Baqueira recupera su glamour invernal con la llegada de la infanta Elena

Como es habitual en estas fechas, la hija mayor de los Reyes ha llegado a la estación leridana de Baqueira-Beret para disfrutar de unos días de vacaciones con un grupo de amigos, aficionados también al deporte rey de la Primera Familia: el esquí.

La duquesa de Lugo ha aprovechado el puente de la Constitución, que se ha visto salpicado por la polémica de los controladores aéreos, para relajarse sin sus hijos y deslizarse por las pistas del Valle de Arán, a las que, como el resto de la Familia Real, es una aficionada incondicional que repite año tras año. Luis Medina, hijo de Naty Abascal y del fallecido Duque de Feria, también se divierte en la estación preferida por los famosos con su nueva conquista, una joven a la que ya ha presentado a los medios y con la que se ha dejado ver en algún sarao.

Aunque Don Juan Carlos y Doña Sofía hace más de diez años que no visitan las instalaciones de Baqueira, esquiar siempre ha constituido una de las grandes aficiones de los Reyes, que han instruido a sus hijos y sus nietos en la disciplina deportiva.En esta ocasión, tampoco han acompañada a su hija, ya que se encontraban regresando de la Cumbre Iberoamericana celebrada en Argentina.

Incluso la última en incorporarse, la princesa Letizia, tuvo que tomar clases para adaptarse a su nueva vida de consorte nada más pasar por la vicaría. El príncipe, un gran aficionado desde pequeño, la ayudó en todo momento, como hace ahora con las pequeñas Leonor y Sofía. Las infantas también están aprendiendo, aunque, al parecer, lo hacen fuera de España, en una estación suiza, tal y como mostraban unas fotografías tomadas a principios de año.

Algo que causó un gran revuelo, ya que el croma de las proezas familiares siempre ha sido Baqueira- Beret, donde los Reyes tienen un 'casoplón' en La Pleta, con una construcción típica de la zona, que hace poco han ampliado para que los Urdangarines, que son seis, y los hijos de la infanta Elena, que ya es una mujer divorciada, no tengan problemas de espacio.

Cada año, la llegada de los vips al Pirineo catalán, así como la de los diferentes miembros de la Familia Real, devuelve el glamour y la exclusividad a una estación que siempre goza de una magnífica campaña publicitaria, gracias a famosos, aristócratas y reyes que disfrutan con su gastronomía y la infinidad de posibilidades que ofrece.

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