Es noticia
Menú
Hermés, el hijo de Kelly Rutherford que deslumbró en los Premios Vanitatis 2025: así fue su debut en un evento en España
  1. Famosos /
PREMIOS VANITATIS

Hermés, el hijo de Kelly Rutherford que deslumbró en los Premios Vanitatis 2025: así fue su debut en un evento en España

En nuestra gran noche, Hermés Giersch, el hijo de Kelly Rutherford, acaparó miradas sin proponérselo. Discreto y elegante, dejó claro que ha llegado para quedarse y resultó ser un rostro revelación

Foto: Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés Giersch. (Patricia Garcinuño para Vanitatis)
Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés Giersch. (Patricia Garcinuño para Vanitatis)

Hay presencias que no necesitan anunciarse para llenar el aire; bastan unos pasos contenidos, una mirada serena, y el murmullo se hace silencio. Así fue la llegada de Kelly Rutherford a la velada más esperada de la temporada. Bajo una llovizna leve que parecía más un efecto escénico que un capricho del clima, la actriz internacional descendió del vehículo junto a su primogénito, Hermés, quien, recién alcanzada la mayoría de edad, debutaba —sin aspavientos pero con una elegancia innata— en un acto público en tierras españolas.

placeholder Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés en un posado para Vanitatis
Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés en un posado para Vanitatis

El recibimiento fue discreto, casi íntimo. Miembros del equipo, atentos y solícitos, les ofrecieron cobijo bajo un paraguas. Ella, con una sonrisa agradeció el gesto con esa calidez sencilla que solo poseen quienes han conquistado la fama sin perder la esencia. A su llegada todos los cuellos se giraron a una sola dirección. Rutherford atravesó el umbral y generosa, comenzó a hacerse fotos con todos.

placeholder Kelly Rutherford y a su izquierda su hijo Hermés en un posado para Vanitatis. (Diego de la Fuente)
Kelly Rutherford y a su izquierda su hijo Hermés en un posado para Vanitatis. (Diego de la Fuente)

Pero entonces ocurrió lo inesperado. No fue solo la actriz quien concentró las miradas, sino también su joven acompañante. Hermés, hasta hace poco ajeno a los focos, se dejó ver con una naturalidad serena que no necesitó imponerse para hacerse notar. Posó junto a su madre y la acompañó durante todo el acto, con una discreción que hablaba por sí sola. En su forma de estar, en cada gesto medido, asomaba algo más que buena educación: el comienzo de una presencia propia.

placeholder Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés posando en el photocall de los premios Vanitatis. (Patricia Garcinuño para Vanitatis)
Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés posando en el photocall de los premios Vanitatis. (Patricia Garcinuño para Vanitatis)

Hermés, nacido en 2006, lleva un nombre que evoca elegancia desde su origen: fue elegido en honor a la emblemática casa de moda Hermés, un guiño directo al universo estético que tanto representa a su madre. Tiene una hermana menor, Helena Grace, aún fuera del foco público por su edad.

placeholder Kelly Rutherford recogiendo el premio Vanitatis con un vestido de Jorge Redondo, también premiado
Kelly Rutherford recogiendo el premio Vanitatis con un vestido de Jorge Redondo, también premiado

Durante años, Hermés mantuvo un perfil bajo, alejado de los medios y de los actos sociales. Pero este mes marcó un giro inesperado: debutó en la portada de Harper’s Bazaar Netherlands, compartiendo plano y protagonismo con su madre. En persona, se mostró cercano y atento. Aunque algo reservado en las distancias cortas, no dejó de sonreír ni de saludar con cortesía a quienes se le acercaban. Fue, en muchos sentidos, una presentación silenciosa pero firme: la de alguien que empieza a ocupar su lugar.

placeholder Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés durante la cena de los premios Vanitatis. (Andrea Vega)
Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés durante la cena de los premios Vanitatis. (Andrea Vega)

Su perfil de Instagram, abierto al público, supera ya los trece mil seguidores, y revela con nitidez que su reciente aparición en la portada de Harper’s Bazaar Netherlands no fue fruto del azar ni del apellido que lleva. Lejos de ser solo “hijo de”, Hermés ha comenzado a labrarse un camino como modelo, colaborando con distintas firmas de moda y demostrando una presencia que trasciende lo heredado.

placeholder Kelly Rutherford recogiendo el premio Vanitatis. (Andrea Vega)
Kelly Rutherford recogiendo el premio Vanitatis. (Andrea Vega)

La influencia de su madre, sin duda, ha sido determinante, pero su curiosidad va más allá de las pasarelas. A través de sus publicaciones se adivina una sensibilidad amplia: le interesa la música, el arte, el teatro; practica tenis y esquí, y parece moverse con naturalidad entre el gusto estético y la inquietud intelectual. Más que seguir una estela, Hermés está dibujando la suya, en voz baja pero con paso firme.

placeholder Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés durante la cena de los premios Vanitatis. (Andrea Vega)
Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés durante la cena de los premios Vanitatis. (Andrea Vega)

En los pasillos del Teatro Príncipe Pío, durante el cóctel previo a la cena, las conversaciones se entrelazaban entre copas y saludos, pero había un comentario que se repetía con naturalidad entre los invitados: “Qué guapo”, “Qué discreto, qué buena pinta”. Las miradas, aunque contenidas, volvían una y otra vez hacia él, que se mantenía sereno, siempre cerca de su madre.

placeholder Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés en el cocktail posando para Vanitatis
Kelly Rutherford junto a su hijo Hermés en el cocktail posando para Vanitatis

Ya en la sala, cuando se sirvieron los primeros platos y las luces bajaron, madre e hijo tomaron asiento juntos. Fue entonces cuando Kelly tomó la palabra. Su discurso, íntimo y generoso, resonó con fuerza entre los asistentes. Hermés la escuchó con atención, visiblemente emocionado, como quien entiende el peso de cada palabra y también el recorrido que las ha hecho posibles. En ese instante, no era solo el hijo de una actriz: era un testigo privilegiado, y también parte de la historia que se estaba contando.

placeholder Kelly Rutherford, en su discurso tras recoger el premio Vanitatis
Kelly Rutherford, en su discurso tras recoger el premio Vanitatis

Así, en la noche de Vanitatis, no solo se celebró el encuentro entre figuras consagradas, sino también el descubrimiento de una nueva presencia. Hermés, hasta hace poco ajeno a los focos, se dejó ver con una naturalidad que no buscaba protagonismo, pero que inevitablemente lo atraía. Quizás, con el tiempo, alguna firma española repare en él y lo veamos de nuevo por aquí, esta vez como rostro de campaña o en alguna pasarela. De momento, su aparición ha sido una grata sorpresa. Y si decide volver, sin duda, bienvenido será.

Hay presencias que no necesitan anunciarse para llenar el aire; bastan unos pasos contenidos, una mirada serena, y el murmullo se hace silencio. Así fue la llegada de Kelly Rutherford a la velada más esperada de la temporada. Bajo una llovizna leve que parecía más un efecto escénico que un capricho del clima, la actriz internacional descendió del vehículo junto a su primogénito, Hermés, quien, recién alcanzada la mayoría de edad, debutaba —sin aspavientos pero con una elegancia innata— en un acto público en tierras españolas.

Premios Vanitatis Vanitatis Exclusivo Eventos EC