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¿Queréis hacer un trío? Guía para enfrascarte con cabeza en este twister sexual
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¿Queréis hacer un trío? Guía para enfrascarte con cabeza en este twister sexual

Es una de las fantasías sexuales más recurrentes en hombres, mujeres y viceversa. Pero será mejor que os los penséis seriamente antes de meteros en faena. Aquí van unos consejos

Foto: Vicky, Cristina y Javier Bardem, un trío de cine by Woody Allen. (Imagen: Vicky Cristina Barcelona)
Vicky, Cristina y Javier Bardem, un trío de cine by Woody Allen. (Imagen: Vicky Cristina Barcelona)

Son muchas las parejas que quieren poner un poco de sabor a su vida (que diría Eva González en ‘MasterChef’) en lo que a sexo se refiere. Una chispa que haga saltar de nuevo la pasión y la curiosidad en relaciones que, para bien o para mal, ya no son lo que eran. La rutina, el tiempo, los hijos, el trabajo, la vida social, los compromisos familiares… Todos estos factores contribuyen a que la pasión y la libido caigan a mínimos históricos (como las temperaturas en invierno). ¿La solución de muchas parejas? Recurrir a lo novedoso, lo salvaje e incluso lo prohibido. Porque vale, estaremos de acuerdo en que hacer un trío no es ilegal, pero no es algo que uno le cuente a su compañero de oficina el lunes por la mañana junto a la máquina de café.

Los datos no mienten

Según una encuesta realizada por la marca de preservativos Control, un 36,6% de los españoles reconoce que su sueño sexual más recurrente es el ‘ménage à trois’. Algo totalmente creíble y entendible si tenemos en cuenta que libros, series de televisión y películas nos bombardean con escenas de tríos donde todo es fabuloso, nadie sale herido (ni emocional ni físicamente) y al día siguiente todos siguen como si nada con sus vidas.

Pues cuidadito porque la ficción siempre endulza y maquilla la cruda y dura realidad. En caso de que la persona interesada en participar en un trío esté soltera, no hay problema. Más que nada porque él o ella lidiarán con sus propios miedos e inseguridades en solitario. El ‘yo me lo guiso, yo me lo como’ de toda la vida. Pero la cosa cambia cuando una pareja quiere invitar a una tercera persona a su cama. Esto ya son palabras mayores y habrá que hablar seriamente del asunto. Exacto. Porque la realización de un trío no es llegar al lío y punto. No, amigos. Es una experiencia que puede cambiar vuestra relación para siempre, tanto para bien como para mal.

Así pues, imaginemos que tu pareja y tú habéis llegado a la conclusión de que queréis probar las mieles de otra persona en común. Ajá. Ahora sentaos y comprobad que habéis atado bien cualquier cabo suelto contestando a estas ¿sencillas? preguntas.

¿En qué momento está vuestra relación?

No es lo mismo decidir hacer un trío porque queréis probar cosas nuevas, pero seguís disfrutando de lo lindo los dos en amor y compañía, que abrir las puertas de vuestro dormitorio a otra persona para ver si así se aviva la llama de vuestro deseo. Vaya, que si estáis atravesando una mala racha puede que este no sea el mejor momento para probaturas. Muchos psicólogos recomiendan realizar tríos solo en el momento cumbre de la vida sexual de una pareja. Cuando no hay ni una sola fisura (no penséis mal) en vuestra rutina sexual y en vuestro compromiso y la llegada de otro factor no alterará el producto. Es decir, no recurráis al trío como tabla de salvación de una vida sexual poco satisfactoria o de problemas emocionales no resueltos. Para eso están los sexólogos y las terapias de pareja, no lo olvidéis.

¿Por qué queréis hacerlo?

Toda persona sabe el objetivo y deseo oculto que se esconde detrás de cada decisión que toma. Y es sumamente importante que sepamos por qué nos estamos adentrando en esta trilogía sexual. Aunque no hay respuestas correctas o incorrectas, lo cierto es que si el fin último de hacer un trío es el hecho de estar con otra persona, frenad un poco. ¿Es que ya no os vale con la que tenéis al lado? ¿Os queréis pero ya no os atraéis? Si dais positivo en las anteriores cuestiones, quizá lo mejor sea darse un tiempo y picotear en otros corrales. Suele pasar, aun en las mejores relaciones, que nos gusta sentirnos deseados por otras personas o incluso querríamos acostarnos con alguien nuevo. Ok. Puede que no estéis buscando un trío y solo necesitéis un parón para retomar lo vuestro con más fuerza. Pensadlo.

¿Cómo creéis que afectará a vuestra relación?

Vale, no sois videntes. Sin embargo, seguro que ya tenéis una idea preconcebida de cómo puede mejorar o empeorar el vínculo que hay entre vosotros. Exponed claramente vuestros puntos de vista y valorad detenidamente los pros y los contras. En este caso, no hay que dejar nada al azar.

¿Estáis los dos de acuerdo?

Algunos creerán que esta pregunta es de cajón, pero no. Hay veces que uno de los miembros de la pareja se deja arrastrar por el otro. Algo que no es preferible en este caso o por lo menos no debería ser así. Como pareja, la realización de un trío debería estar aprobada al 100% por ambos. No valen las medias tintas.

¿Con un completo desconocido?

¿O mejor con alguien conocido? De nuevo, no hay respuesta errónea. No obstante, muchos expertos en relaciones de pareja afirman que la primera opción suele ser la más aséptica, por decirlo de alguna manera. Al fin y al cabo, siempre será más fácil olvidarse por completo del asunto si la cosa no ha acabado bien si no tenéis ningún tipo de relación con el/la tercero en discordia. Y he aquí que enlazamos con la siguiente cuestión.

¿Con un chico o con una chica?

Si ya habéis decido que vais a apostar por el trío, aún os queda una larga charla por delante. Pero como ya habréis adivinado, el hecho de decidir si queréis que sea con un hombre o con una mujer es el primer tema a tratar. Para gustos, sexos. Pensad que si os gusta, siempre podréis repetir y cambiar de invitado.

Que la organización y la coordinación os acompañe.

Son muchas las parejas que quieren poner un poco de sabor a su vida (que diría Eva González en ‘MasterChef’) en lo que a sexo se refiere. Una chispa que haga saltar de nuevo la pasión y la curiosidad en relaciones que, para bien o para mal, ya no son lo que eran. La rutina, el tiempo, los hijos, el trabajo, la vida social, los compromisos familiares… Todos estos factores contribuyen a que la pasión y la libido caigan a mínimos históricos (como las temperaturas en invierno). ¿La solución de muchas parejas? Recurrir a lo novedoso, lo salvaje e incluso lo prohibido. Porque vale, estaremos de acuerdo en que hacer un trío no es ilegal, pero no es algo que uno le cuente a su compañero de oficina el lunes por la mañana junto a la máquina de café.

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