Putin rinde culto a su imagen: grasa abdominal y bótox para la eternidad
La clase política se está rindiendo a los encantos de todos los rellenos habidos y por haber. El presidente ruso es uno más
Estamos en un momento en que la tensión geopolítica en nuestro continente es máxima, todas las miradas se centran en una persona, en un político que mueve los hilos del poder: Vladimir Putin (69), el presidente ruso, mantiene desde el Kremlin en vilo a toda Europa por la inminente declaración de guerra a Ucrania.
Mientras en las últimas fechas y con un desenlace imprevisible en los líderes europeos vemos caras de preocupación, rostros que denotan angustia y arrugas por el devenir de esta situación, en el rostro de Vladimir no hay movimiento, ni para bien, ni para mal. Su cara muestra una total indiferencia y podríamos quizá hablar de un permanente estado de estupefacción. El presidente ruso mantiene los ojos especialmente abiertos y una particular cara de impavidez en todo momento que transmite temor a los que la observan. Pero no es forzada, no es el rictus de quien tiene una buena mano de póker y lo oculta, su expresión no está relacionada con lo que sucede alrededor, solo es producto de los retoques a los que se ha sometido durante los últimos tiempos.
Ante los cambios que percibimos en el cutis del presidente, que roza ya la séptima década de su vida, hemos decidido hablar con expertos en la materia para que nos hablen de cuáles son los tratamientos que le han recomendado a Putin los especialistas en estética. Hay ciertas líneas rojas que sí parece atravesar en política y que también está sobrepasando en estética. Lo primero que dice nuestro asesor es lo siguiente:
“Putin… Bótox, ¿no?”, parece un grito de guerra de las Pussy Riot, las archienemigas del político, pero no. Es el comentario de Leo Cerrud, experto en medicina estética (www.doctorleocerrud.com) cuando le hemos enseñado las fotos que te mostramos. Su opinión es clara: “Tenemos ante nuestros ojos el típico caso de alguien con miedo al bótox que ha intentado corregir los signos de la edad a punta de relleno y lo único que ha conseguido es el esperpento".
Ya sabemos que no es ni el primer ni el último político que se somete a este tipo de intervenciones, pero Cerrud aclara: "Muchas veces, cada vez menos, llegan a la consulta de medicina estética pacientes que, por ignorancia, por mala experiencia previa o simplemente porque sí, deciden oponerse frontalmente al uso de toxina botulínica y quieren cualquier otra cosa (rellenos, hilos) para rejuvenecer. El resultado es este, una diferencia estaría en una misma cara. El tercio superior (que es justo donde se utiliza el bótox), frente, entrecejo, patas de gallo y párpados caídos, permanece intacto y mantiene la edad original, pero luego mejillas, surco nasogeniano y marionetas desaparecen rejuveneciendo solo el tercio medio y tercio inferior facial".
"Este desfase -continúa- hace que el rostro luzca 'raro', como una señora muy mayor con unos implantes mamarios muy grandes. Así es la cara de Putin. Mejillas y pómulos evidentemente inflados a punta de relleno probablemente temporal y no muy anatómicamente colocados (hay un bulto que no debería estar ahí) y ojos y frente envejecidos. También creo que lleva un par de hilos tensores espiculados a juzgar por la línea de tensión. Justo debajo de la protuberancia no anatómica. Considero que este señor no era candidato para rellenos faciales, a juzgar por la primera foto. Creo que con un poco de bótox y rellenos directamente en surcos y marionetas se hubiera podido conseguir un efecto 'refresh' sin este resultado atroz que lo que hace es feminizar un rostro tremendamente masculino”, nos cuenta el experto.
Una de las grandes damas de los tratamientos estéticos en España, Carmen Navarro, también nos asegura que “su rostro aparece más suavizado y menos agresivo. Se han relajado sus facciones y ha mejorado la textura de la piel. Para conseguirlo ha podido realizarse tratamientos estéticos, que te ayudan a mejorar y rejuvenecer pero sin necesidad de pasar por quirófano. Ha podido hacerse, por ejemplo, un tratamiento con láser, que le permite continuar con la agenda sin necesidad de permanecer días fuera de circulación. Es el caso de Elite Master Q-Switch, un tratamiento con láser que actúa efectuando un peeling a través de una mascarilla de carbono activo con el fin de rejuvenecer, estimulando la creación de colágeno y elastina, difuminando manchas y arrugas en manos, y consiguiendo desde la primera sesión resultados. En 3-4 sesiones consigue un cambio radical en la piel. En mejillas y pómulos y en la zona del nasogeniano ha podido hacerse infiltraciones de ácido hialurónico. Y en frente y en la zona del orbicular de los ojos, bótox”.
Ya son dos expertos los que coinciden en que el bótox parece campar a sus anchas por la cara del miembro del G20. Pero aún hay más. Esta no es la única técnica a la que se habría sometido y es que parece ser que se ha tocado hasta la zona de las orejas y patillas mediante un lifting para “elevar el descolgamiento de piel existente y se estira hacia las zonas laterales de la cara”, señala Dr. Germán Macía Colón (director y cirujano de la clínica Icifacial y Facifem).
¿Pero cómo lo vemos? Porque se ve que la zona del mentón está más estrecha de lo habitual y esto es porque los tejidos se han elevado y se han retirado hacia los laterales. “Por último, parece que existe más volumen en la zona de las mejillas, en los pómulos, y eso es porque se ha hecho un lipofilling; técnica que combina muy bien con el lifting". ¿Qué es el lipofilling? Es una transferencia de nuestra grasa (como puede ser una liposucción de la zona abdominal) y esa grasa se inyecta en el tercio medio. ¿Qué efecto tiene la grasa inyectada? “Disimular los surcos, dar mayor volumen en los pómulos y disimular las ojeras. Es por eso que cuando sonríe se aprecia mucho más volumen en la zona de los pómulos”, añade el experto.
Camarada, conclusión: está a tiempo de parar y no acabar "como una señora muy mayor con unos implantes mamarios muy grandes". Cerrud dixit.
Estamos en un momento en que la tensión geopolítica en nuestro continente es máxima, todas las miradas se centran en una persona, en un político que mueve los hilos del poder: Vladimir Putin (69), el presidente ruso, mantiene desde el Kremlin en vilo a toda Europa por la inminente declaración de guerra a Ucrania.