Ni Zara ni Mango: el look de invitada de boda de Nuria Roca que es cómodo, elegante y sienta bien a todas las edades

• Ni vestido ni traje: Tamara Falcó sorprende con el look más cómodo y favorecedor del momento
• Cómodo y elegante: el nuevo look de Nuria Roca para 'El Hormiguero' es una compra inteligente

En un momento en el que las invitadas recurren masivamente al fast fashion y al efecto viral de los vestidos de invitada clonados, Nuria Roca marca la diferencia. Y lo hace alejándose del circuito Zara-Mango con un look sofisticado, bohemio y atemporal firmado por Pinko. Su apuesta no solo es elegante, sino también cómoda, versátil y —algo aún más difícil— apta para mujeres de distintas edades, cuerpos y estilos.

El conjunto está formado por una blusa de georgette de viscosa fluida y una falda larga a juego. La blusa, de corte suelto y manga larga con sisa caída, incluye detalles como frunces centrales, botones forrados y un escote cerrado con lazo, lo que aporta movimiento y frescura sin sacrificar estructura. Es una prenda que estiliza sin marcar, perfecta para bodas al aire libre o celebraciones relajadas con dress code formal.

La falda sigue la misma línea de equilibrio entre elegancia y comodidad. De talle alto con canesú, marca la silueta en la parte superior y se abre en una cascada de volantes que alarga visualmente las piernas y acompaña el movimiento con fluidez. El tejido ligero y el diseño sin rigideces la hacen ideal para ceremonias largas o climas cálidos, donde el confort no puede sacrificarse por estética.

Este total look, que ronda los 780 euros en conjunto, destaca además por su rango de tallas: va de la 36 a la 52, algo todavía poco habitual en muchas marcas de invitada. Es decir, está pensado para cuerpos reales, no solo para una silueta estandarizada.

Como contrapunto cromático, Nuria añade un bolso turquesa de Loewe que rompe el monocromatismo tierra y aporta ese punto de color vibrante, inesperado pero muy acertado. El resultado es un look boho-lujoso, moderno, con un guiño setentero, pero absolutamente actual.

No hay volantes exagerados, ni brillos innecesarios, ni siluetas que oprimen. Lo que hay es estilo, saber estar y una apuesta por prendas con caída, con diseño, y con intención. Un look que funciona igual para una boda de mañana, una tarde de verano o una cena formal. Y que, efectivamente, sienta bien a todas las edades porque se adapta, no impone.