Adiós a Ángel Nieto, el campeón supersticioso que sí creyó en la suerte

Ángel Nieto decía que su mayor capital en la vida eran su familia y sus amigos. Con ellos disfrutaba en esta última etapa de tranquilidad y sosiego vital. "He corrido mucho, he sufrido otro poco y el balance a mis 70 años lo defino como el de un hombre con suerte", así resumía su trayectoria el que fuera 12 veces más 1 campeón del mundo del moticiclismo.

La fatalidad se cruzó en su camino cuando conducía un quad por una carretera de su amada Ibiza y una conductora chocó contra él. Fue el pasado miércoles a las 10:30 en la carretera de Santa Gertrudis de Ibiza. Llevaba casco pero lo perdió por el golpe. A pesar de la gravedad, todos los que le querían y admiraban pensaban que saldría adelante. No podía ser que un accidente de tráfico tan absurdo acabara con su vida. Pero el destino que nos iguala no le dio alternativa. Ángel Nieto, que en muchas ocasiones había ganado la partida superando accidentes muy duros, esta vez no lo ha conseguido. La tarde de este jueves fallecía en la UCI de la Policlínica Nuestra Señora del Rosario .

El número 13 y su triscaidecafobia

Creía en la suerte, pero también en el esfuerzo. Decía que los sueños había que perseguirlos, que uno no se podía quedar esperando a que te llamaran a la puerta. "Quise ser campeón del mundo y lo conseguí", decía cuando le preguntaban si alguna vez imaginaba que se subiría tantas veces al podio del vencedor.

Eran proverbiales sus supersticiones. Y no solo el no pronunciar nunca el número 13, que casualmente fueron las veces que ganó las copas del mundo, sino tampoco permitía que le pasaran el salero en la mano, ni le gustaba el color amarillo, que en su casa estaba prohibido incluso para los manteles.

En cambio, no tenía liturgia a la hora de prepararse. Se subía a la moto por el lado izquierdo,aunque cuando se levantaba de la cama lo hacía plantando el pie derecho. Tenía mucho sentido del humor, pero no permitía bromas que tuvieran que ver con el deporte y en varias ocasiones tuvo encontronazos con algún reportero de nueva hornada que desconocía su currículum profesional.

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Fonsi y Alba Carrillo

Cuando su sobrino Fonsi se separó de Alba Carrillo dio su toque personal a los que le preguntaban qué opinaba sobre la modelo: "No me gusta que se metan en mi vida y por lo tanto tampoco voy a opinar sobre los demás". A Fonsi lo defendía a capa y espada y aseguraba que "no se llega a donde él llegó si no se es bueno". Era una constante en su vida. No permitía que nadie criticara a los suyos, y menos sin razón.

Ibiza, su Xanadú

Nació en Zamora, aunque de su ciudad tenía muy pocos recuerdos. En realidad se identificaba con Madrid, con Barcelona, que le dio la oportunidad, y sobre todo con Ibiza. Era su paraíso, su Xanadú, su isla donde disfrutó de todo lo que daban aquellos años locos, excesos incluidos. Hace poco participó en el documental del relaciones públicas Carlos Martorell, ya que junto a él descubrieron Ibiza en los años 60. "Fueron años muy intensos. Nunca sabíamos dónde, cómo y con quién acabaríamos. De fiesta en fiesta", asegura Martorell.

Pasaba mucho miedo cuando veía correr a sus hijos, él que era capaz de superar los 180 kilómetros por hora. Sus vástagos eran su mayor tesoro. Cuando le preguntabas qué sentía a esa velocidad decía que lo "único en lo que pensaba era llegar el primero".

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N.T.

Ángel era coqueto, seductor, cariñoso y siempre dispuesto a agradar. Un gran hombre que consiguió que su carrera de la vida fuera plena y feliz.

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