El castillo que parece de dibujos animados y que casi nadie conoce: está en plena Comunidad de Madrid

• El castillo que parece de Disney y está en Andalucía: es perfecto para una escapada de fin de semana
• 5 castillos cerca de Madrid para una escapada con mucha historia

Sobre un cerro que domina la Sierra de Guadarrama se levanta el Castillo Nuevo de los Mendoza, en Manzanares El Real, una fortaleza que parece salida de un libro ilustrado. Sus torres redondeadas, sus ventanales góticos y el brillo dorado de la piedra confieren al conjunto una apariencia casi irreal. Pero detrás de su silueta de cuento hay una historia que resume siglos de poder, arte y política en el corazón de la actual Comunidad de Madrid.

El territorio del Real de Manzanares fue incorporado a la corona por Alfonso X el Sabio en el siglo XIII y, durante generaciones, pasó de mano en mano como pago de favores reales. En 1380, el rey Juan I de Castilla lo entregó a Pedro González de Mendoza, héroe de la batalla de Aljubarrota. A partir de entonces, la familia Mendoza, una de las más influyentes del reino, quedó unida para siempre a estas tierras de la sierra madrileña.

El Castillo Nuevo fue mandado construir en torno a 1475 por Diego Hurtado de Mendoza, primer duque del Infantado, en sustitución de una fortaleza anterior. Diseñado más como palacio que como bastión militar, combinó la solidez medieval con la elegancia del gótico isabelino. La dirección de las obras recayó en el arquitecto Juan Guas, autor de la célebre galería meridional, una de las más bellas de la arquitectura civil española.

De planta cuadrada y rematado por tres torres circulares y una torre del homenaje ochavada, el castillo nunca tuvo foso, aunque sí una muralla con saeteras decoradas con la Cruz del Santo Sepulcro, símbolo asociado al Cardenal Mendoza. En su interior, el patio de armas con dos galerías superpuestas refleja la transición entre el mundo medieval y el renacimiento castellano. También se conservan valiosos tapices flamencos del siglo XVII, algunos inspirados en cartones del taller de Rubens.

Tras un largo periodo de abandono, el edificio fue restaurado en el siglo XX por los arquitectos Vicente Lampérez y Manuel González Valcárcel, devolviendo al conjunto su esplendor original. Aunque sigue siendo propiedad de los duques del Infantado, su gestión corresponde hoy a la Comunidad de Madrid, que lo ha convertido en un espacio visitable y en uno de los referentes culturales de la región.

Además de su belleza arquitectónica, el castillo ocupa un lugar simbólico en la historia reciente de Madrid. En 1982 acogió la constitución de la Asamblea de Parlamentarios, donde se sentaron las bases del Estatuto de Autonomía. Así, este edificio se convirtió también en la cuna política de la comunidad.

En la actualidad, el Castillo Nuevo de los Mendoza permanece temporalmente cerrado, pero ofrece visitas guiadas gratuitas entre el 16 de julio y el 16 de noviembre, de miércoles a domingo a las 11:00 horas. Estas actividades, que requieren inscripción previa, permiten recorrer el entorno, conocer la historia del edificio y disfrutar de la sierra desde una de las fortificaciones más singulares de España.