Es noticia
Menú
El canto a Galicia y al Ribeiro de los Prieto Pariente, referentes de calidad en la D.O. Rueda
  1. Estilo
  2. Ocio
NOS VAMOS EL DOMINGO

El canto a Galicia y al Ribeiro de los Prieto Pariente, referentes de calidad en la D.O. Rueda

La segunda generación de Bodegas José Pariente amplía su porfolio en el epicentro del Ribeiro y nos invita a explorar su ambicioso proyecto de enoturismo 'de altura' y a disfrutar con la nueva añada del A Vilerma (riquiño, riquiño)

Foto:  Arsenio Paz, de 90 años, arropado por Victoria Pariente y sus hijos Martina e Ignacio Prieto Pariente. (Cortesía)
Arsenio Paz, de 90 años, arropado por Victoria Pariente y sus hijos Martina e Ignacio Prieto Pariente. (Cortesía)

¿Qué hacen un pope del Ribeiro, los jóvenes aunque sobradamente preparados dueños de Bodegas José Pariente (Rueda) y un grupo de periodistas en A Vilerma, paraíso de las cepas autóctonas en bancales de Ourense? Vale, sí, beber vino, muy perspicaces. Pero la historia del nonagenario Arsenio Paz, los hermanos Martina e Ignacio Prieto Pariente y la primera nueva añada del ribeiro A Vilerma (riquiño, riquiño) tiene mucho más recorrido que una simple cata entre un grupo de personas presuntamente expertas en vino.

Legado, pasión, respeto reverencial y tradición familiar construyen los cimientos de la casa de los Prieto Pariente. A sus míticas bodegas en Rueda —José Pariente (fundadas en 1998 por la matriarca Victoria Pariente, enóloga y química, tras el fallecimiento de su padre)— sumaron en 2013 el proyecto Bodegas Prieto Pariente para recuperar cepas viejas y elaborar vinos especiales por tierras de Castilla y León.

Hace un año, el destino y su amor por el vino y los desafíos les llevaron a estrechar la mano de Arsenio Paz, Don Arsenio para los amigos. Superados los 90, este peculiar 'colleiteiro' mantenía la esperanza de poder traspasar su amor por el terruño y las variedades autóctonas de su finca de A Vilerma a las manos de alguien que supiera entender sus gestas y pelear como él había hecho contra los gigantes camuflados de molinos.

placeholder
placeholder
placeholder Ignacio y Martina Prieto Pariente y los viñedos de A Vilerma. (Cortesía)
Ignacio y Martina Prieto Pariente y los viñedos de A Vilerma. (Cortesía)

Finca A Vilerma, 6 hectáreas con identidad propia y muchos 'novios'

En un paisaje de valles y montañas, a 50 kilómetros del mar, la finca A Vilerma (Leiro), en pleno corazón del Ribeiro ourensano, ocupa 6 hectáreas de bancales habitados (y trabajados a contracorriente) por seis variedades de uvas autóctonas que la filoxera del siglo XIX se había llevado por delante. Treixadura, albariño, godello, loureira, lado y torrontés comparten gloria y microclima en un lugar privilegiado por obra, gracia y obstinación de Arsenio Paz. Cuando sus conciudadanos cogieron el atajo de la garnacha y la palomino (de rendimientos altísimos) para repoblar cuanto antes las cosechas arrasadas por la enfermedad, este Quijote de la viticultura apostó por las uvas autóctonas. Su opción fue esperar y confiar en su intuición.

placeholder
placeholder
placeholder Finca A Vilerma, en Leiro, corazón del Ribeiro ourensano. (Cortesía)
Finca A Vilerma, en Leiro, corazón del Ribeiro ourensano. (Cortesía)

Figura clave en la modernización de la D.O. Ribeiro, este 'colleiteiro' —para quienes no hayan ido aún al diccionario, se trata de un viticultor que elabora vinos de producción limitada exclusivamente de uvas propias— adquirió A Vilerma en 1977 y, además de ejercer como alcalde de Leiro, trabajaba sus uvas para elaborar Ribeiro con el que agasajar a sus amigos. Pequeñas parcelas aterrazadas —recordemos que en Galicia predomina el minifundio— asentadas en más 200 metros sobre el nivel del mar han dibujado el extraordinario paisaje que hoy vemos desde este particular balcón al Valle del Avia.

Don Arsenio, que ya había superado los 90 años, decidió hace un año que el momento del relevo había llegado. Pero de ninguna manera iba a hacerlo a cualquier precio. No, no nos referimos a la contraprestación económica, sino a algo más profundo y emocional. Sus cepas debían caer en unas manos con sensibilidad suficiente para entender que el Ribeiro tiene aún mucho que decir en el panorama enológico. La segunda D.O. más antigua de España (después de Jerez) y su finca A Vilerma, a la que salieron infinidad de novios, le dieron el 'sí, quiero' definitivo a los hermanos Prieto Pariente, enamorados de la honestidad de Paz y de su compromiso con el terruño.

Conexión Rueda-Ribeiro: más vale llegar a tiempo, que rondar un año

A pesar de que A Vilerma y Ribeiro no fueron la primera opción de expansión de Martina e Ignacio Prieto Pariente en tierras gallegas —antes habían hecho incursiones en Rías Baixas, impenetrables por overbooking—, cuando la finca de Don Arsenio se cruzó en su camino, ya no tuvieron ojos para nadie más. Una vez su bodega de Rueda, José Pariente, había alcanzado la madurez suficiente y ya “caminaba sola”, algo similar a lo que sucedía con Prieto Pariente, se volcaron con su nueva criatura.

placeholder
placeholder
placeholder A Vilerma es un vino multivarietal de influencia atlántica, intensidad aromática, complejidad, elegancia y salinidad. (Cortesía)
A Vilerma es un vino multivarietal de influencia atlántica, intensidad aromática, complejidad, elegancia y salinidad. (Cortesía)

Martina, con más de 14 vinos a sus espaldas, dedica ahora todo su oficio —es ingeniera agrónoma y enóloga, además de directora técnica de la empresa familiar— a “posicionar el Ribeiro en el lugar que le corresponde”. Una vez tomaron, su hermano Ignacio (CEO de la empresa) y ella, el testigo de Don Arsenio, además de reverenciar la labor del antiguo propietario de la finca, prometieron continuar su legado. A la honestidad y el amor por el terruño han aportado sus conocimientos y parte de su alma para pulir el primer blanco que ha pasado de unas manos a otras: A Vilerma.

¿Ficha de cata? A Vilerma (23.000 botellas) es un vino multivarietal de influencia atlántica, intensidad aromática, complejidad, elegancia y salinidad, además de toques frutales y ligero toque floral al final. Su acidez es equilibrada. Aunque la 'parte fácil' era profundizar en los vinos blancos como hacen en Rueda, Martina e Ignacio trabajan incansables para devolverle a Arsenio Paz la confianza depositada, creando un tinto de guarda con el que sueñan estar a la altura para homenajearle. La hoja de ruta consiste en “mirar al futuro, sin olvidar las raíces”.

Más allá de beber un buen vino, vivir la experiencia de bucear en el origen

Mientras se empapan de las variedades de uva autóctonas y van estudiando su comportamiento, haciendo mil y un ajustes y evolucionando con cada nuevo descubrimiento, 'los elegidos' de la epopeya enológica de Paz, Martina e Ignacio Prieto Pariente, le dan una vuelta de tuerca al arte de elaborar buenos vinos. Y es que el proyecto de A Vilerma va mucho más allá, con una propuesta de enoturismo exclusiva, que incluye la posibilidad de alojarse en la finca, participando de cualquiera de las actividades en torno al Ribeiro.

placeholder
placeholder
placeholder Hospedarse en la casa principal de A Vilerma eleva el concepto enoturismo. (Cortesía)
Hospedarse en la casa principal de A Vilerma eleva el concepto enoturismo. (Cortesía)

La misma casa principal de 800 metros cuadrados —levantados en puro y cotizadísimo granito— que acogió a la intelectualidad gallega en numerosos saraos organizados por el anfitrión, Arsenio Paz, se convierte ahora en vivienda exclusiva para quienes quieran vivir la experiencia completa. Lo mismo sucederá con la casa de invitados.

Quién sabe si, en un futuro, entre las actividades de A Vilerma se incluya una visita a la casa que el cantante Julio Iglesias acaba de adquirir en Piñor (Ourense), cerca de nuestros viñedos protagonistas, y tierra natal de su padre, 'Papuchi'.

“El mundo del vino está cambiando, y la gente quiere conocer qué es lo que bebe, sí, pero yendo al origen”, explica Martina. Disfrutar del entorno privilegiado de A Vilerma, trasegar el vino, vendimiar, participar en catas profesionales o en talleres de ensamblaje de las uvas autóctonas… O disfrutar de paseos en bicicleta, rutas de senderismo y otras actividades dirigidas son solo algunos ejemplos que pueden elegirse a la carta para descubrir hasta el último secreto de esta preciosa bodega.

¿Qué hacen un pope del Ribeiro, los jóvenes aunque sobradamente preparados dueños de Bodegas José Pariente (Rueda) y un grupo de periodistas en A Vilerma, paraíso de las cepas autóctonas en bancales de Ourense? Vale, sí, beber vino, muy perspicaces. Pero la historia del nonagenario Arsenio Paz, los hermanos Martina e Ignacio Prieto Pariente y la primera nueva añada del ribeiro A Vilerma (riquiño, riquiño) tiene mucho más recorrido que una simple cata entre un grupo de personas presuntamente expertas en vino.

Tendencias
El redactor recomienda