Santa Bato, la marca española que vistió a Bárbara Mirjan en su preboda: "Heredábamos su ropa de pequeñas y ahora ha confiado en nosotras para un día muy especial"

Carla y Andrea Barbato, dos hermanas gemelas de 25 años, emprendedoras y fundadoras de la marca de moda Santa Bato, eran solo unas niñas cuando conocieron a Bárbara Mirjan, hoy mujer de Cayetano Martínez de Irujo. "Bárbara era compañera de colegio de nuestros hermanos mayores y nuestras madres, Lourdes y Ana, se hicieron amigas", cuentan para Vanitatis. En esos ratos que ambas madres compartían en la puerta del colegio, la de Mirjan aprovechaba para darle a la de Carla y Andrea, la ropa que ya no le servía a su hija para las dos pequeñas. "Recordamos con mucho cariño cuando nuestra madre llegaba a casa con las bolsas de ropa que Lourdes Aliende le daba. Eran prendas que a Bárbara ya no le servían y que nosotras heredábamos con ilusión".

En uno de esos giros inesperados que tiene la vida, ahora son ellas, Carla y Andrea, las que han vestido a Bárbara para uno de los días más especiales de su vida, su preboda. "Cuando nos enteramos de que se casaba quisimos hacerle un regalo y le dijimos que escogiera un look de nuestra recién estrenada marca de ropa para invitadas. Queríamos tener un detalle con ella, sin más pretensiones, y al final, escogió nuestro conjunto para su preboda en el campo", explican las hermanas Barbato.

Para sorpresa de estas dos jóvenes emprendedoras, la noche antes de la preboda, una fiesta íntima celebrada el pasado viernes 3 de octubre, Bárbara Mirjan cogió el teléfono y las llamó diciendo que había decidido ponérselo. "Nos pilló de sorpresa porque nunca nos dijo cuando se lo iba a poner", confiesan. Horas después y con el look de la mujer de Cayetano Martínez de Irujo dando vueltas por las redes sociales, el nombre de su marca, ya estaba en boca de todos. "Lanzamos Santa Bato en julio y que Bárbara haya confiado en nosotras es el empujoncito que necesitamos. Estamos felices".

La primera vez que hablaron con Bárbara para presentarle la firma y obsequiarla con un look, ellas ya sabían que el elegido, era el idóneo para ella. "Es una mujer sencilla y natural y pensamos que las líneas depuradas le podían encajar fenomenal. Sin saberlo, ella coincidió en el mismo conjunto y lo confirmamos cuando se lo vimos puesto, estaba guapísima".

Bautizado con el nombre de Bárbara, "no podía ser de otra forma", es un dos piezas en blanco crudo formado por un top de escote barco con fajín y una falda larga de godets. "A Bárbara le gustó la parte interior de nuestro tejido estrella, de aspecto más rústico, perfecto para un evento en el campo, y el resultado fue maravilloso", detallan. A la venta a través de pre-order al precio de 350 euros, nos confiesan que es el bestseller de Santa Bato.

Gracias a Mirjan han saltado a la palestra, pero el trabajo de Carla y Andrea Barbato empezó un tiempo atrás. Andrea, diseñadora, y Carla, arquitecta, llevaban años pensando en crear su propia firma de moda. Sabían que las invitadas eran su objetivo, pero tenían claro que su marca debía respetar una serie de valores: diseños atemporales y versátiles, moda responsable y lenta, producción local y limitada en talleres artesanales en España, y tejidos de alta calidad. En definitiva, una moda cuidada, pensada para trascender en el tiempo y que pueda acompañarnos tanto en eventos como en el día a día.

Su fórmula es muy sencilla. Un único tejido, "que, tras una ardua búsqueda, costó mucho escoger, pero que es un gran acierto"; dos colores emblema, rojo y azul petróleo, y seis referencias entre tops, blusas, faldas o pantalones, que combinan entre sí. "Las prendas no están pensadas por conjuntos, han sido concebidas para que te lo combines como quieras", argumentan.

Todo lo hacen desde su casa y centro de operaciones en Pozuelo de Alarcón (Madrid) y con la ayuda de su familia. "Nuestra madre y nuestros hermanos nos ayudan en todo. Somos una pequeña marca muy familiar porque así somos nosotras, muy familiares y muy de los nuestros". Cada prenda lleva el nombre de una mujer de su familia, ya sea su abuela, su madre Ana o alguna de sus primas, es el homenaje que Andrea y Carla hacen a las mujeres que han marcado su vida. Lo mismo pasa con el nombre de la enseña, es un juego con sus dos apellidos.

Presumen de la mentalidad de su generación, la Z, y para ellas el 'slow fashion' y la sostenibilidad, van de la mano en un nuevo concepto que llaman moda responsable. "Queríamos evitar a toda costa crear prendas de un solo uso. Ya que van a formar parte de tu armario, que se queden en tu armario, que las uses a diario, en eventos y para siempre. Por eso a nosotras nos gusta más el término de moda responsable y creemos en la versatilidad y la durabilidad de las piezas, no queremos ceñirnos a modas pasajeras". Esta idea surgió, una vez más, de poner el foco en la familiar. "Nace de estudiar las prendas de nuestras abuelas. Son piezas confeccionadas con tejidos de gran calidad y patrones atemporales, y eso es lo que sonábamos construir".

Estas dos madrileñas con los pies en la tierra y las ideas muy claras tienen una carrera prometedora. "Nuestro objetivo es ir incorporando nuevas referencias sin perder la esencia. Ahora estamos trabajando en una chaqueta que se va a confeccionar con tejidos reciclados de una sastrería que iba a cerrar en Valencia. Llevamos esa mentalidad sostenible y del buen uso de las prendas a todas las esferas".

Carla y Andrea Barbato, inseparables desde su existencia, disfrutan trabajando juntas. "Era una consecuencia natural. Siempre hemos estado juntas y ahora estamos encontrando el equilibrio. Por lo general, cuando a una le pesa más una parte, la otra tiende a tomar el relevo. Tomamos las decisiones en consenso y nos está funcionando".

El pelotazo mediático llamado Bárbara Mirjan es solo el primero. "Ojalá vestir un día a Kelly Rutherford, es estadounidense, pero ama y apoya la moda española. Es muy elegante y poseedora de un estilo atemporal. Y también colarnos un día en el vestidor de la Casa Real, ya sea en el de la reina Letizia o sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía". Son tan humildes y tienen tanta ilusión que solo ver a clientas e invitadas anónimas con sus prendas, ya se sienten realizadas. El futuro es de ellas.