Alba Carrillo se sincera sobre la educación de su hijo y la presión de la belleza

Su rostro es uno de los habituales de la crónica rosa de nuestro país. La hemos visto desenvolverse como pez en el agua como colaboradora, hablar sin tapujos de sus relaciones amorosas, pero ¿lo conocemos todo sobre la modelo?

Alba Carrillo ha concedido una entrevista al diario 'El Mundo', en la que ha abordado temas importantes como la educación de su hijo o su opinión sobre la presión de la belleza. Conocida por su franqueza, también habló abiertamente sobre las contradicciones que ha experimentado entre cómo la percibe la gente y quién es realmente.

"Las apariencias engañan, la vista nos confunde y tenemos que rascar un poco más allá para conocer a las personas", respondía al periodista del citado diario, Iñako Díaz-Guerra. Además, destacó que la percepción de ser "guapa, alta y rubia" ha llevado a muchos a subestimarla.

"Sobre todo, tuve que hacerme la tonta en la época de modelo", señaló, compartiendo que la soledad en esa etapa la llevó a refugiarse en la lectura y a desarrollar una pasión por el teatro y la cultura.

Su sinceridad no es solo una fachada televisiva; también la aplica en la educación de su hijo. A través de sus experiencias, trata de hablar siempre con naturalidad y desde una perspectiva adaptada a él. "Cuando he estado triste, se lo he hecho saber para que no viva con la presión de que no se puede llorar ni permitir que una persona falle", contó.

"He tenido mucha suerte porque he sido simplemente yo y me ha salido muy bien, porque él ha reaccionado de una manera maravillosa", añadió para explicar cómo esta forma de relación madre e hijo ha reforzado su vínculo.

Tampoco quiso dejar de lado su faceta profesional. A lo largo de su carrera, ha tenido que abordar cambios y dificultades que en muchas ocasiones la han llevado a tener que reinventarse. "La vida te pone obstáculos y tienes dos opciones: llorar, que también lo hago, o reaccionar porque no te queda otra", confesó.

Esta entrevista nos acerca de una manera más íntima a Alba Carrillo, mostrándonos una versión reflexiva y comprometida con su rol de madre, sin perder nunca esa franqueza con la que ha conseguido ganarse un hueco televisivo.