Es noticia
Menú
Philippe Junot reaparece en la boda de Carla Goyanes
  1. Noticias
NOTICIAS

Philippe Junot reaparece en la boda de Carla Goyanes

La boda de Carla Goyanes y Jorge Benguría tuvo de todo y por su orden. Dos sacerdotes oficiando la ceremonia, el padre Garralda y el padre

La boda de Carla Goyanes y Jorge Benguría tuvo de todo y por su orden. Dos sacerdotes oficiando la ceremonia, el padre Garralda y el padre Ángel de Mensajeros de la Paz, que conocen a la novia desde que nació y que hicieron de la liturgia religiosa una especie de recorrido familiar con anécdotas de la recién casada y su parentela. Un cóctel llamativo seguido de una cena, compuesta por carpaccio con foie, ensalada de rape y langostinos, merluza al pil pil con patatitas y pisto, y de postre, tarta de chocolate. Una actuación de Los del Río, que adornaron musicalmente el acto. Y el regreso sorpresa a la vida social de Philippe Junot.

Sin olvidar a Carlos Goyanes, el padre de la novia, a punto de la lágrima mientras llevaba del brazo a su niña hacia el altar, y ofreciendo esa sensación que transmiten todos los padres y padrinos de querer salir corriendo y no dejar a la hija en manos del futuro marido, aunque la hija esté en edad de cobrar trienios.

También los padres del novio, Carlos Benguría y Concha  Astorgui, espléndida con un vestido de color coral, expectantes ante el protocolo que había montado ¡Hola! para la exclusiva, que consistía en pasar por un photocoll dispuesto en el jardín del hotel. El relaciones públicas, Carlos Telmo, organizaba las fotos en las que había todo tipo de permutaciones para que el que no quisiera salir en la foto no hiciera el paseíllo y tan contentos.

Aquí no hubo engaño. Desde el principio los invitados sabían que el enlace estaba patrocinado y, por lo tanto, los que querían privacidad, como pasó con algunos empresarios tipo Alfonso Cortina, no pasaban por el escenario mediático.

Para que no hubiera despistes, una azafata recorría el jardín con un cartelito, como el que llevan los guías turísticos, en los que se anunciaba el timing gráfico y el orden. Así entre copa de cava y de vino blanco Vallegarcía, de la bodega del tío Alfonso Cortina, se sabía cómo iba el reportaje y lo que iba a dar de sí, que fue mucho dado el nivel de la convocatoria.

Desde Nieves Álvarez a la bella Elena Cué pasando por Pedro y Begoña Trapote, vestida a lo Audrey Herpburn en Vacaciones en Roma, que preparan un viaje a Estambul. Charo Vega, Fernando Fernández Tapias, que ejerció de padrino y sus niños de cortejo infantil, junto a su mujer, Nuria González, Candela Arroyo y su novio, Emiliano Suárez. Tamara Falcó, más mayor que su madre, Jaime Polanco y Fiona Ferrer, la jefe de comunicación de Alma Aguilar, Beatriz Mira Hafner, Pepe Barroso y Mónica Silva, Gunilla von Bismarck y Luis Ortiz o José María García y Montse Fraile.

Aunque los que se hicieron invisibles fueron Carmen Martínez Bordiú y José Campos, que esa noche no interactuaron con el resto de los invitados. A ninguno de los dos se les vio bailar, ni hacer happypandi con el resto. Ellos que son de mezclarse y disfrutar del jolgorio.

Carlos Martorell, Francisco Ortiz, hijo de Gunilla, y su mujer, Elisabet Dutú Mazas, que al día siguiente se marchaban de viaje a Los Angeles, donde tienen montada su vida, Ana Gamazo, vestida de Vitorio & Lucchino, y con un espectacular collar de coral de varias vueltas y, por supuesto, toda la familia Goyanes- Lapique, que se desvivieron para que los invitados disfrutaran de una noche magnífica donde hasta hubo luna llena colgada en el cielo.

Destacaron también la mujer de Manolo Lapique, Cristina Esteban Calonje, con uno de los vestidos más bonitos de la noche firmados por la diseñadora Belén Barbero (Bebas's Closet), Nuria March y la madre y tía de la novia.

Cary Lapique, con un Óscar de la Renta en color verde esperanza, o Miriam luciendo un Dior de gasas morado. No faltó Jaime de Marichalar mucho mas distendido que en otras ocasiones y escoltado por Naty Abascal, que el sábado hizo doblete en su condición de amiga de la familia y estilista de ¡Hola!. Ella se encargó de coordinar la puesta en escena de la novia mientras se vestía, la maquillaban y peinaban.

La reaparición de Philippe Junot

Pero quizá lo mas llamativo, aparte de la bella decoración de las mesas de la cena, organizada por Luis García Fraile, fuera el regreso a la vida social de Philipe Junot, desaparecido en combate después de su tercera separación matrimonial.

Se hizo visible en la ceremonia religiosa al ir a comulgar y después bailando sin parar con un grupo de fans entre las que curiosamente se encontraba su ex Nina Wendelboe. Junot que durante años fue la representación del machoman se ha quedado en nada y es la excepción que confirma la regla de que quien tuvo retuvo.

Si hace años llamaba la atención, ahora había que explicar a los mas jóvenes que ese señor que no paraba de moverse había sido el primer marido de Carolina de Mónaco. La cuestión es que las niñas monas en edad de merecer a las que Junot miraba como Kiko Rivera a los donuts de chocolate, a quienes les gustan son los Casiraghi, y no ese señor con buena pinta que podía ser su abuelo. Es lo que tienen los encuentros en la tercera fase.

Noticias relacionadas

Carla Goyanes se casa en Málaga bajo fuertes medidas de seguridad

La boda 'chollo' de Carla Goyanes

Los 27 vestidos de Carla Goyanes

Carla Goyanes despide su soltería al estilo Aznar 

 

La boda de Carla Goyanes y Jorge Benguría tuvo de todo y por su orden. Dos sacerdotes oficiando la ceremonia, el padre Garralda y el padre Ángel de Mensajeros de la Paz, que conocen a la novia desde que nació y que hicieron de la liturgia religiosa una especie de recorrido familiar con anécdotas de la recién casada y su parentela. Un cóctel llamativo seguido de una cena, compuesta por carpaccio con foie, ensalada de rape y langostinos, merluza al pil pil con patatitas y pisto, y de postre, tarta de chocolate. Una actuación de Los del Río, que adornaron musicalmente el acto. Y el regreso sorpresa a la vida social de Philippe Junot.

Carla Goyanes