La pareja de la ministra Valerio es el padre de los hijos de Concha García Campoy

Magdalena Valerio es la nueva ministra de Trabajo del Ejecutivo de Pedro Sánchez con una excelente trayectoria profesional. Los que la han tratado a lo largo de su vida laboral y personal la definen como una mujer comprometida con su trabajo, con gran capacidad para formar equipo y delegar en su gente, y muy agradable de trato.

Desde hace años es pareja de Lorenzo Díaz, sociólogo, crítico y Premio Nacional de Gastronomía, y colaborador de Carlos Herrera muchos años. El periodista le bautizó con el apodo de Mítico Llorens y con ese apelativo se quedó. Actualmente trabaja en el programa de Juan Ramón Lucas en Onda Cero. Cuando se hizo pública la decisión de Sánchez de nombrar a Magdalena Valerio como responsable ministerial, Lorenzo recibió las felicitaciones de sus compañeros de la mañana, que bromearon sobre su nueva situación de consorte. Incluso le llegaron a bromear con que a partir de ahora tendría que ir con traje, corbata y chistera. Lorenzo Díaz estuvo casado con la periodista Concha García Campoy, con la que tuvo dos hijos, Berta y Lorenzo. El mayor siguió los pasos de su madre y trabaja en los informativos de Telecinco.

El sociólogo ha tenido siempre un espacio destacado en los programas que ha dirigido y presentado Carlos Herrera, tratando temas tanto de gastronomía, de actualidad e incluso relacionados con sociedad. En ocasiones era el contrapunto a los comentarios más ácidos del cronista social Josemi Rodríguez Sieiro. Estos desencuentros radiados que parecían reales no lo eran, pero resultaban muy divertidos azuzados por el jefe Herrera. Y en menor medida con Lucas.

La faceta gastronómica como crítico del novio de la ministra no se limita a sus colaboraciones escritas, radiadas o a través de los libros que ha escrito. Es un buen cocinero y no de fin de semana. Mientras estuvo casado con Concha García Campoy, él se encargaba de la intendencia y de cocinar para la familia y los amigos cuando había reuniones en su casa. La periodista reconocía en aquellos años que “en la cocina quien entra es Lorenzo, que lo hace mucho mejor que yo y además le gusta”.

La ministra Magdalena Valerio también ha delegado esta tarea en su pareja. Ella misma contaba que la mayoría de las veces no tenía tiempo para comer en condiciones y que a mediodía se nutría con ensaladas preparadas o pinchos de tortilla. Pero cuando llegaba a casa, el menú era muy diferente. “Llego a casa y tengo la mesa puesta. Siempre con un plato apetecible”.

Hace tiempo, en una entrevista, el sociólogo declaraba: “No confío en los políticos. Debe ser la sociedad civil la que se responsabilice. Y en mi modesta persona, me ofrezco para lo que haga falta”. En su caso, ser el Pepito Grillo de la ministra cuando el cargo le separe de la realidad.