La familia García Obregón pone a la venta su finca de Mallorca por 35 millones de euros

Pocos lugares tan fotografiados como El Manantial, el refugio de la familia García Obregón en Mallorca, el paraíso para los hijos y los nietos de Antonio García y Ana Obregón, los patriarcas de la familia. El lugar ha sido siempre referencia para esta familia pero ha llegado el momento de despedirse de él. Tras fallecer los padres, sus herederos, los hermanos Celia, Amalia, Ana, Juan Antonio y Javier han tomado una decisión dolorosa pero necesaria: ponerla a la venta. La información ha sido adelantada por 'Última Hora' y confirmada por Vanitatis.

"Otro verano aquí en Mallorca, en tu paraíso favorito, El Manantial, la casa donde cada rincón guarda mil imágenes tuyas, y tu risa continúa inundando de luz cada habitación", escribía Ana García Obregón el pasado verano al llegar a la casa de Mallorca que fue escenario de tantos momentos felices para ella y su hijo Aless. Lo cierto es que la propiedad no era fácil de mantener, mientras los padres vivían eran ellos quienes se hacían cargo, pero después las cosas se hicieron más complicadas. Aún así, aseguran a Vanitatis que no ha habido una motivación económica en su decisión de venderla.

Fuentes cercanas a la familia explican que se trata de algo más emocional. "La familia ha tomado la decisión de cerrar un capítulo en la vida para todos que creemos es importante para seguir avanzando", explican. El Manantial está cargado de recuerdos para todos y ha llegado el momento de construir nuevos recuerdos en otros lugares donde los fantasmas de tiempos pasados impidan seguir adelante.

"La propiedad es enorme. Hace tiempo incluso se pidió permiso para construir casas independientes para cada hijo pero no lo consiguieron", explica otra fuente habitual de Palma.

La agencia que la comercializa, Sotheby's International Realty, ha cifrado el precio de la finca en 35 millones de euros. Por el momento, tal y como suele ocurrir con este tipo de propiedades, la venta está siendo negociada en el mercado de alta standing con total discreción. Cuenta con todo tipo de lujos, como explican en el anuncio: "Al acceder a la propiedad, los visitantes son recibidos por un jardín meticulosamente diseñado, que incluye una exquisita fuente de mármol y una escultura de un reconocido artista". Este espacio está rodeado de árboles frutales y un estanque de carpas. Además, tiene espacio suficiente para aterrizar un helicóptero y una pista de pádel.

La parte más conocida de la casa es su piscina, que ha aparecido en multitud de reportajes fotográficos protagonizados por Ana García Obregón. Se encuentra en la planta baja, con una terraza de 250 metros de lado a lado con vistas panorámicas al mar. También cuenta con zona chill out y solarium. Toda la casa ofrece una hermosa panorámica de la bahía de Cala Millor, que se abre hasta el horizonte.

La casa fue construida por Antonio García, el padre de Obregón, en los años setenta, en uno de los acantilados de Costa dels Pins, en Mallorca. Con más de mil metros cuadrados, la finca, que cuenta con siete dormitorios en suite, era el lugar de peregrinación obligada de hijos y nietos cada verano. Una casa llena de alegría y escenario de las mejores vivencias para el clan.

“Cuando llegamos aquí éramos apenas unos veinte, además del Eurotel. Descubrí la Costa de los Pinos a través de un primo hispano-inglés de Ana”, relató Antonio García, padre de la actriz, en una entrevista concedida al medio local mallorquín 'Última Hora' en el año 2013.

“La empresa que construyó el Eurotel, con la que nosotros habíamos trabajado, nos dijo que se vendían unas parcelas. Compré tres, más esta que está al lado, que era del padre de Agatha Ruiz de la Prada, con lo cual reuní 8.000 metros cuadrados y 140 metros de acantilado, ¡una maravilla, vamos! La casa la terminamos en 1969 y la inauguramos en 1970”, relataba como gran amante de la isla que era.

“Recuerdo que construí un plano topográfico para respetar los 87 pinos centenarios que había en el terreno, que una noche del 2011 un huracán se los llevó todos. Por fortuna, nos queda un huerto mediterráneo, con granados, naranjos y olivos”, rememoraba Antonio apesadumbrado.

Hoy, el sueño de Antonio García y Ana Obregón busca comprador. Aunque no hay dinero que pueda pagar el valor sentimental que esta casa tiene para la familia.