Habla el entorno de Bartra y Melissa tras la separación: "No ha habido terceras personas"

Este miércoles, el entorno de Melissa Jiménez y Marc Bartra confirmaba en exclusiva a Vanitatis la triste noticia de su separación tras casi cinco años casados y ocho de relación. Una decisión que el matrimonio habría tomado tras casi un año de crisis ante la que no habrían encontrado solución y que ha derivado en su ruptura definitiva.

Aunque ninguno de los protagonistas ha querido pronunciarse al respecto por el momento, familiares y amigos con los que se ha puesto en contacto este medio han querido aclarar que a pesar de lo duro de la situación ambos están bien. “Para ellos, ahora mismo, lo más importante son los niños”.

Sus hijos, su prioridad

Esta decisión, tomada según publicamos en estas mismas páginas a principios de diciembre, ha coincidido casi en el tiempo con las vacaciones de Navidad del colegio de sus dos hijas mayores, Gala y Abril. Melissa ha querido que estén distraídas tanto ellas como el pequeño Max y, además de pasar unos días en Barcelona con la familia, la periodista se encuentra en Ibiza disfrutando de actividades al aire libre con ellos como la que relatábamos hace unos días.

Planes de lo más animados que les ha permitido desconectar de alguna manera de la situación que atravesarán durante las próximas semanas.

Tal y como nos adelantaban el miércoles desde su entorno, el futbolista y su exmujer ya viven en casas separadas. Eso sí, los dos en Sevilla, para mantener todo lo posible la normalidad de la vida de sus niños.

“Quieren mucho a sus hijos y su prioridad es que estén bien y que sea lo menos traumático para ellos”, aseguran las fuentes consultadas por Vanitatis. “No quieren trastocar su mundo. Son muy pequeños y por eso vivirán en la misma ciudad. Marc viaja a jugar fuera de Sevilla cada dos semanas y vivir en otra ciudad complicaría mucho la logística”, continúan.

Un testimonio que concuerda con el proporcionado por uno de sus compañeros del Betis, equipo en el que juega desde hace tres años y que propició su traslado a Sevilla desde Dortmund (Alemania). “(Marc) Es un hombre tremendamente familiar, siempre pendiente sus tres hijos, los dos menores nacieron en Sevilla. Están muy integrados en la ciudad”.

En esta misma línea, algunas de las amistades sevillanas de Melissa aseguran que aunque ella ha pasado unos días en Barcelona con los niños, en ningún momento ha hablado de traslado. “Está muy adaptada a la vida en Sevilla, sabe que sus hijos son pequeños y necesitan tener cerca a su padre, así que al menos durante el año y medio de contrato que aún tiene en el Betis no se plantea mudarse”.

Sin terceras personas

Cuando les preguntamos por los motivos, los familiares y amigos consultados no dudan: “No ha habido terceras personas ni infidelidades, la ruptura ha sido consecuencia del desgaste de convivencia de la pareja”. Un desgaste, coinciden todos, que se ha ido agravando durante varios meses hasta desembocar en la decisión que adelantábamos el pasado miércoles.

“No ha sido una decisión difícil de tomar. Se han querido con locura pero a veces hay que saber cuándo parar”, explican. No obstante, y aunque este tipo de situaciones nunca son fáciles de asimilar y sobrellevar, “ha sido una ruptura amistosa”.

Navidades para desconectar

A las puertas de las Navidades, la organización de las fiestas tras su inminente separación sin duda no fue nada sencilla. Un auténtico encaje de bolillos si tenemos en cuenta que Marc Bartra tenía que cumplir con sus compromisos sobre el terreno de juego. El Betis jugó en Alicante el 29 de diciembre, dos días antes de fin de año y de nuevo el día 2 en Sevilla, por lo que cuadrar las fiestas no habrá sido fácil.

Sí sabemos que Melissa ha podido disfrutar, como decíamos, de la compañía de sus tres hijos estas vacaciones, primero en Barcelona, donde hicieron turismo y fueron de compras y después en Ibiza, donde han realizado numerosas actividades al aire libre.

“Melissa se ha refugiado en su familia durante estos días”, nos confirman, mientras que Marc ha encontrado la forma de mantenerse ocupado en su profesión, donde lamentablemente no ha conseguido ganar ningún partido estas navidades.

A la vuelta, ambos comenzarán a asentar sus vidas por separado, cada uno en la casa en la que residirá a partir de ahora. Unos días complicados en los que sin ninguna duda no les faltarán apoyos ni consuelo.