Es noticia
Menú
Fornería Ballaró: alma siciliana y amor al riesgo
  1. Gastronomía
restaurantes italianos

Fornería Ballaró: alma siciliana y amor al riesgo

Conocida por su horno de leña y sus estupendas pizzas, su renovada propuesta gastronómica va mucho más allá y nos lleva en volandas hasta la auténtica cocina de Sicilia

Foto: Angelo Marino.
Angelo Marino.

Piensa en tu restaurante italiano favorito. ¿Qué sueles pedir allí? No es difícil imaginarlo, porque, salvo honrosas excepciones, en los italianos suele costarnos abrir el abanico de opciones y terminamos refugiándonos en la acogedora opción de la pasta o la pizza. Algún antipasto, algún risotto tal vez y poco más. Es como si se nos hiciera bola el atrevernos a probar otras especialidades, y más si no nos resultan familiares.

placeholder La terraza, perfecta en primavera.
La terraza, perfecta en primavera.

En Fornería Ballaró la primera tentación es la de pedir una pizza. No en vano sus creadores, el siciliano Angelo Marino (de Mercato Ballaró), Rafa Vega (de Piu di Prima) y Chema Alonso se propusieron crear ‘la mejor pizzería al este del Mississippi’. Ayudados por un horno de leña de los buenos, en este italiano se hacen unas pizzas bien ricas y también unos cuantos platos de pasta que se salen del tradicional carbonara o boloñesa y que cumplen sobradamente con los cánones de cualquier escuela italiana.

Pero hoy la Fornería viene a estas páginas para hablar del resto de su propuesta gastronómica, una propuesta orquestada por Marino y que acaba de renovarse en su carta de primavera-verano. Si los nombres se nos hacen extraños, nada como dejarse asesorar en la sala o en la terraza por Branko, un serbio al que le gusta bautizar platos y que explica y defiende con pasión las recetas de la casa.

placeholder Carpaccio de solomillo.
Carpaccio de solomillo.

¿Qué podemos comer? Un pesto diferente que encontramos en una contundente ensalada de cereales orgánicos (12,50 €). Es una buena ocasión para probar el maravilloso pistacho de Bronte -el pesto siciliano no se hace con piñones-, que se cultiva en la región de Catania y está considerado uno de los mejores del mundo.

Una tentación: los arancini di riso (6 € dos unidades) Otra especialidad de la cocina siciliana, se trata de unas croquetas elaboradas con pasta de arroz y que pueden tener distintos rellenos: ragú de ternera, morcillo y tuétano al azafrán, pollo con curry verde y berenjena…

placeholder Arancini di riso.
Arancini di riso.

No te puedes perder: una curiosa versión del clásico vitello tonnato (16 €) en la que la ternera se sustituye por presa ibérica. Refrescante y muy sabrosa, es una muestra del empeño puesto por Marino en la elección de los ingredientes… y de los proveedores (la presa es de Carrasco)

Y de pasta y pizza, ¿qué? Es difícil resistirse a no probar una de las nuevas pizzas (o alguna de las clásicas). Nuestra apuesta, la de trufa negra, panceta y mozzarella Fior di latte. Pero es también espectacular la de gorgonzola, mascarpone y manzana verde, que incorpora un speck ahumado difícil de olvidar. En la pasta, hay opciones sumamente tentadoras. Nosotros probamos los tortelloni de calabaza con mantequilla de Covadonga, deliciosa la pasta y rotundo el relleno: si queremos probar distintos platos, mejor pedir medias raciones.

placeholder Con trufa negra y panceta.
Con trufa negra y panceta.

Menú para las noches de primavera: de lunes a jueves, y hasta el 21 de junio, puedes probar el menú Nocturno de Primavera. Pensado para dos, incluye el clásico Spritz o Prosecco, un entrante y una pizza pequeña para compartir, un plato de pasta para cada comensal y un postre también para compartir. El precio del menú para dos personas es de 35 euros.

¿Tienes un dispositivo móvil iOS o Android? Descarga la APP de Vanitatis en tu teléfono o tablet y no te pierdas nuestros consejos sobre moda, belleza y estilo de vida. Para iOS, pincha aquí, y para Android, aquí.

Piensa en tu restaurante italiano favorito. ¿Qué sueles pedir allí? No es difícil imaginarlo, porque, salvo honrosas excepciones, en los italianos suele costarnos abrir el abanico de opciones y terminamos refugiándonos en la acogedora opción de la pasta o la pizza. Algún antipasto, algún risotto tal vez y poco más. Es como si se nos hiciera bola el atrevernos a probar otras especialidades, y más si no nos resultan familiares.

Los mejores restaurantes italianos de Madrid