Francisco Rivera retoma sus planes de boda tras perder la custodia de su hija

La confirmación de la sentencia que otorga a Eugenia Martínez de Irujo la custodia de su hija Cayetana podría hacer que el futuro sentimental de Francisco Rivera de un giro inesperado. Según fuentes de su entorno, el extorero estaría planteándose la posibilidad de retomar sus planes de boda con Lourdes Montes. Unos planes que se vieron paralizados cuando Tana, así llaman a la pequeña, le expresó el deseo de vivir con él.

Según ha podido saber Vanitatis, las relaciones entre la niña y la novia de Fran no serían tan  fluidas como él hubiese deseado. A pesar de que el exmarido de Eugenia llegó incluso a comprar una casa en Sevilla con la finalidad de comenzar una vida junto a su novia y a su hija, el proceso para otorgar la custodia a una de las partes habría deparado alguna que otra sorpresa. Ante las preguntas formuladas en el juzgado de familia sobre con quién quería vivir Cayetana, con papá o con mamá, la niña se habría inclinado en un principio por su padre. Sin embargo, Lourdes no formaba parte del lote para ella.

Si en algún momento el extorero tuvo que poner en su balanza el amor que sentía hacia su hija y la vida en común que pretendía emprender junto a su novia, los deseos de Tana habrían pesado más, tal y como explicaron amigos de Fran en Sálvame recientemente. Hasta el punto que de haber conseguido la custodia de Cayetana, Francisco tenía la intención de hacerla efectiva de manera inmediata trasladándose a vivir a Madrid junto a ella. El extorero no estaba dispuesto a perder el tiempo y viviría en la capital hasta que la niña terminase el curso escolar, dejando a Lourdes en Sevilla, lugar donde tiene su residencia habitual.

Una boda a la espera de la nulidad

Uno de los obstáculos que tendrá que salvar Francisco para contraer matrimonio por la Iglesia con Lourdes, tal y como parece ser su deseo, es conseguir la nulidad de su unión eclesiástica con Eugenia Martínez de Irujo. Si la hija de la duquesa de Alba en un principio no se opuso a esta petición, argumentando que su separación con Francisco la tenía más que superada, el hecho de que éste solicitase la custodia de Cayetana le habría hecho cambiar de opinión.

Francisco Rivera presentaba la demanda de nulidad en febrero del año 2012. Unos meses después, el 17 de julio, Eugenia decidía no presentarse a la citación ante el tribunal eclesiástico que dirime las disoluciones matrimoniales, algo que volvió a suceder en octubre, cuando se  esperaba la presencia de la hija de la duquesa en el juzgado, pero tampoco se presentó. Una decisión que según varios expertos consultados por este portal dilataría sin razón los plazos establecidos para conseguir la nulidad de un matrimonio que lleva más de cinco años separado y que lo tiene fácil si de verdad quiere deshacer su unión. Pero la intención de Eugenia no era otra que incomodar a Fran.

De momento Eugenia se queda con la niña y Francisco continúa sin obtener la nulidad. Sus planes de casarse tendrán que esperar. Unos planes que el extorero no dudó en aparcar porque para él lo importante era Cayetana. “Si algo tengo claro en la vida es lo que significa   mi hija para mí. Y lo que estaría dispuesto a hacer por ella… todo”, escribía Fran en una red social. Quizá en ese “todo” incluía aparcar por el momento su futuro con Lourdes.