Del techo de cristal al emprendimiento controlado: así está cambiando el liderazgo femenino
El camino hacia la igualdad real aún está lleno de obstáculos. Frente a las barreras de siempre, muchas mujeres apuestan por emprender en sus propios términos. Surge así un nuevo modelo: seguro, acompañado y con impacto.
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En las últimas décadas, la presencia de mujeres en el ámbito profesional ha avanzado significativamente, pero la igualdad real sigue siendo un desafío. A nivel global, las mujeres continúan estando infrarrepresentadas en los puestos de alta dirección y en la toma de decisiones estratégicas. Según datos recientes, apenas un tercio de los cargos directivos en Europa están ocupados por mujeres, y las cifras se reducen aún más en sectores tradicionalmente masculinizados como la tecnología o la industria.
En el campo del emprendimiento, las mujeres se enfrentan a barreras estructurales como el acceso desigual a la financiación, la falta de referentes o las dificultades de conciliación. A pesar de ello, lideran proyectos cada vez más innovadores y con mayor impacto social. Fomentar su participación en el tejido empresarial es una necesidad no solo desde el punto de vista de la equidad, sino también de la competitividad y el desarrollo económico.
De todo ello ha charlado la periodista Cote Villar con Paloma Cabral, directora de impacto corporativo de McDonald’s, y con María Gómez del Pozuelo, CEO de Womenalia. Lo han hecho en el transcurso del Vanitatis Date titulado ‘Liderazgo femenino en la toma de decisiones’, en el que también se han abordado temas como el emprendimiento controlado, los modelos de gestión empresarial y los retos y oportunidades de hoy para la mujer que quiere cambiar su rumbo laboral y ejercer como dueña de su propio negocio.
Liderazgo inclusivo
En el arranque, Paloma Cabral ha señalado que, más que hablar de liderazgo femenino, ella prefiere hablar de “liderazgo inclusivo. Es fundamental para la compañía tener diversidad en un sentido amplio: de formación, de talento y, por supuesto, también de género. Al fin y al cabo, la diversidad y la igualdad de oportunidades están absolutamente ligadas a la innovación, porque la innovación surge del debate y de la pluralidad de puntos de vista”.
Esa diversidad es también la que defiende María Gómez del Pozuelo: “Se ha visto que los equipos diversos incrementan la productividad en un 18%. Esto es así porque, al final, te sientes parte del proyecto. Si ves que donde estás hay muchas mujeres en todos los estamentos, incluyendo los órganos de dirección, te planteas que tú también tienes la posibilidad de llegar”.
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Se tiene la posibilidad, pero las cifras señalan que el camino por recorrer para que las mujeres alcancen puestos de liderazgo es todavía muy largo. Como se ha apuntado en el encuentro, en el campo del emprendimiento “solo el 1.2% del capital riesgo va a empresas lideradas por mujeres, solo el 5.7% de las tecnológicas están dirigidas por ellas y solo uno de cada 28 millones de euros se destina a proyectos de mujeres. Sin embargo, ha añadido Gómez del Pozuelo, cuando una mujer está al frente, “las empresas tienen entre un 14% y un 36% más de probabilidad de salir adelante”.
Y esto, ha añadido, a pesar de una serie de lastres que pueden sabotear las oportunidades de crecimiento y que, en ocasiones, vienen autoimpuestos: “Las mujeres nos vendemos mucho menos que los hombres, y también tenemos menos autoconfianza; entre nosotras es mucho más común el síndrome de la impostora. Después está el miedo, ese temor a que emprender te quite tiempo de esas otras responsabilidades -cuidado de los hijos y de los padres- a las que también tienen que hacer frente”.
El emprendimiento controlado
En ese contexto, Cabral ha explicado que iniciativas como “Más Mujeres. Más McDonald’s”, buscan promover la presencia femenina en el mundo del emprendimiento y facilitar su incorporación a redes de franquicia. “A la hora de detectar talento no hay barreras. Queremos ofrecer un entorno de crecimiento seguro y de acompañamiento en el proceso, buscando además relaciones a largo plazo. Y, desde que se lanzó el proyecto, casi el 50% de quienes han entrado son mujeres”.
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Esta oportunidad, pensada para mujeres que quieren dar un ritmo diferente a su futuro profesional, es lo que Gómez del Pozuelo ha definido como “emprendimiento controlado”, que puede resultar especialmente atractivo para quienes no quieren un salto en el vacío sino ir de la mano en el proceso.
A la hora de aterrizar los buenos propósitos y los deseos de igualdad, diversidad e inclusión, hay compañías que ya se han puesto las pilas, ha señalado Cabral: “En nuestro Plan de Igualdad hay 57 medidas y está orquestado para favorecer la igualdad de oportunidades. Y, cuando buscamos nuevos socios, ofrecemos ese plan de acompañamiento que se adapta a la conciliación, pero también a esa ambición que te da fuerza para salir adelante, seguir aprendiendo, ganar dinero y contribuir a la sociedad”.
Pero no siempre ese aterrizaje está tan claro. Y, entonces, hay que ser capaces de abrir la mente y, si es necesario, pedir ayuda. Así, María Gómez del Pozuelo ha explicado que trabajan “con grandes corporaciones e instituciones públicas, ayudándoles a activar los planes de igualdad. Pero después, además, trabajamos para emprendedoras, autónomas, empresarias y mujeres que se están inventando. Y, con respecto al problema del edadismo, nos volcamos en aquellas mujeres de alrededor de 50 años que salen de una compañía y a las que les es muy complicado volver a la empresa, pero no terminan de animarse a emprender. Por eso trabajamos mucho con el emprendimiento controlado”.
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El ecamino recorrido y el que queda por delante
¿Hacia dónde mirar? ¿Hacia todo lo que se ha avanzado, o bien a todo lo que aún queda por construir? En este sentido, Gómez del Pozuelo ha señalado que, “aun siendo positiva y viendo lo que se conseguido, hay que reconocer que esto va muy despacio y hay que seguir luchando. Sigue habiendo mucho techo de cristal, pegamento en el suelo, laberintos infinitos… En los entornos en los que nos movemos tal vez no haya mucha desigualdad, pero seguimos cobrando un 20% menos, solo un 5% de los CEOs y directores generales son mujeres…”
No obstante, Paloma Cabral ha querido incidir en el optimismo: “Hay que poner valor en todo lo que se ha hecho, no solamente fijarse en lo que falta por hacer. Se está trabajando mucho, y cada vez se visibiliza más. Yo animo a todas las mujeres que se estén planteando un cambio de rumbo profesional a que emprendan, que generen impacto en la comunidad y fomenten el crecimiento económico de la zona donde estén”.
En las últimas décadas, la presencia de mujeres en el ámbito profesional ha avanzado significativamente, pero la igualdad real sigue siendo un desafío. A nivel global, las mujeres continúan estando infrarrepresentadas en los puestos de alta dirección y en la toma de decisiones estratégicas. Según datos recientes, apenas un tercio de los cargos directivos en Europa están ocupados por mujeres, y las cifras se reducen aún más en sectores tradicionalmente masculinizados como la tecnología o la industria.