Muere Georgie Dann, el rey de la canción del verano, a los 81 años

Ha muerto una de las figuras que muchos de los que ya han superado la barrera de los 40 años asociarán a los veranos de su infancia. Nos ha dejado el cantante Georgie Dann y ha sido en su país de adopción, España, donde tantos éxitos cosechó año tras año. Unas canciones que parecían nacer para ser consumidas en el momento, pero al igual que ocurría con las de la mítica Raffaella Carrà, que nos dejó hace unos meses, han quedado en la memoria colectiva y seguramente muchos de nuestros lectores serían capaces, si no de cantar, al menos de tararear muchas de ellas. Pueden empezar con 'El chiringuito'...

El cantante iba a ser intervenido de una cadera en el Hospital Puerta de Hierro de Madrid, pero no ha superado la situación clínica en la que se encontraba, según publica 'El Mundo'. Una noticia que ha causado una enorme conmoción y que enseguida se ha visto amplificada por las redes sociales, que se han llenado con mensajes de tristeza, lo que denota la enorme popularidad de la que seguía gozando, aunque su música no sonara en las radiofórmulas, no se consuma demasiado en las plataformas de streaming e hiciera muy poca televisión desde hace años. Pero el recuerdo es mucho más empecinado que todo eso...

Nacido en París el 14 de enero de 1940, su familia estaba llena de artistas, por lo que podemos decir sin lugar a dudas que lo llevaba en los genes. Por eso, estudió en el Conservatorio de París y sabía tocar con maestría diversos instrumentos como el clarinete, el acordeón y el saxo. Aunque comenzó su andadura profesional en distintos grupos, se estableció en solitario y vino a España para representar a Francia en el Festival de Mediterráneo con la canción 'Tout ce que tu sais'. Comenzaba entonces un vínculo artístico con nuestro país que le convertía en el rey de la canción del verano, aunque previamente ya se había ido haciendo un nombre y aprendiendo nuestro idioma en algunos países latinoamericanos por los que había estado de gira.

Fueron muchísimos los títulos que hizo populares, pero por citar algunos destacaremos 'El bimbó', 'Macumba', 'Carnaval, carnaval', 'El africano', 'El chiringuito', 'La barbacoa', 'Koumbo', 'La paloma blanca', 'Cuando suena el acordeón', 'Cóctel tropical', 'El dinosaurio', 'Mi cafetal' o "La cerveza", entre otras.

Georgie Dann era un trabajador infatigable que defendía con sentido del humor y profesionalidad sus pegadizas canciones que apelaban a la diversión y al hedonismo veraniego. Algo que dejaba de manifiesto en una entrevista publicada por 'El Periódico' en 2019 en la que, por cierto, como algunas grandes estrellas, hablaba de sí mismo en tercera persona: "Siempre he tenido fe en mí. Cuando me han echado por la puerta, he entrado por la ventana. Muchos me llaman el rey del verano con desprecio, pero durante años y años el disco de RCA que funcionaba era el de Georgie Dann".

Padre de tres hijos

España fue también el país en el que se enamoró, de Emy, madre de sus tres hijos y gogó en sus espectáculos. Dos de ellos siguieron sus pasos artísticos y formaron el dúo Calle París. Al igual que su padre, Patricia y Paul empezaron desde muy niños a tocar instrumentos y a estar rodeados de música. Licenciados universitarios, sin embargo, decidieron seguir los pasos de su progenitor y el nombre se les ocurrió porque escucharon la canción 'Una calle de París' de Duncan Dhu. Han publicado un par de discos y en 2009 ganaron el premio a mejor artista revelación en los 40 Principales.

En esa misma entrevista hablaba con orgullo de sus hijos: "Nunca les he dado mi opinión. Ellos no quieren ser 'hijos de' y lo respeto. Han sacado un disco, 'Huracán', y me lo enseñaron cuando estaba ya en la calle. Patricia, que tiene dos carreras, escribe letras muy bonitas y elegantes. Paul, que está en tercero de Marketing, es un gran músico. De pequeñito le metí una estricta concertista rusa para que le enseñara a tocar el piano. Al principio lo pateaba, pero acabó gustándole. Ahora no me necesita para hacer arreglos. También con ellos he tenido suerte", aseguraba.

Unos años antes, en 2016, en palabras a Europa Press, subrayaba que seguía en activo, pese a que ya no le viéramos tanto en televisión como en décadas pasadas: "Yo tengo una carrera internacional, y sigo visitando muchos países de América, no me puedo quejar, me siento en activo y fuerte, y con gente importante". Al mismo tiempo, subrayaba que su música no es hortera y destacaba que "tengo la suerte de que mis canciones pasen de generación en generación en la familia". Añadía, divertido y sin falsa modestia: "Estoy vivo y cojonudo porque voy a sitios y la gente me quiere. Este tipo de cariño no creo que los artistas lo tengan, o por lo menos no todos".

Desde Vanitatis queremos hacer llegar nuestro apoyo a su familia y recordar con mucho cariño a un artista que siempre dio lo mejor de sí mismo, que sobrevivió a la etiqueta de artífice de 'canción del verano' y que ahora tiene en sus hijos a sus herederos artísticos.