El chollo inmobiliario de las hijas de Ignacio González: dos pisos de VPPB en Valdebebas
En un ambiente muy distinto del de su Aravaca natal, las dos hijas mayores del hombre fuerte de Esperanza Aguirre adquirieron sendos pisos de protección pública
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"Aquí vive gente joven, normal. Los hay en paro, trabajadores, sin hijos, con hijos y algún gitanillo". Esto es lo que cuenta uno de los pocos vecinos que una mañana de diario entra en una de las promociones construidas de la calle Fernando Higueras, en el PAU de Valdebebas. Un lugar donde, de momento, el centro neurálgico es la Ciudad Deportiva del Real Madrid, una inmensa (y semidesértica) zona entre el recinto ferial Ifema y el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, al noroeste de Madrid.
El joven de 28 años, estudiante de oposiciones a profesor, que atiende a este medio, es uno de los vecinos de Lourdes, médico residente, y Patricia, economista, ambas González Cavero de apellido, las hijas mayores de Ignacio González (tiene otra más, Rocío, estudiante de Medicina), hombre fuerte de Esperanza Aguirre y que actualmente está detenido por su supuesta implicación en la desviación de fondos en el Canal de Isabel II, en la llamada Operación Lezo.
La particularidad de las viviendas que comparten el opositor anónimo y las hijas de González -junto con otros 169 vecinos- es que todos habitan pisos de Protección Pública de Precio Básico (VPPB). Este, por cierto, tiene aspecto de colmena y su diseño lleva el sello de un prestigioso arquitecto, Francisco Mangado, profesor visitante en las universidades de Harvard y Yale, según indican en la página web de Valenor, que es la promotora de este edificio.
Aravaca, Estepona y Valdebebas
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Y es aquí cuando las hijas de Ignacio González cambian la mansión familiar, donde su padre fue detenido el pasado martes -ese impresionante unifamiliar de casi 500 metros cuadrados con parcela de idéntico tamaño situado en Aravaca-, por sus dos pisos de 80,62 metros útiles en el noroeste de la capital. De la piscina privada a la compartida con otros 175 vecinos. Las dos hijas tienen una hipoteca pendiente de casi 145.000 euros con el BBVA por cada uno de los inmuebles.
El ambiente en Valdebebas es bastante distinto del que frecuentan cuando veranean en el lujoso (y maldito) ático de sus padres, en la urbanización Alhambra Golf, en Estepona. Ese ático donde celebraron, en su terraza de más de cien metros, la 18 onomástica de Francisco Nicolás, según el mismo declaró a 'El Mundo'. Entonces Nicolás aseguró que tenía "una relación muy buena con Ignacio González y con sus hijas". De hecho, la menor le "hizo una fiestecilla sorpresa en el famoso ático de Estepona" y la mujer de González, Lourdes Cavero, le "trajo una tarta".
Protección oficial y vecinos de planta
Las hijas de Ignacio González accedieron a estos pisos sujetos a un Precio Máximo Legal de Venta (PMLV), es decir, un precio que la Comunidad Autónoma de Madrid fija por metro cuadrado de superficie útil en cada municipio y por encima del cual no puede ser vendida, lo que facilita el acceso a la vivienda para las personas con menores recursos económicos (p. ej. jóvenes). Para acceder a viviendas VPP, los ingresos familiares no deben superar 5,5 veces el IPREM. Supuestamente las hijas mayores de Ignacio González superaban con creces estos requisitos de la Comunidad de Madrid y firmaron su escritura de propiedad el 30 de enero de 2014. Pero su suerte no acaba aquí. También consiguieron ser vecinas, ya que una está en la planta 3 y la menor, en la 5 del mismo edificio y la misma letra.
La duración de la calificación de la vivienda como VPP será de 20 años a contar desde la calificación definitiva, si bien puede solicitarse la descalificación a partir de los 15 años. Para segundas y posteriores transmisiones el precio máximo legal de venta se calculará aplicando al precio de venta inicial actualizado según la variación del IPC un coeficiente del 1,5. Pasado ese tiempo, Lourdes y Patricia pueden vender su piso, cuando el barrio esté más habitado y ya se haya triplicado el precio del inmueble.
Lo cierto es que ningún vecino de los consultados por este medio conoce a las hijas de Ignacio González y no sabemos si viven en esta aislada urbanización o siguen en casa de papá y mamá, en el selecto corazón de Aravaca, donde hasta hace poco estaban empadronadas. Al telefonillo no ha contestado nadie. Algo normal, porque ambas trabajan.
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Por cierto,las dos hermanas firmaron la escritura de propiedad con la notaria Isabel Estapé, mujer del mediático psiquiatra Enrique Rojas.
"Aquí vive gente joven, normal. Los hay en paro, trabajadores, sin hijos, con hijos y algún gitanillo". Esto es lo que cuenta uno de los pocos vecinos que una mañana de diario entra en una de las promociones construidas de la calle Fernando Higueras, en el PAU de Valdebebas. Un lugar donde, de momento, el centro neurálgico es la Ciudad Deportiva del Real Madrid, una inmensa (y semidesértica) zona entre el recinto ferial Ifema y el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, al noroeste de Madrid.