Rosario Nadal mira hacia Mallorca mientras presenta resultados millonarios en Londres

Rosario Nadal, con un 'total look' en negro, mira a la cámara con el gesto serio ensayado, la mirada concentrada. La escena ocurre el pasado mes de enero, durante la Semana de la Alta Costura de París. Entre celebrities de todo el mundo se encuentra también la empresaria mallorquina, que se atreve en esta ocasión con un vestido con aberturas en el abdomen. Rosario Nadal habrá superado los 55 años, pero su legendaria percha provoca a los fotógrafos que están cubriendo el desfile de su amigo Valentino. Disparan, pero es un momento. Nadal vuelve rápidamente al segundo plano.

Detrás de algunas de las mejores colecciones de arte del mundo está Rosario Nadal, aunque aquí, en España, seguimos asociándola a su pasado como miembro de la familia real búlgara, a su breve aventura como modelo, o a su amistad con un buen puñado de famosos internacionales. Así, la mallorquina lleva años lidiando con la curiosidad que genera.

La semana pasada, en ARCO, atendió amablemente a los medios. "Es visita obligada. Me encanta. Hay secciones muy interesantes y siempre mejora". La cosa se fue a pique cuando le preguntaron por cómo veía a la infanta Cristina tras su divorcio: "Estoy trabajando, qué me pregunta. Yo nunca hablo de esas cosas. De arte le contesto lo que quiera", respondió divertida.

Nadal estaba en ARCO porque con los años se ha convertido en una consultora de arte de referencia. Es, según su currículo oficial, "asesora de adquisiciones y gestión de colecciones para museos y colecciones de arte contemporáneo". Licenciada en Bellas Artes, se especializó en arte contemporáneo en Christie’s Londres (1991-1996). En 1997 creó la empresa de asesoría independiente RSC Contemporary Ltd. Posteriormente, fue asesora de colección de la Fundación Jumex Arte Contemporáneo (2005-2019) y directora adjunta del Museo Jumex (Ciudad de México) (2012-2019). "En la actualidad continúa su labor de asesoría y consultoría para colecciones privadas y diversos proyectos artísticos e institucionales".

Durante años, Rosario Nadal estuvo viajando continuamente entre Ciudad de México, Londres y Palma de Mallorca, pero también Berlín, Madrid, Suiza, Bogotá y allí donde estuvieran sus clientes. Aquellos que la han contratado para construir sus colecciones, pocos pero muy selectos. La hija del industrial Miguel Nadal y de la aristócrata Isabel Fuster de Puigdorfila hace ya tiempo que se ganó el respeto del mundo del arte.

Le va bien, como ha podido comprobar Vanitatis con los datos mercantiles de su empresa RSC Contemporary Ltd, actualizados el pasado 16 de enero. La empresa solo cuenta con un empleado (llegó a tener tres, con un director y una persona en labores de secretaría) y maneja un capital de 3.009.610 libras esterlinas (3.520.612 euros), que es la diferencia entre los activos corrientes de la empresa (incluido el efectivo y otros activos que pueden convertirse en efectivo dentro de un año) y sus pasivos corrientes, como nómina, cuentas por pagar y gastos acumulados. La cantidad es una señal de buena salud de la compañía.

Su carrera la ha llevado a viajar mucho, aunque su sede siempre ha sido Londres. Desde hace un tiempo, sin embargo, parece que Rosario quiere ir aligerando carga y ambiciona volver a Mallorca más a menudo. Ya lo avisaba en una extensa entrevista que concedió a un suplemento del económico 'Expansión' en agosto de 2019. "Sueña ya despierta con un retiro que paso a paso intenta labrarse en la tierra seca pero fértil de su isla: una escuela taller de artesanía sobre materiales naturales, ebanistería, jardinería y por ahí". En España residen sus hermanas. Una de ellas, Ana, tiene también una vena artística como restauradora de muebles y factótum de las vajillas Vimbi Vimbi.

El proyecto se materializó a finales de 2022. Rosario Nadal creó junto al exdirector del MACBA, Bartomeu Marí, y la abogada Blanca Cortés la fundación ALTTRA, un proyecto sin ánimo de lucro que pretende conseguir una forma alternativa de crear y de disfrutar del arte contemporáneo. La idea es encargar a creadores contemporáneos que realicen en el archipiélago obra nueva para después exhibirla también en Baleares, en entornos que "no necesariamente se destinan al arte", explicó la propia Rosario en la presentación. "Queremos que las islas sean una plataforma experimental en la que crear diferentes retos entre el público y los artistas, para entablar un diálogo con la sociedad", detalló la especialista. "Ha llegado el momento de volver a casa".

Junto al fomento del arte en las Islas Baleares, la fundación ALTTRA promueve la creatividad, la participación ciudadana y el impacto social a través del arte. Para este año 2024, la institución está preparando los talleres educativos-participativos ALTTRA 2024. Los talleres "invitan a artistas de reconocido prestigio y experiencia a desarrollar proyectos de exploración, intercambio y cooperación. Abraham Cruzvillegas, Antoni Miralda y el colectivo Tomás Matauko-Marta Jonville dirigirán talleres destinados a ejercitar la creatividad colectiva que tendrán lugar en diferentes momentos de 2024", explican desde la fundación. "Se formarán grupos heterogéneos, con miembros de generaciones y contextos diferentes, de entre 10 y 20 personas. ALTTRA promoverá el impacto social más amplio posible a través de la presentación pública de los procesos o resultados del taller. Aun cuando este tiene una participación limitada, se buscarán fórmulas (exposición, presentación, celebración…) que permitan que el taller sea disfrutado por muchos".

Quizá consiga atraer a esa nómina de selectísimos amigos con los que cuenta Rosario Nadal. Desde la futura reina de Noruega, Mette-Marit, a Gwyneth Paltrow, Valentino Garavani o la propia infanta Cristina, quien la hizo madrina de su hija pequeña, Irene. También es madrina de bautismo de los príncipes Achileas de Grecia y Sverre Magnus de Noruega. La última vez que la vimos en su faceta más royal fue precisamente en la fabulosa cena de gala que ofrecieron los reyes Harald y Sonia para festejar el 18º cumpleaños de su nieta, la princesa Ingrid. Kyril de Bulgaria acudió con su pareja, Katharine Butler, pero también estuvieron Rosario Nadal y sus tres hijos, los príncipes Mafalda, Olimpia y Tassilo.

En 'Expansión', la periodista le preguntó si su nombre la había ayudado a conseguir el respeto del mundo del arte. La respuesta es digna de reproducir: "Al contrario, yo diría que me he ganado este respeto a mi trabajo pese a mi nombre".