Cayetano Martínez de Irujo reaparece para rendir tributo a su madre, la duquesa de Alba

Cayetano Martínez de Irujo estaba ayer particularmente feliz. No era para menos... Se rendía tributo a su madre, la duquesa de Alba. El escenario, Jerez de la Frontera, a donde el duque de Arjona y conde Salvatierra se desplazó para recoger el premio Alma Flamenca en el marco de la pasarela de moda flamenca Tío Pepe.

El aristócrata estaba muy emocionado, pues Cayetana de Alba, como manifestó a Europa Press, "dejó un legado impresionante" y a él le emociona que siete años después de su muerte se la siga recordando y reconociendo. Especialmente en Andalucía, una tierra de la que la duquesa estaba enamorada y que siempre llevó por bandera.

Cayetano admitió que está mucho más relajado y feliz ahora, después de unos años muy duros en los que la salud no acompañó y que las diferencias familiares ocuparon mucho espacio mediático.

En esta ocasión no pudo acompañarle su novia, Bárbara Mirjan, porque se encontraba trabajando, y también destacó que conoce al novio de su sobrina, Tana Rivera, Manuel Vega, a quien definió como "un chico muy trabajador y muy emprendedor".

Cayetano Martínez de Irujo, de 58 años, lucía muy buen aspecto, después de haber superado recurrentes problemas de salud, que le han llevado a pasar por el quirófano en diversas ocasiones por problemas intestinales.

Recordemos que en otoño de 2015 tuvo que ser operado en dos ocasiones en una semana por una severa obstrucción intestinal. La primera, en la Clínica Santa Isabel de Sevilla, donde permaneció cuatro días hospitalizado. La segunda, en el Hospital La Luz, en Madrid. Esta última operación duró casi seis horas y prácticamente le salvó la vida, como el propio Martínez de Irujo reconoció posteriormente: "Si me llego a quedar en Sevilla me muero, habría tenido secuelas irrecuperables".

Un gran amigo

Fue el doctor Enrique Moreno, premio Principe de Asturias (ahora Princesa de Asturias), quien 'salvó la vida' a Cayetano y entre ellos hay una enorme amistad. "Tras salir de dos hospitales en Sevilla, viajar moribundo en el último AVE a Madrid con mis dos hijos y el médico de mi casa, hubiera muerto a su misma edad. Me salvó la vida Enrique en una operación de más de once horas en un estado casi terminal. Gracias, Enrique, no tengo palabras", rememoraba el aristócrata.

Hace unos meses, su hermano Fernando manifestaba en Vanitatis en el marco del festival Starlite que "la enfermedad de Cayetano ha unido mucho a la familia".

Cayetano lleva años volcado en la agricultura y está muy satisfecho con este trabajo, como contaba a Vanitatis en una reciente entrevista: "He aprendido muchísimo. Yo llevaba todas las fincas de la Casa y, aparte de gustarme, he invertido mucho tiempo en asesorarme y, sobre todo, dinero. Todo lo que he ganado en mi carrera deportiva ha sido para mejorar esta finca. Hay plantaciones nuevas y lo que saco lo vuelvo a invertir. A mí la agricultura me ha salvado".

"Mi madre siempre decía que yo era muy cabezota y que si se me metía algo en la cabeza lo sacaba adelante. Soy empresario, jinete, deportista, monté toda una estructura gourmet, otra de ropa y ahora agricultor", reconocía.

Otro asunto por el que ha sido noticia contra su voluntad es que suplantaron su identidad en las redes sociales, lo que le llevó a denunciarlo primero en las mismas redes y después ante la justicia. "Hemos ido a denunciar tres veces", manifestaba ayer ante las cámaras de Europa Press. El aristócrata, por cierto, subrayó la falsedad de que quisiera vender su palacio de Arbaizenea de San Sebastián, pues jamás renunciaría a este vínculo familiar de tanta importancia para él.

No podemos pasar por alto tampoco el gran impacto que tuvo su libro biográfico 'De Cayetana a Cayetano', que levantó ampollas y fue un enorme éxito editorial. Para él fue una catarsis: "Me sirvió para darme cuenta de lo que era importante y empezar de cero para ser feliz. Además del campo y del hotel, tengo el proyecto educativo Cayetana, que es precioso. Lo presenté hace unas semanas y es una manera de que el nombre de mi madre esté unido a través de la Hermandad de los Gitanos a un proceso educativo cuyo objetivo es la integración académica en sectores desfavorecidos. Y lo siguiente que quiero hacer con la hermandad es una fundación que se llame Cayetana", manifestaba a nuestro medio en abril del año pasado.

Fueron confesiones duras las de Cayetano Martínez de Irujo, que admitía su adicción a las drogas, de la que está plenamente recuperado, y ajustaba cuentas con su pasado. Una manera de pasar página y cerrar heridas que no todos en su familia entendieron de la misma manera.

Cayetano está muy orgulloso de sus hijos, Luis y Amina: "Son muy responsables y estudiosos", manifestaba recientemente. Con la madre de sus hijos, Genoveva Casanova, mantiene una excelente relación.