El novio de la duquesa niega su boda
El verano le ha sentado bien al funcionario Díez que, salvo en momentos muy puntuales, no pierde la calma. Y eso que todos los días aparecen
El verano le ha sentado bien al funcionario Díez que, salvo en momentos muy puntuales, no pierde la calma. Y eso que todos los días aparecen nuevas informaciones sobre su estado emocional, laboral, lúdico y hasta físico, al mostrar al mundo este verano su cuerpo serrano cual tritón cincuentón.
Sus apariciones estelares junto a su novia en el mar de Ibiza certifican que el amor no tiene fronteras; que da igual que el marco incomparable sea una colchoneta que se hunde en el agua o una sillita bajo un parasol de rayas en Marbella, que la pirámide egipcia del año pasado. Alfonso se muestra entregado y su duquesa igual. Estos testimonios bilaterales de amor veraniego han sido el origen de varias de las informaciones que Díez ha negado rotundamente.
Asegura que no hay matrimonio a la vista y, por lo tanto, no hay razón para que tenga lugar una reunión en ningún despacho de abogados donde él rechace nada que tenga que ver con el patrimonio de Cayetana. También es incierto que tenga la intención de solicitar un año sabático (o dos) para acuartelarse en Sevilla junto a su amada. En este caso, y dado que la aristócrata no tiene que fichar y carece de horario laboral, sería más lógico que fuera ella la que se instalara en el palacio madrileño de Liria.
Que no olvide el funcionario que su pensión puede verse desfavorecida en el caso de la excedencia. Hasta aquí los desmentidos de Díez, que sólo perdió los nervios cuando un reportero de calle de corazón de iceberg le dijo que si sabía que en el barrio de Chueca de Madrid le llamaban “la duquesa”. Y de conocer el apelativo, si le molestaba. Y, rizando el rizo, que si sabía quién se lo habría puesto.
Alfonso no contestó. Sólo lanzó la misma mirada que le echó Saturno a su hijo antes de zampárselo en el cuadro de Goya. Por cierto, la duquesa no coincidirá con Preysler y su tribu en tierras de Escocia. La reina del baldosín se marchó el sábado en vuelo regular de Easy jet para asistir a la fiesta que el príncipe de Gales organiza para los proveedores de su fundación. Como siempre, Porcelanosa ha corrido con todos los gastos.
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