Tú a Londres y yo a Italia: el príncipe Harry reclama en los tribunales británicos y evita de nuevo el encuentro con su padre, Carlos III
Una vez más, no habrá encuentro del monarca con su hijo pequeño. La casualidad ha querido que el duque de Sussex viaje a Londres mientras su padre está en Roma
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Este es el cuento de nunca acabar. O mejor dicho, dos cuentos de nunca acabar. La historia de un príncipe Harry que ha vuelto a reclamar en los tribunales británicos lo que considera que es suyo. Y que, otra vez, ha evitado el encuentro con su padre, Carlos III. La casualidad ha querido que mientras el duque de Sussex está en Londres, el Rey esté en Roma. Así que han pasado ya 14 meses sin verse.
El príncipe Harry sigue insistiendo en que merece tener seguridad pagada por el Estado cuando viaja a Reino Unido. Considera que es una persona señalada y que no está a salvo, así que, como miembro de la familia real, reclama tener escoltas pagados por el pueblo británico. Este derecho se le quitó cuando decidió abandonar la Casa Real y no dudó en llevarlo a los tribunales, que, hasta el momento, no le han dado la razón.
Pero Harry no se cansa y apelaba esa decisión judicial, que llegaba en febrero de 2024. Así que este martes ha tenido que presentarse de nuevo ante el juez para exponer, junto a su abogado, sus reclamaciones. Sí tiene seguridad cuando se encuentra en una residencia real o asiste aun evento oficial de la agenda de Buckingham, pero no para cuestiones privadas, que es lo que él pide.
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Así, a primera hora de este martes, aparecía en el Tribunal Superior de Londres, precedido y seguido de dos fornidos guardaespaldas pagados por él mismo. Enseñando que necesita seguridad en casi cualquier situación. Lo hacía tras pasar la noche en la capital británica y, una vez más, sin coincidir con su padre, que despegaba el día antes hacia Roma para iniciar una visita oficial de varios días.
Lo cierto es que la imagen del príncipe Harry entrando y saliendo de los juzgados no es ya nada extraña. Han sido varios los procesos abiertos durante estos años en los que ha estado involucrado. El último antes de este, una demanda contra el grupo mediático liderado por Rupert Murdoch, por escuchas ilegales y para la que finalmente llegó a un acuerdo millonario.
Como tampoco es nada extraño que pise suelo londinense y no vea ni a su padre ni a su hermano, el príncipe Guillermo, con quienes la distancia física y emocional parece insalvable.
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Esta vez, la casualidad ha querido que, mientras Harry está en Reino Unido, el monarca se encuentre en Italia. Pero tampoco es que padre e hijo necesiten kilómetros o excusas para no verse. Al contrario. En el último año, el duque de Sussex ha vuelto a su país en alguna que otra ocasión y en ninguna de ellas han pasado un rato juntos.
La última vez que se tiene constancia de que se vieron, aunque de forma exprés, fue en febrero del año pasado, un día después de que el palacio de Buckingham anunciara el diagnóstico de cáncer del rey Carlos. Su hijo pequeño no dudó entonces en ir a verlo, comunicándolo previamente a través de su portavoz, eso sí. No hubo entonces tampoco encuentro con el príncipe de Gales.
Con Guillermo sí tuvo oportunidad de coincidir en verano, por el funeral de su tío, Robert Fellowes. Pero de las veces que ha viajado a Londres por diferentes motivos, fueran más privados o más oficiales, reunirse con su padre no estaba incluido en su agenda. Y en esta ocasión, el hecho de que el monarca esté en Roma ha vuelto a evitar su encuentro.
Este es el cuento de nunca acabar. O mejor dicho, dos cuentos de nunca acabar. La historia de un príncipe Harry que ha vuelto a reclamar en los tribunales británicos lo que considera que es suyo. Y que, otra vez, ha evitado el encuentro con su padre, Carlos III. La casualidad ha querido que mientras el duque de Sussex está en Londres, el Rey esté en Roma. Así que han pasado ya 14 meses sin verse.