Vestido minimal, velo corto y guantes, el look de novia viral que reúne todas las tendencias

A punto de dar carpetazo a un año que, en lo que a bodas se refiere, ha sido colosal y recordaremos por muchos años más como tal, todavía estamos a tiempo de que novias reales y anónimas, al menos hasta su salto a las redes sociales, sigan cautivándonos con sus looks. De todos los estilos, ¿qué poseen en común? Una fuerte personalidad y como pruebas, lo dicho, sus estilismos para pronunciar el 'sí, quiero' y sin pretenderlo, alcanzar la fama digital. La última en subirse a ese carro es Celia, una novia sevillana que ha logrado reunir en su atuendo todas las tendencias del momento.

Sevillana de nacimiento, fue ahí, en la capital andaluza, donde celebró su enlace. El novio, Andrea, un italiano de Nápoles que Celia conoció en Granada mientras él cursaba un año universitario en España. Flechazo absoluto, un largo noviazgo, viajes por todo el mundo y al final, una boda con guiños a ambos países el pasado mes de octubre organizada desde la distancia.

En concreto, Celia y Andrea se convirtieron en marido y mujer el 29 de octubre de 2022. Ante los ojos de Dios, en la Parroquia Mayor de Santa María la Blanca, ubicada en el municipio sevillano de Los Palacios y Villafranca. Más tarde, los novios, acompañados de sus familiares y amigos, se desplazaron hasta el Cortijo El Trobal donde tuvo lugar el banquete y la fiesta posterior al enlace, pero antes de llegar aquí, pausa para ver y analizar el outfit nupcial de Celia.

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Para el día de su boda, Celia confió en el taller de Pronovias. Escogió un vestido sencillo de líneas depuradas y patrón minimalista que customizó al máximo hasta adaptarlo 100% a su estilo y forma de interpretar la moda. Se trata de un modelo básico confeccionado en un tejido de crepé de color blanco, escote palabra de honor, corte en la cintura y de ahí, una falda recta con cola.

No era suficiente y ella misma confeccionó la sobrecamisa que acompañaría al traje nupcial de Pronovias. Fabricada con un tejido semitransparente de organza, la pieza, que ejercía de falso escote velado, contaba con el cuello subido y fruncido, mangas tres cuartos, y como cierre, una ristra de botones forrados en la espalda.

Los complementos fueron todo un acierto. Velo corto de tul, guantes cortos, pendientes de perlas y unos clásicos salones. Cubriendo su rostro para la ceremonia religiosa y con varias capas de tejido, el velo tendencia que Celia lució en su boda le otorgó ese aire de novia a la italiana que exigía una boda como la suya. El equipo de Gala Beauty, encargados del peinado, ayudaron colocando el velo en su punto justo: en la coronilla y brotando de su moño. El maquillaje de la novia fue obra de Patricia Franco.

Los guantes, que, tal y como manda el protocolo, únicamente lució dentro de la iglesia, y los zapatos de Lodi, ambos accesorios en blanco impoluto, remataron la jugada y el outfit nupcial resultó ser un 10. No hemos hablado del ramo y merece un apunte especial. Creado por Ana de la floristería Con M de Belén, estaba compuesto por cuatro anturios blancos, la conocida como flor del amor por su peculiar forma de corazón y que es símbolo de felicidad, adaptación, hospitalidad y belleza. Una cinta de raso como unión de las flores y una pequeña medalla con las iniciales de los novios añadieron el toque personal.

Andrea y Celia, que ahora residen en San Francisco, planificaron su boda a kilómetros de distancia, pero gracias a los proveedores adecuados y ayudados por sus seres queridos, consiguieron armar la boda de sus sueños. En el catering de Guadalquivir Catering no faltaron cócteles con Aperol Spritz, mozzarella fresca de Nápoles, vinos italianos y una barra libre de quesos.

Ya para la fiesta, la novia se quitó esa delicada sobrecamisa y el velo, y en la espalda, justo al comienzo de la cola, añadió un lazo en tamaño XL como detalle rompedor para bailar sin parar el resto de la noche.