Cómo se crea un vestido de novia en cifras: 8 equipos de profesionales, 120 horas en el patrón y una costura minuciosa al detalle
De la mano de Pronovias, la marca española que lidera el sector nupcial, desgranamos punto por punto el proceso de creación de un vestido de novia para que descubras el verdadero trabajo que se esconde detrás
Cuando vemos desfilar a una mujer camino al altar, el efecto 'wow' que ese instante único desencadena provoca que, a su vez, los ojos no expertos releguen a un segundo plano todo el trabajo que se esconde detrás del traje. Es una de las grandes cuestiones que circulan en la industria de la moda nupcial: ¿Cuánto tiempo se tarda en diseñar y confeccionar un vestido de novia? En algún reality show han puesto a prueba a sus participantes con el reto de construirlo en horas y, justo en el lado opuesto, modistos que necesitan un año de antelación. Encontrar el balance y dar respuesta a la pregunta es todo un reto.
De la mano de Pronovias, la marca española que lidera el sector nupcial, desgranamos punto por punto el proceso de creación de un vestido de novia. Lo hacemos en un momento tan dulce como simbólico dentro de la casa nupcial: cuando se cumplen 60 años de su fundación y a unas horas de que desplieguen su nueva colección en el marco de la Barcelona Bridal Fashion Week.
A lo largo de su historia, la enseña nupcial española ha vestido para sus bodas a mujeres famosas como Isabelle Junot, Amelia Bono o Astrid Klisans, y muchas más anónimas. La marca es líder en el sector nupcial y todo un referente. Hay más y para este 2024 se proponen un cambio de rumbo en sus colecciones y líneas de diseño que se deja ver y sentir ya en los nuevos vestidos de novia que se amontonan en sus tiendas.
Una fructífera trayectoria repleta de éxitos (que se traducen en millones de novias felices el día de su boda) y una experiencia sobrada en la costura nupcial hacen de Pronovias la firma adecuada para descuartizar parte por parte un vestido de novia. Anna Ramírez, Design Director, nos sirve de guía para contarte en cifras y datos cómo se construye uno de sus trajes de novia.
"Cada vestido es una historia diferente que contar, pero de media son unos meses lo que se tarda en diseñarlo, confeccionarlo y que vea la luz", explica la directora creativa. Un proceso de creación en el que intervienen 8 equipos de profesionales, cada uno especializado en una fase o parte del traje, y por ende, con una misión que cumplir. "Se empieza con el equipo de diseño y producto, seguidamente con el equipo de tejidos, patronistas, las personas de corte y confección, costureras, probadoras, el equipo de I+D, hasta el equipo que supervisa que el vestido esté perfecto antes de salir del atelier de Barcelona. Es un proceso muy meticuloso donde cada detalle cuenta".
Tal y como Ramírez ha apuntado, el proceso arranca con la inspiración y el diseño. "El punto de partida es la creación de los 'moodboards' a partir de cosas que les han inspirado desde viajes, cualquier otra forma de arte o elementos de su entorno, pero también con ejemplos de pasarelas y diseños de alta costura, red carpets, coloridos, texturas, formas y cualquier elemento que les pueda parecer interesante, y siempre intentando apostar por la novedad, la creatividad e innovación como punto de partida".
Una vez que se aprueban esos 'moodboards', "el diseñador comienza con la fase de los primeros bocetos, donde de manera manual y artesanal crean diferentes tipos de diseños según la colección lo requiera, ya que al ser una marca internacional tenemos que cubrir todos los estilos de las novias a lo largo del mundo". Este es un punto clave en la creación de un vestido de novia de Pronovias, "establecer y determinar las necesidades por países y estilos", cuenta la directora creativa.
Después de finalizar la parte de diseño, se procede a la selección de tejidos y materiales, así como a la creación de un primer patrón o prototipo inicial. "No hay un tiempo exacto de producción de un patrón, ya que depende mucho del tipo de vestido y la complejidad del diseño, pero puede oscilar entre 20 horas el más sencillo hasta 120 horas el más complicado". Aquí entran en juego las nuevas tecnologías. "Actualmente, las patronistas cuentan con una tecnología puntera en el sector en el que crean cada parte del patrón digitalmente, pero esto no evita el que luego este patrón se imprima a tamaño real y se acaba de ajustar manualmente, siguiendo con la artesanía que siempre ha caracterizado a Pronovias. Algunas de ellas llevan más de 20 años trabajando para la marca, por lo que conocen muy bien cómo hacer un buen patrón para que el vestido consiga el resultado esperado por el diseñador".
Con el boceto y el patrón sobre la mesa, saltamos a la selección de tejidos. "Siempre se escogen para aportar una diferenciación y creatividad al diseño entre una variedad de tejidos que aporte el balance perfecto a la colección. Además, por nuestra experiencia sabemos qué tejidos son los que más gustan a las novias y los más deseados según la temporada, por ello tratamos de ajustarnos a cada país y novia. Los materiales estrella son el crepé, con el que fuimos los pioneros en incorporarlo a los vestidos de novia, el mikado, tafeta y el duchesse", enumera Ramírez.
Al tiempo, se lleva a cabo un prototipo inicial del traje que "se va modificando manualmente sobre un maniquí o una modelo, hasta dar con el ajuste perfecto para la novia, ya que lo más importante no es solo la apariencia exterior, sino la construcción interior con el objetivo de garantizar un fit perfecto que favorezca a nuestras novias y les haga sentir cómodas y guapas en su día que, al final, es nuestro objetivo principal".
Con todos estos antecedentes, comienza la confección del traje. "No existe un tiempo concreto, ya que cada vestido es diferente y sus tiempos son distintos. Prima la calidad del vestido antes que confeccionarlo en un tiempo concreto. Pero sí cabe destacar que tenemos costureras excepcionales, que llevan en la casa más de 30 años y que tienen una experiencia que hace que los vestidos tengan una calidad excelente".
Los forros, los remates, las costuras, los cierres, los botones y las entretelas se miden al milímetro para que la novia vaya cómoda. "Las costuras siempre tienen un fin, algunas veces es por alguna funcionalidad o muchas otras por decoración, pero les prestamos especial atención porque aseguran el buen fit de la prenda y look final".
El equipo de diseño de Pronovias capitaneado por Anna Ramírez considera que un vestido está listo cuando "la novia lo luce el día de su boda, que es cuando vemos que todo el proceso que hemos llevado a cabo, con todos los equipos involucrados, ha merecido la pena, esa es nuestra gran recompensa, ver feliz a la novia luciendo uno de nuestros diseños". Un final feliz que, como sucede en las grandes bodas, es el comienzo de una bonita historia de amor, la de la mujer y el vestido más importante de su vida, el de novia.
Cuando vemos desfilar a una mujer camino al altar, el efecto 'wow' que ese instante único desencadena provoca que, a su vez, los ojos no expertos releguen a un segundo plano todo el trabajo que se esconde detrás del traje. Es una de las grandes cuestiones que circulan en la industria de la moda nupcial: ¿Cuánto tiempo se tarda en diseñar y confeccionar un vestido de novia? En algún reality show han puesto a prueba a sus participantes con el reto de construirlo en horas y, justo en el lado opuesto, modistos que necesitan un año de antelación. Encontrar el balance y dar respuesta a la pregunta es todo un reto.
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