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Lourdes Montes, la abogada sevillana que retiró a Francisco Rivera de su soltería
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SU FAMILIA TEMÍA LA FAMA DEl torero

Lourdes Montes, la abogada sevillana que retiró a Francisco Rivera de su soltería

La muerte de su padre le hizo madurar demasiado pronto. Tenía que ayudar a su madre con sus dos hermanos pequeños, lo que creó un lazo y una relación más allá de la de madre e hija. Siempre se han apoyado la una a la otra, por ello, cuando conoció a Fran

Foto: Lourdes Montes, en una imagen de archivo (I.C.)
Lourdes Montes, en una imagen de archivo (I.C.)

Se encontraron por primera vez en la Feria de Abril de hace dos años. Lourdes tenía novio y Francisco tonteaba con alguna de las muchas chicas que frecuentaba en aquel momento. Como soltero, podía estar y hacer lo que le viniera en gana y, por lo tanto, la de turno no era nada serio. En cambio, Lourdes sí. La joven estaba con su grupo de amigos en La Pandereta, la caseta 153 de la calle Juan Belmonte, disfrutando de la feria, que junto con el Rocío son dos acontecimientos lúdicos fundamentales en su vida.

Esa noche, Lourdes no le hizo caso y, seguramente, por eso el torero se fijó en ella. Al menos eso cuentan sus amigas del colegio de La Compañía de María de Sevilla, con las que sigue manteniendo contacto, igual que con los compañeros de la facultad de Derecho. Muchos de ellos están invitados a la fiesta nupcial de hoy. “Fran fue a machete con ella”, dicen.

Aseguran que Lourdes se tomó su tiempo y no se lo puso nada fácil al torero. Su fama le precedía y, por lo tanto, los que la querían le aconsejaron que tuviera cuidado, que Francisco era un conquistador nato y que se lo tomara con tranquilidad. Hasta Lourdes madre, una señora muy fuerte que se quedó viuda en 1991 con tres niños que sacar adelante, no estaba muy convencida con la nueva relación de su hija. Pensaba que iba a sufrir y quería evitar lo que para todos parecía obvio. Tampoco estaban muy seguras la tía Pilar, casada con José Manuel Soto, que sí mantenía cierta amistad con Rivera –dicen que la canción Por ella se la dedicó el cantante a la bella Carmina Ordoñez–, y la tía Blanca Parejo, componente de las Seventies, a quien que su sobrina preferida fuera novia del torero le daba el mismo miedo que al resto de la familia. Salvo por cuestiones profesionales referidas a la vertiente musical, Los Montes-Parejo tenían fama de gente muy discreta y poco dada a salir en las revistas.

Lourdes es la mayor. Tiene dos hermanos más pequeños, Curro y Sibi. La muerte de su padre la hizo madurar demasiado pronto y siempre ha sido un apoyo fundamental para la madre, quien ejerce la medicina en uno de los hospitales de la ciudad. En Sevilla era normal ver a las dos frecuentando los locales de moda como El Rejoneo, uno de los lugares más divertido de la ciudad, con la pandilla de Lourdes. La doctora Parejo, igual que Lourdes, baila muy bien por sevillanas y bulerías. Precisamente, uno de los atractivos de la boda es el flamenco con Los Alpresa y, por supuesto, el tío José Manuel Soto y su guitarra.

Lourdes acabó Derecho y se puso a trabajar en el despacho de Rojas Marcos. Un trabajo que le gusta a pesar de que no ejerce como tal en los tribunales. “Me gusta mucho más la labor de despacho. Hay compañeros que se les da mejor hablar y defender en sala y a mí resolver sobre mi mesa”, explicaba a Vanitatis cuando acudió al desfile de Pronovias, la firma que le ha cosido el vestido nupcial, aunque dirigido por ella. “Desde que tenía 17 años he soñado con el traje y lo he dibujado y lo he rediseñado”.

Lourdes proviene de una familia tradicional y tenía muy claro cuál quería que fuera su futuro afectivo. “Casarme por la iglesia y tener dos o tres niños”, contaba a sus amigas. Lo que no imaginaba es que su marido seria Francisco Rivera Ordoñez.

Se encontraron por primera vez en la Feria de Abril de hace dos años. Lourdes tenía novio y Francisco tonteaba con alguna de las muchas chicas que frecuentaba en aquel momento. Como soltero, podía estar y hacer lo que le viniera en gana y, por lo tanto, la de turno no era nada serio. En cambio, Lourdes sí. La joven estaba con su grupo de amigos en La Pandereta, la caseta 153 de la calle Juan Belmonte, disfrutando de la feria, que junto con el Rocío son dos acontecimientos lúdicos fundamentales en su vida.

Francisco Rivera
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