Eugenia Martínez de Irujo y Mar Flores, dos excuñadas de "hola y adiós"

La hija de la duquesa de Alba ha vuelto a incorporarse a la vida social. Desde que recibiera la sentencia en la que no se modificaba el régimen de custodia de su hija, Cayetana, Eugenia Martínez de Irujo ha vuelto a dejarse ver en los actos sociales.

El desfile del modisto Jorge Vázquez, que se realizó en el Jardín Botánico de Madrid, ha servido para comprobar que Eugenia se encuentra fenomenal. La convocatoria, en la que se presentaban las propuestas del diseñador para el próximo invierno, sirvió también para reunir a numerosos rostros conocidos que acudieron a la cita organizada por la firma. Todos los que acudieron lo hicieron por amistad y sin caché, como empieza a no resultar habitual en los encuentros sociales.

Una de las invitadas estrellas fue precisamente Eugenia, que compartió primera fila con su hermano Fernando y con Mar Flores, además de otros muchos personajes que acuden estos días a los desfiles que se están celebrando en la capital con motivo de la Mercedes-Benz Madrid Fashion Week. La presencia de la duquesita era muy esperada. Durante el tiempo que duró el litigio, la hija de la duquesa de Alba prefirió llevar una vida más retirada, volcada en su trabajo en Tous y su actividad en la fundación Pequeño Deseo, a la que dedica mucho tiempo. Es la cara visible, pero también ejecutora, a la hora de conseguir que se cumpla el deseo de unos niños con enfermedades crónicas.

Mar Flores es arte y parte de esta puesta en escena porque los accesorios que lucían las modelos eran obra suya. Una línea que acaba de sacar al mercado y que tienen un fin benéfico, ya que parte de los beneficios que obtiene se destina a la ONGWomen Together, de la que la actriz es embajadora. Mar fue novia de Cayetano Martínez de Irujo y vivió con él una ruptura muy complicada. El hijo jinete de la duquesa no se portó demasiado bien con ella y desde ese momento se rompió toda comunicación entre ambos. Más adelante la duquesa le dedicó unas palabras muy duras que Mar Flores procuró olvidarlas. Como es una mujer conciliadora y con buen talante, no les quiso dar importancia y decidió seguir con su vida familiar.