El requerimiento de Jaime de Marichalar

La separación de los duques de Lugo y la publicación de una polémica portada en la revista Época siguen dando que hablar. A pesar de que la Infanta Elena y Jaime de Marichalar enviaron un comunicado conjunto para negar su divorcio y el supuesto consumo de cocaína del duque, el todavía matrimonio sigue en boca de todos. Pese a que ninguno ha presentado una demanda contra el citado medio, Marichalar ha movido ficha para proteger su intimidad.

 

Según ha podido saber Vanitatis.com¸ ni Jaime de Marichalar ni la Infanta Elena han iniciado acciones legales contra esta revista. Sin embargo, sí se ha presentado, a petición de Concha Sierra, en calidad de abogada del duque de Lugo, un requerimiento notarial por el que la letrada solicita a Época que se abstenga de publicar información de todo lo que afecta a Jaime de Marichalar. En caso de que la publicación no cumpliera con el requerimiento dejan la puerta abierta para tomar otro tipo de medidas legales.

Así lo había anunciado los duques de Lugo el pasado viernes a través de un comunicado conjunto de sus representantes. En ese comunicado, rubricado por Jesús Sánchez Lombás y Concha Sierra, abogados de doña Elena y de Jaime de Marichalar respectivamente, afirmaban que "son absolutamente falsas y carentes de base alguna las pretendidas iniciativas, supuestamente en curso, sobre el divorcio o demanda de nulidad matrimonial ante Tribunal eclesiástico alguno, a petición de cualquiera de las partes". Por todo ello, añadían en dicho escrito que "ante imputaciones de carácter injurioso, calumnioso y atentatorio al honor y a la intimidad de las personas, contenidas en distintos extremos del reportaje que se desmiente, las partes se reservan la facultad de ejercitar las acciones legales de todo tipo que les corresponden", dejando la posibilidad de demandar al medio.

Aunque se especulaba con la posibilidad de que hubiera una continuación del artículo en el número de Época aparecido este viernes, la revista no ha dado más datos de esta historia en la que, según publicaron, se acusaba a Elena de utilizar el consumo ocasional de cocaína de su marido como arma arrojadiza para el divorcio. En un editorial, este semanario niega haber afirmado que la información publicada en su anterior número fuera la primera de una serie de tres sobre la separación real. Dicen que se hablaba de “tres informaciones comprometidas” que en ningún caso iban en referencia al asunto. Sin embargo, no descartan ampliar la información en un futuro sin fecha. “Las fuentes de que hablamos no han cesado de manar”, dicen.

Por su parte, la Casa Real mantiene las distancias. Según han confesado, desconocen si la Infanta Elena va a emprender acciones legales contra la publicación ya que dicen ese tema “pertenece al ámbito privado” y no al oficial. De momento, la primogénita real cumple con buena cara con sus compromisos oficiales y su labor en la Fundación Mapfre. A casi un año de su “cese temporal de la convivencia”, su divorcio y su separación legal tendrá que esperar.