El original look de novia de Mónica de Tomás para su boda civil en Madrid: un dos piezas con pantalón y cola

Mónica de Tomás y Laurent De Greef ya son marido y mujer legalmente. Tal y como publica la revista '¡Hola!' en exclusiva, la periodista y el ejecutivo belga se dieron el 'sí, quiero' el pasado sábado 27 de abril en Madrid. Celebrada en el interior de la Casa de la Panadería, el histórico edificio ubicado en la Plaza Mayor de la capital, el concejal José Fernández, del Partido Popular, ejerció maestro de ceremonias. Un enlace civil previo a la boda religiosa que tendrá lugar el próximo 18 de mayo en Marrakech.

Aunque será Pronovias la firma encargada de su vestido de novia para la boda religiosa, en la civil, Mónica de Tomás tiró de fondo de armario para rendir homenaje a Elio Berhanyer. Durante años, la influencer fue musa del desaparecido diseñador cordobés y como su íntima, conserva varias piezas firmadas por él en el guardarropa. Entre su colección estaban los dos vestidos que dieron forma a su original look nupcial.

Dos trajes en blanco impoluto que en manos de Navascués se transformaron en un nuevo atuendo nupcial. En palabras de la protagonista, "Navascués fue la marca encargada de reeditarlos", explica en la cita revista.

Conformado por dos piezas, un cuerpo corsé con sobrefalda y cola, y un pantalón de corte pitillo, la periodista lució un estilismo diferente y rompedor para su boda civil con el empresario belga. De escote palabra de honor con acabados en pico, corte entallado y decorado con un lazo en el eje central, de la espalda de ese corpiño nacía una sobrefalda con cola que quedaba arrastrando por el suelo. Como prenda compañera, un pantalón de talle alto, líneas rectas y bajo tobillero con cremalleras.

Más originalidad en los complementos: un tocado con velo de rejilla de Mimoki, unos zapatos de Jimmy Choo, una gargantilla de Cartier que Laurent le regaló el día de su cumpleaños y un ramo de tulipanes blancos.

Navascués, la marca nupcial capitaneada por Cristina Martínez-Pardo Cobián vuelve a estar en el punto de mira gracias a este diseño. Tal y como hizo Teresa Urquijo para su boda con José Luis Martínez-Almeida, que llevó el vestido de novia de su abuela y su madre al taller de Navascués para someterlo a una transformación y actualización, Mónica de Tomás siguió ese esquema y con dos trajes de Elio Berhanyer que conservaba en su guardarropa, la firma madrileña creo un nuevo look nupcial.

Elegida por todas las novias de la jet-set que esta temporada están pasando por el altar, desde Carmen Gómez-Acebo a Isabel García-Morales Merino, Navascués confirma dos cosas. Una, que la tradición y el trabajo bien hecho, jamás pasan de moda, y dos, que mantiene firme su posición como marca número uno entre las novias.