Cayetano, sobre la ausencia de sus hermanos en la misa por la duquesa de Alba: "Cada uno tiene su conciencia"
Ninguno de sus hermanos lo acompañó y Alfonso Diez faltó por primera vez, al estar aún convaleciente del coronavirus
Este domingo 20 de noviembre a las ocho de la tarde se celebraba en la iglesia de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla una misa por la duquesa de Alba, Cayetana. Ocho años después de su muerte, las numerosas muestras afecto se han ido diluyendo, pero sus amigos incondicionales no. Aunque en un principio se esperaba la asistencia de su hijo mayor, el actual duque de Alba, este finalmente no acudió, aunque sí envió un centro de rosas con un cinta que decía "Duque de Alba y familia". El centro se colocó junto a otro de rosas blancas, bajo la lápida de mármol donde se encuentran las cenizas de la duquesa. En el de rosas blancas podía leerse "Cayetano, Bárbara, Genoveva, Luis y Amina"; es decir, el nombre del hijo varón más pequeño de doña Cayetana, su actual pareja, su ex y sus dos hijos.
Unas 30 personas acudían a la llamada de Cayetano, conde de Salvatierra, que sigue cumpliendo con la cita anual para recordar a su madre en la iglesia de la que fue gran benefactora y en la hermandad de la que era camarera de honor de la Virgen de las Angustias. No faltaron sus amigos más íntimos, como el doctor Paco Trujillo y su esposa, el arquitecto Diego Noguera con su esposa y su hijo, el hermano mayor de los Gitanos y algunos miembros de la hermandad, Carmen Tello, la gran amiga de doña Cayetana, así como otros amigos que residen en la ciudad, entre ellos el empresario Roberto González Conde.
Según confirmó el conde de Salvatierra, su hermano Fernando finalmente no pudo venir por un resfriado: "Lleva tres días aquejado de un resfriado y Alfonso Diez está convaleciente de covid, mi hermana Eugenia está en Las Vegas, aunque a mi sobrina Tana también la avisé, pero no estaba en Sevilla. Esta vez esperaba que viniera Carlos, porque hace unos días estuvimos todos los hermanos juntos en la misa del 50 aniversario de mi padre y pensaba que, al estar todos juntos recordándole, hoy también acudirían a recordar a mi madre, pero no ha sido así. Mis hermanos cada uno tiene su conciencia, yo me he esforzado mucho para que mi familia esté unida. Creo que en la vida hay que estar unidos, quererse y apoyarse mutuamente".
Estos días se celebraba también en Sevilla el Salón Internacional del Caballo, pero en esta ocasión Cayetano no ha acudido al mismo porque estaba compitiendo en Madrid. Cuando se le pregunta por el vínculo con su madre, sigue sintiéndose orgulloso de la unión que mantuvieron, en especial los últimos años de vida de la duquesa: "Ella me dio una gran responsabilidad, la gestión de su patrimonio, y pienso que hice una gran labor, estuvimos muy unidos en los últimos años".
Cayetano llegó en compañía de su pareja, Bárbara Mirjan, y su exmujer, Genoveva Casanova. Con ellos también su hijo Luis y Margaret, la hija de la que fuera su nanny, que completaba el grupo familiar. Amina, la otra hija de Cayetano y Genoveva, no pudo asistir al encontrarse de exámenes en Madrid. Al llegar a la iglesia, los reporteros pudieron tomar la imagen de la familia unida. Genoveva no soltó de la mano a Margaret en ningún momento. Antes de comenzar la misa, oficiada por el padre Ignacio Jiménez Sánchez-Dalp, rezaron unos minutos ante la lápida de mármol que ocupa un pasillo lateral de la iglesia.
El sacerdote ofreció una homilía llena de cariño y recuerdos hacia Cayetana de Alba, de la que llegó a ser su director espiritual. El padre Ignacio fue también quien celebró el matrimonio religioso de Cayetano y Genoveva en la capilla del palacio de Dueñas y posteriormente el de la duquesa y su tercer marido, Alfonso Diez.
Ignacio recordó: “Todos los que estamos hoy aquí es porque la quisimos. De las dos muertes que puede tener una persona la peor es la del olvido. Cayetana pasó por nuestras vidas haciendo el bien y a muchos de nosotros nos hizo el bien desde el anonimato, ahora ocho años después quedamos nosotros, el grupo pequeño que nunca olvida. La vida pasa y nuestra querida Cayetana sigue entre nosotros. Venir cada 20 de noviembre a esta casa se convierte en una peregrinación".
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También recordó el sacerdote que el pasado mes de octubre se habían cumplido 75 años desde que la duquesa de Alba contrajera matrimonio en la catedral de Sevilla con su primer marido y padre de sus hijos, Luis Martínez de Irujo, y tuvo unas palabras para él, dirigiéndose a su hijo, sentado en el primer banco junto a su familiar: "Si en esta casa fue grande tu madre, Cayetano, lo fue también tu padre". A continuación recordó las pérdidas que habían sufrido algunos de los asistentes en este último año, como el fallecimiento de la madre de Carmen Tello, que esta ocasión no estuvo acompañada por su marido, Curro Romero: "Ahora que ha llegado el frío, Curro prefiere no salir de casa cuando anochece, se cuida mucho", explicaba ella.
La misa finalizó cantando la Salve y con un responso ante el columbario de la duquesa. Cayetano se despidió afectuosamente de todos los asistentes y su hijo Luis permaneció unos minutos solo ante la lápida de su abuela. Él fue uno de sus nietos favoritos y con el que la duquesa compartía mucho tiempo. Durante su infancia no se perdía nunca la hora del baño de sus nietos mellizos y acudía a la finca Las Arroyuelas, donde vivían Genoveva y Cayetano, para estar presente en ese momento.
Este domingo 20 de noviembre a las ocho de la tarde se celebraba en la iglesia de la Hermandad de los Gitanos de Sevilla una misa por la duquesa de Alba, Cayetana. Ocho años después de su muerte, las numerosas muestras afecto se han ido diluyendo, pero sus amigos incondicionales no. Aunque en un principio se esperaba la asistencia de su hijo mayor, el actual duque de Alba, este finalmente no acudió, aunque sí envió un centro de rosas con un cinta que decía "Duque de Alba y familia". El centro se colocó junto a otro de rosas blancas, bajo la lápida de mármol donde se encuentran las cenizas de la duquesa. En el de rosas blancas podía leerse "Cayetano, Bárbara, Genoveva, Luis y Amina"; es decir, el nombre del hijo varón más pequeño de doña Cayetana, su actual pareja, su ex y sus dos hijos.
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