Ana Rosa, Fiona Ferrer… Así ha sido la fiesta prenupcial de Ainhoa Arteta

Ainhoa Arteta y Matías Urrea recibieron durante la noche del sábado 22 de junio a sus amigos y familiares en las bodegas Lustau de Jerez de la Frontera con motivo de su fiesta prenupcial.

Se pedía que las mujeres fueran de largo, los caballero de esmoquin y los compañeros de Matías, capitán de corbeta, con uniforme de etiqueta modalidad B. Esta combinación de mundo militar y civil resultó muy vistoso.

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Ainhoa lució un vestido de alta costura de Isabel Zapardiez y una coleta de caballo. El traje nupcial igual, que el de la hija, también será de la profesional donostiarra.

Tanto la diseñadora como su familia forman parte del círculo íntimo de la soprano y mantuvieron una relación muy estrecha con la madre de Ainhoa. Falleció en el 2007 y recuerdo estará muy presente en el pensamiento de todos los que la conocieron. Esther Ibarrolaburu era una mujer muy querida.

Por la mañana Ainhoa se relajó en el hotel María Luisa, inaugurado recientemente. Estuvo en la piscina con familia y amigos.

El cocktail fue servido en el patio exterior de la bodega jerezana por el chef Dani García y sus especialidades: verduras y lubina en adobo, salmorejo, gazpacho verde y jengibre, tostada de cangrejo, ceviche de corvina, tataki de atún de almadraba y pluma de cerdo ibérico. También hubo cortador de jamón, que fue el más solicitado.

Para completar la degustación, dos barras con cócteles y los vinos de la casa.

La fiesta estuvo animada por un flamenco, la música disco del dj Jaimote y el regalo de los amigos del novio, que sorprendieron a los invitados. El grupo versionó temas de los 80 y Matías Urrea cantó con ellos.

Antonia San Juan, Ana Rosa Quintana y Juan Muñoz, los hermanos Cobo, el matrimonio Trapote, Fiona Ferrer, Carmen Valiño y las hermanas Isabel y Carmen Cobo, acompañaron a los novios en la noche previa al día D.

Ainhoa se animó a bailar pero no a cantar y mantuvo su tono de voz muy bajo. En estos lugares donde hay mucha gente y hay que elevar la voz para entenderse, la soprano mantiene ese perfil suave. La semana antes dio por finalizada en Sevilla su agenda profesional para preparar su fiesta y su boda .

Para la noche festiva lució unos pendientes tipo aro en forma de corona con diamantes de diversas tallas (marquise, oval, pera) montados en oro, de la joyería Prada de Bilbao. Y por supuesto su anillo de pedida formado por un diamante central rodeado de otros más pequeños en talla brillante y 'fancy cut' de forma rectangular que el novio encargó a unos amigos sevillanos.