Álvaro Morata pone a jugar su patrimonio inmobiliario en plena tormenta personal
Las inversiones en ladrillo del jugador del Milan le dan una alegría mientras su separación de Alice Campello permanece bajo el radar
Últimamente, Álvaro Morata protagoniza casi tantos titulares en los medios salmón como en la deportiva. El futbolista del Milan no termina de encontrarse en plena forma y aunque ha vuelto a jugar tras su lesión de septiembre, en la que pudo volver a Madrid unos días para acompañar a sus hijos en el comienzo de las clases, sigue teniendo alguna molestia. Sin embargo, su actividad fuera del verde está imparable. Si hace unas semanas la prensa económica informaba del dividendo que se había llevado por deshacerse de un paquete de acciones de los famosos manolitos (más de cinco millones de euros), estos días es noticia también por invertir en la start up Golf Game Book.
Atrás quedó esa generación de futbolistas de élite que rentabilizaba sus sueldos desorbitados principalmente a través del ladrillo, asesorada principalmente por amigos y familiares. Jugadores como Álvaro Morata, que participa en cerca de una veintena de sociedades con los más dispares objetos sociales, están apostando por profesionalizar sus inversiones y la jugada les está saliendo redonda. ¿Significa eso que el holding del exatlético no tiene intereses inmobiliarios? No.
El madrileño cuenta con dos sociedades dedicadas al alquiler de inmuebles que administra solidariamente con Alice Campello y que acaban de presentar su cuenta de resultados. Tamora Housing es la que más alegrías le ha dado, generando un beneficio de 65.205 euros en 2023, cuando en 2022 apenas superó los 4.000 euros. Esta empresa, cuyo socio único es Morata, gestiona un patrimonio inmobiliario de 2.700.000 euros, que se traduce en una vivienda con garaje en el barrio de Sanchinarro, otra vivienda en una urbanización de La Moraleja y una residencia en La Finca (Pozuelo de Alarcón), valorada en 1.640.000 euros.
Por su parte, Tamora 2011, la sociedad de referencia de Morata, maneja también un buen patrimonio en inmuebles. A través de esta empresa el futbolista alquila un loft en Sanchinarro, una plaza de párking en la misma zona, un local en Marbella, otro cerca del Monasterio de El Escorial y la joya de la corona: un gran local en la calle María de Molina de Madrid, a escasos metros del paseo de la Castellana, que está valorado en cerca de tres millones de euros.
Su cifra de negocio en 2023 ha ascendido a 296.000 euros, aunque esta sociedad no se dedica exclusivamente a la gestión inmobiliaria. Bajo Tamora 2011 SL se articulan sus participaciones en hasta 17 empresas, dedicadas a asuntos tan dispares como el inmobiliario, las energías renovables o los e-sports. La matriz cuenta con activos cercanos a los 17 millones de euros.
Alfonso Morata, padre del jugador y exdirector comercial de las cadenas SER y COPE, fue relevado por su hijo Álvaro en 2023 de estas dos empresas para dar entrada a su entonces mujer, Alice Campello.
Últimamente, Álvaro Morata protagoniza casi tantos titulares en los medios salmón como en la deportiva. El futbolista del Milan no termina de encontrarse en plena forma y aunque ha vuelto a jugar tras su lesión de septiembre, en la que pudo volver a Madrid unos días para acompañar a sus hijos en el comienzo de las clases, sigue teniendo alguna molestia. Sin embargo, su actividad fuera del verde está imparable. Si hace unas semanas la prensa económica informaba del dividendo que se había llevado por deshacerse de un paquete de acciones de los famosos manolitos (más de cinco millones de euros), estos días es noticia también por invertir en la start up Golf Game Book.