Florentino Pérez, Tapias, Trinidad Jiménez y otros 'poderosos' que prefieren el Norte para veranear

Saint Tropez, Mallorca, Ibiza, Marbella… Empresarios, aristócratas, la alta bohemia de aquí y allá y también los simples ‘curritos’ escogen cada año los múltiples destinos que ofrece el Mare Nostrum para pasar unas vacaciones a golpe de sol y playa, combinadas con yates súper exclusivos y buena vida, si el cash, el pedigrí y la cartera lo disponen. Pero, para nuestros famosos también hay vida más allá de los placeres dionisíacos de las Pitiusas, las fiestas de espumillón de la ciudad del canto sin dueño o el glamour del rinconcito de la Costa Azul que tanto amó Brigitte Bardot. Cada vez más, los vips, en especial los más ricos, reividincan el Norte y su Cantábrico para desconectar de las tensiones del día a día.

Ana Patricia Botín, consejera delegada del banco Santander en el Reino Unido, su marido, Guillermo Morenés, y su prole solían pasar algunos días de holganza en la típica casona que poseen en Cantabria, en Ribamontán al Mar, un pueblo que no supera los 120 habitantes. Solían porque, parece ser que el ruido de las campanas de una iglesia que está anexa a su casa les quitaba el sueño. Decidieron presentar una demanda al ayuntamiento, donde explicaban que el tañido del reloj de espadaña de dicha iglesia no les dejaba dormir. El consistorio no les hizo mucho caso y denegaron la pretensión del ilustre matrimonio de silenciar las campanas. Desde entonces, y como consecuencia del viraje profesional de la influyente heredera, parece que la pareja y sus hijos han optado por otros destinos.

En cambio, a Fernando Fernández Tapias le ha pasado todo lo contrario. El naviero no puede vivir sin unos días de asueto en su Galicia natal, junto a sus hijos y su mujer, la exmodelo Nuria González, que se ha adaptado a la perfección. Ahora que el ‘Núfer’ ya no es tal y ha sido rebautizado y remodelado por Juan Carlos Cebrián, yerno de Amancio Ortega, el empresario lo mismo se refugia en Vigo capital, donde nació, que en La Toja, en la que en otros años ha coincidido con Simoneta Gómez Acebo o Dolores Sergueyeva, la nieta de La Pasionaria, que en las Rías Baixas, la zona preferida del fundador del imperio Zara para fondear con Valoria y sus cuarenta metros de eslora.

A Florentino Pérez, presidente del Real Madrid y de ACS, también se le ha visto aterrizar en el aeropuerto de Peinador, al igual que a Míchel o Hierro, míticos exjugadores del club blanco, que son unos enamorados de la ría de Aldán. Luis Tosar y Marta Etura, en cambio, son unos incondicionales de la costa de Lugo. Antes de poner rumbo a su palacio de San Sebastián, la duquesa de Alba siempre visita a su exnuera, María Eugenia Fernández de Castro, en Comillas, donde reside y tiene un negocio. Esta ciudad cántabra puede presumir de contar a lo largo de su historia con la reina Mª Victoria y Alfonso XIII o los antepasados de Cayetana Fitz James Stuart entre sus ilustres invitados.

Los políticos también se dejan ver por Galicia. La ministra Trinidad Jiménez repite año tras año en Barbanza, al norte de la ría de Arosa, donde vive la familia de su novio, el cámara Miguel Ángel de la Fuente. Al igual que sus compañeros de Gobierno. Elena Salgado suele descansar entre Ourense y Vigo, Francisco Caamaño lo hace en La Coruña, donde nació, mientras que José Blanco siempre visita la isla de Arousa. Rajoy, en cambio, opta casi todos los años por O Salnés, en Pontevedra.

Los hijos de Naty Abascal han disfrutado algún verano del Pazo de Oca, ubicado en la localidad de A Estrada, propiedad de los Medinacelli, aunque tanto Rafa como Luis Medina son más de playa y apenas pasan por allí. Este año, Carmen Polo se ha empeñado en cerrar el Pazo de Meirás al público y allí pasará sus vacaciones, entre cabezas disecadas de ciervos y un recalcitrante olor a humedad. Irán a visitarla sus hijos, los Martínez Bordiú, cuya presencia no es muy buen vista en la aldea rural de apenas de 800 habitantes. Nada que ver con la princesa Letizia que es recibida con vítores cada vez que se dejar ver en Ribadesella, el pueblo de su abuela Menchu. Dicen que le gustaría pasar más tiempo allí, por el calor de las Baleares- y también la prensa concentrada en pleno en Mallorca- le agobia. Está claro que los ricos, los influyentes, los poderosos y cada vez más famosos optan por el Norte para pasar sus vacaciones. Por algo será.

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