La Infanta Elena y la Reina, primeros 'royals' en aterrizar en Palma de Mallorca
Un verano más las miradas están puestas en Palma de Mallorca, y eso a pesar de que este año la ansiada instantánea de la Primera Familia
Un verano más las miradas están puestas en Palma de Mallorca, y eso a pesar de que este año la ansiada instantánea de la Primera Familia al completo que tanto beneficiaba a la institución y al turismo de la isla no se producirá finalmente.
La primera royal en comenzar oficialmente sus vacaciones en Palma ha sido la primogénita de los monarcas, la infanta Elena, que ha aterrizado en la isla acompañada de sus dos hijos, Victoria Federica y Froilán, quien ha regresado del internado del condado británico de Sussex para disfrutar del período estival junto a su familia. Doña Elena ha desembarcado en Marivent junto a su madre, quien ya pasó unos días en la ciudad con su hermana Irene -aunque no se dejaron ver, por cierto, paseando por la isla, como es tradición-.
Al igual que sucediera el año pasado, la Infanta Elena se ha adelantado a sus hermanos y ha puesto rumbo a la conocida como Isla de la Calma, según ha podido saber Vanitatis. Allí, los nietos de don Juan Carlos, como ya hicieran junto a los hijos de la infanta Cristina el pasado verano, han comenzado ya el curso de navegación en la Escuela Nacional de Vela de Calanova, una de las más prestigiosas del país donde reciben formación unos 150 niños cada semana, y que acoge el puerto deportivo más próximo al Palacio de Marivent, residencia oficial de la Primera Familia en la época veraniega.
Algunos de los presentes en las clases de vela de Victoria Federica y Froilán destacan las dotes regateadoras de éste, que recuerdan sobremanera a las que ha venido mostrando el Rey durante su larga trayectoria náutica.
Adiós al reclamo turístico
El retrato de la Primera Familia en Palma de Mallorca era uno de los bastiones turísticos de la isla, al margen de que ofrecía una imagen de unidad y estabilidad notable de cara al posicionamiento de la Casa Real. A diferencia del año pasado, en el que los miembros de la Familia Real coincidieron un par de días en Marivent, en esta ocasión Mallorca se quedará con las ganas, como ya sucediera en la tradicional misa de Pascua de este mismo año, de reunir a todos sus miembros.
Quizá la isla vuelva a desilusionarse con la institución,al igual que ocurrió el pasado año, por esa ausencia real, por la escasa promoción de Mallorca, a lo que contribuyó sobremanera el regalo del yate Fortuna de los empresarios al Rey, y la cesión y ampliación de Marivent, perteneciente a Patrimonio Nacional, para que la Primera Familia veranease allí.
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