. Debemos su auge a las futuristas Ozweego de Adidas que Raf Simons creó en el 2013 y al triunfo del normcore en 2014, cuando las New Balance 990 y las Reebok Classic Leather eran las preferidas de los fashionistas. Las dimensiones crecían de la mano de las Nike Uptempo, que rendían homenaje a las siluetas exageradas de las deportivas del baloncesto, un deporte fuertemente vinculado a las deportivas que revierte ingentes beneficios. Las deportivas de LeBron James para Nike generaron en Estados Unidos en 2012 unos 300 millones de dólares, una fortuna solo comparable a las dimensiones de las deportivas que hoy arrasan.
El reinado de las zapatillas de deporte parece no tener rival capaz de terminar con su éxito. Victoria Beckham, la que antaño no se separaba de sus tacones, hoy diseña para Reebok. Kim Kardashian no se separa de sus deportivas Yeezy y Bella Hadid idolatra sus Triple S de Balenciaga. Las siluetas se vuelven cada vez más estrambóticas, las suelas se magnifican y las deportivas abandonan definitivamente los gimnasios para adentrarse en las pasarelas y en las calles favoritas de las amantes de la moda.
Si Nancy Sinatra cantaba a las botas en su mítica ‘These boots were made for walking’, no sería de extrañar que pronto algún rapero dedique una canción a las deportivas, que no están ya hechas solo para andar, sino para desfilar, posar y arrasar.
La neoyorquina tienda Stadium Goods vende las Adidas PW Human Race NMD TR diseñadas por Pharrell Williams por más de 12.000 euros. Nos adentramos en su página web y descubrimos las deportivas Fila T-1 Mid. ¿Su precio? Tan solo te diremos que supera los 23.000 euros. ¿Cómo hemos llegado a pagar semejantes fortunas por unas zapatillas de deporte? ¿En qué momento ha cambiado el front row los stilettos por las deportivas? Si ‘Sexo en Nueva York' continuara en la pequeña pantalla, ¿se habría encaprichado Carrie Bradshaw de las codiciadas Triple S de Balenciaga para dejar atrás su obsesión con los tacones de Manolo Blahnik?