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Patricia Rato y Javier Moro, fin de semana en la sierra de Gredos
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fueron invitados a una cacería

Patricia Rato y Javier Moro, fin de semana en la sierra de Gredos

La ex de Espartaco y el empresario de Talavera de la Reina han vuelto a ser vistos juntos. Esta vez ha sido en una cacería a la que se ambos fueron invitados en la sierra de Ávila, según ha podido saber 'Vanitatis'

Foto: Patricia Rato en una imagen de archivo (I.C.)
Patricia Rato en una imagen de archivo (I.C.)

Patricia Rato no se esconde, pero tampoco quiere que su vida privada se altere por informaciones relacionadas con su estado emocional y afectivo. Según ha podido saber Vanitatis, hace un par de semanas se la vio junto al empresario Javier Moro en la sierra de Gredos, donde unos amigos comunes les habían invitado a por separado a una cacería. Patricia acudió con su hijo Juan, que además de entusiasmarle el campo mantiene amistad con los hijos de los anfitriones, con los que comparte edad. Según contaba la propia Patricia hace un tiempo, “procuro hacer mucha vida al a libre con mis hijos y siempre que podemos nos vamos los cuatro a casa de amigos. Disfrutamos mucho”.

“No era una escapada de pareja. Por ahora no lo son. Se llevan muy bien y Javier ha sido de gran apoyo para Pati (así la llaman) en momentos complicados. El futuro está por escribir y los dos se entienden de maravilla y con los hijos también”, indican a Vanitatis personas del entorno de los protagonistas. Estas mismas fuentes señalan que “ambos son muy cuidadosos con sus familias respectivas para que no haya malas interpretaciones con las noticias que puedan salir en la prensa. Ni a ella ni a Javier le interesa publicidad”. Por otro lado, señalan que “aunque se tienen mucho cariño, cada uno hace su vida independiente. Sin ir más lejos, el fin de semana pasado Pati y sus hijos estuvieron en el campo de otros amigos en Salamanca y Javier no estaba”.

placeholder Patricia Rato y Javier Moro en una imagen de archivo (I.C.)

Durante años, Patricia Rato y Javier Moro se movían en el mismo círculo de matrimonios y, sin embargo, nunca llegaron a coincidir, a pesar de que compartían amistades con caseta en la feria de Abril, con casa de invierno en Jaca, con fincas para monterías y cacerías, de las que ambos son muy aficionados. Hasta que no llegó la separación no hubo encuentro y, según dicen, además fue por casualidad. En su día la propia interesada lo explicaba a Vanitatis: “Me han inventado tantos romances que no tendría tiempo para desmentir esas historias. De hecho, han dicho que Javier y yo nos conocemos hace 20 años y que fue Juan (Espartaco) quien nos presentó en una montería y eso no era verdad”.

En realidad se encontraron en “una reunión donde, excepto ellos dos, el resto estaba emparejado, así que la situación forzó un poco a que se conocieran. Se cayeron bien y a partir de ahí nació una amistad”. En el entorno de Patricia nadie confirma la relación, “aunque reconocen que hay mucha afinidad y con gustos y perfiles muy parecidos. A los dos les gusta el campo, el cine, planes al aire libre y el mar. Javier ha veraneado de toda la vida en Cádiz y Patricia en la época en la que estaba casada con Espartaco también, pero no se trataban porque no se conocían”, cuentan a Vanitatis.

Patricia Rato (I.C.)El verano pasado se quiso relacionar la estancia de ambos en Cádiz como una señal de que la historia iba en serio. Sin embargo, lo único que había es que repetían lugar de vacaciones. Patricia Rato se encuentra en un momento muy bueno de su vida después de la tormenta afectiva que supuso su separación. Mantiene una relación cordial con Espartaco, sus hijas son excelentes estudiantes y Juan, el pequeño de la casa, es un adolescente feliz que no crea problemas. En el plano profesional, continúa colaborando con la revista Telva realizando entrevistas a personajes líderes en sus sectores, como el director del Museo del Pardo o la presidenta de Malawi. Y, como el resto de la familia Rato, colabora en la fundación padre Arrupe, de la que su madre, Felicidad Salazar Simpson, es el bastón de mando.

Patricia se separo en 2009 y, por lo tanto, es una mujer libre. Para Javier Moro tampoco representa ningún problema más allá de que puede afectar a su intención de mantenerse al margen de los medios de comunicación. Está divorciado, tiene dos hijas y muy buena prensaen el mundo empresarial. Su familia lleva desde principios del siglo XX vinculada a Talavera de la Reina a través de sus empresas de harinas. El padre inauguró en 1939, en la calle Trinidad, la primera fábrica, que con los años se trasladó al polígono Torrehierro, convirtiendo las instalaciones en una empresa puntera de Castilla la Mancha.Los que tratan al empresario afirman que es una persona educada y muy comprometida socialmente. Además, tiene su matrimonio anulado.

Patricia Rato no se esconde, pero tampoco quiere que su vida privada se altere por informaciones relacionadas con su estado emocional y afectivo. Según ha podido saber Vanitatis, hace un par de semanas se la vio junto al empresario Javier Moro en la sierra de Gredos, donde unos amigos comunes les habían invitado a por separado a una cacería. Patricia acudió con su hijo Juan, que además de entusiasmarle el campo mantiene amistad con los hijos de los anfitriones, con los que comparte edad. Según contaba la propia Patricia hace un tiempo, “procuro hacer mucha vida al a libre con mis hijos y siempre que podemos nos vamos los cuatro a casa de amigos. Disfrutamos mucho”.

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