Paris Hilton, aconsejada por una tía presidiaria

La cuenta atrás ha comenzado. Mientras Paris Hilton ya casi hace las maletas para mudarse a la cárcel, le llueven las ayudas a través de la prensa. La última en sumarse ha sido una pariente, otra oveja negra de la familia Hilton que tuvo que pasar por el mismo trance que la polifacética reina de los saraos. Una de las tías de la joven, que acaba de abandonar la prisión, ha mostrado su apoyo a la artista, que tendrá que ingresar en prisión el próximo día 5 de junio para afrontar una pena de 45 días.

Paris Hilton cuenta desde hoy con el testimonio de una hermana de su madre, Elizabeth Avanzino, que le ha dedicado, a través de las páginas del diario New York Post, una sentida carta en la que le ofrece su apoyo para que llegue bien preparada a su experiencia entre rejas. La experiencia siempre es un grado.

“Quiero apoyar a Paris y hacerle darse cuenta de que todos nos podemos equivocar. Yo dirigía una galería de arte, entonces me di al alcohol y empecé a hacer otras cosas”, dice en las páginas del rotativo neoyorquino Avanzino, hermana de padre de Kathy Hilton. Paris, de 26 años, se enfrenta a una condena de 45 días de prisión por violar los términos de su libertad condicional y conducir sin licencia, por lo que deberá ingresar en el Correccional de Mujeres Century en Lynwood, California, a más tardar el próximo 5 de junio.

Avanzino, que nunca ha tenido relación con Paris ni sus otros tres sobrinos, ha explicado así a la famosa hija de su hermana su experiencia en la cárcel de mujeres de Rhode Island, como consecuencia de varias penas por agresión, tenencia de drogas, y prostitución.

“No quiero nada de los Hilton, sólo quiero que hablemos. Paris es una persona y, como tal, se equivoca, pero creo que este tema es más profundo. Las personas deben conocer las raíces de sus problemas”, explica la tía, quien asegura que no busca “ni fama ni dinero, simplemente la amistad y la oportunidad de conocerla”.

La tía de Paris, que ha pasado varias veces por prisión desde principios de los noventa, y asegura que tuvo problemas de ludopatía, alcoholismo y adicción a la cocaína y la heroína, se muestra, sin embargo, contrariada por la vida de una sobrina a quien dice admirar. “No quiero juzgar a nadie, aunque no entiendo como gente de su clase no puede ser más responsable”, dice Avanzino, quien asegura que "el dinero, la fama y la fortuna de Paris pueden esconder sus adicciones, pero una adicción es una adicción, ya sea al alcohol o al exceso de velocidad, y corre por la venas".