El lenguaje de las flores: qué mensaje dar con el ramo de novia

Una de las tradiciones más arraigadas en el mundo nupcial es la del ramo de flores. Las novias, aunque cada vez más novios se animan a lucirlo, caminan hacia el altar con un diseño floral que se convierte en parte fundamental de su estilismo. Siendo uno de los grandes protagonistas de cualquier boda.

Una costumbre con varias teorías sobre su origen, aunque una es la más extendida. Además de ser un adorno natural (gratis en el campo) era una forma de disimular los olores menos agradables que podían tener los invitados o contrayentes, ya que las duchas no eran lo más habitual en ciertas épocas de la antigüedad.

Más allá de sus inicios, la realidad es que esta tradición se ha mantenido como indispensable en las bodas desde entonces, adaptándose a las tendencias y modas. Aunque, quizás te guste saber que las flores de tu ramo también pueden mandar un mensaje. A lo largo de los siglos, las flores se utilizaban como un lenguaje propio, teniendo cada una de ellas un significado.

Por ejemplo, una de las más utilizadas para las novias son las rosas. Una flor que en lo nupcial se relaciona con el amor y la pasión. Así, si luces una docena de rosas, según el lenguaje tradicional floral, estás diciendo que tu amor es completo. Si optas por media docena, que tu amor no para de crecer, las de color amarillo simbolizan la alegría y las blancas un amor para toda la vida.

Analizamos ahora el simbolismo de otra de las flores más vistas en los ramos de novia, las peonías. Al verlas en un enlace significan felicidad y buena suerte para los novios.

Un augurio de matrimonio feliz que sobre todo vemos en blanco, rosa y tonos pastel como el lila o el vainilla. Se trata de una propuesta muy elegante que también se entiende como un vaticino de abundancia y riqueza (personal y material) para los recién casados.

Por último, analizamos el simbolismo de varias flores silvestres, tan de moda en estas últimas temporadas. Por un lado, la flor de la lavanda o el espliego tiene el poder de mantener la atracción y el deseo vivos, según la tradición del lenguaje floral. Mientras, las margaritas son símbolo de lealtad.

Los girasoles evocan a la admiración que deben profesarse entre los novios y las hojas de olivo (usada ya en la Antigua Roma) eran vistas como un símbolo de bendición y de unión para el matrimonio y las de romero como buen agüero y fidelidad. Así, además de su parte estética, si vas a elegir próximamente tu ramo de boda quizás quieras te animes a mandar un mensaje oculto en tus flores.