Lluís Llongueras, un revolucionario de la peluquería: de su salón histórico a su amistad con Dalí

Con su dominio de la tijera y su visión transgresora de la imagen, marcó el camino de una generación en los años 70 y 80. Este lunes 29 de mayo, Lluís Llongueras ha fallecido a los 87 años de edad a causa de un cáncer de garganta, en su vivienda de Barcelona.

Calificado como el mejor peluquero de todos los tiempos, no solo destacó en este arte. Polifacético, también consiguió fama como escultor, fotógrafo, escritor y pintor, e incluso diseñó con Salvador Dalí una gigantesca peluca, expuesta en el Teatro-Museo Dalí de Figueras. Y colaboró con otros creadores universales, como Antoni Gaudí y Ferran Adrià.

Nació en Esparraguera (Barcelona) en 1936 y empezó a desarrollar su carrera a los 14 años como ayudante de peluquería en la reconocida Can Dalmau. Más tarde abrió su primer local en la Ciudad Condal, para marcar poco después el primer hito de su carrera.

En 1972 creó el primer salón unisex en España, en los años previos a la muerte de Franco, para terminar con la división por géneros en un sector en que las mujeres convertían las peluquerías en su templo de confidencias y los hombres se mezclaban con los suyos en las barberías. Fue su primer paso para dar forma a lo que se ha llamado el ‘método Llongueras’.

Entre sus clientas estaban la duquesa de Alba, a quien hacía la permanente; Carmen Sevilla, Rocío Jurado y Lola Flores. También acudían a él la reina Sofía y actrices de Hollywood como Raquel Welch, Bianca Jagger y Angelica Houston. Cher lució sus atractivos cardados en la película ‘Hechizo de luna’.

Recordado por esa voz rasgada, fue el primer español en inaugurar un salón en París, mientras enseñaba su método y estilo en academias fundadas por él mismo. Abrió 120 locales repartidos por todo el mundo, 50 de ellos en España. Su imperio, que también incluye la venta de los múltiples productos que llevan su nombre, abarca desde Tokio a Nueva York, pasando por Buenos Aires, Ginebra, Barcelona o Montevideo. Hace cinco años vendió el negocio, salvo la línea de cosmética de belleza y peluquería, al francés Franck Provost, dueño de Provalliance, líder europeo en peluquerías.

Lluís Llongueras recibió varios reconocimientos, también internacionales, a lo largo de su vida. Entre ellos destaca la Cruz de Sant Jordi en el año 2000 y la Medalla al trabajo President Macià en 2008. Además, creó sus propios premios de Periodismo de Moda y se convirtió en mecenas del arte.