Cómo pedir perdón a un hijo y reparar el daño cometido sin perder autoridad

"¿Has perdido la calma con tus hijos? ¿Has elevado la voz o has dicho algo de lo que te arrepientes? No te sientas mal, a todos nos pasa", esta es la reflexión con la que el psicólogo Alberto Soler comienza la explicación de su último post en Instagram. Una publicación en la que el experto trata sobre cómo los padres pueden aprender a gestionar los errores cometidos a nivel cotidiano con sus hijos y "saber pedir perdón cuando sea necesario".

Así, el popular psicólogo de Instagram con sus múltiples tips y consejos para padres, comienza su vídeo planteando una serie de errores o momentos que se pueden producir de manera frecuente en la convivencia de los padres con los hijos, como alzar la voz o decir algo de lo que posteriormente se puedan arrepentir. "Ser padre o madre no te convierte en un ser infalible y los errores son parte del camino", explica sobre esos momentos y cómo deben sentirse los progenitores.

"Lo importante es saber cómo gestionarlos", aclara a continuación. En ese sentido, subraya que "si has cometido un error, toca pedir perdón y tratar de reparar el daño que has hecho". "Es justo que lo mismo que exigimos a nuestros hijos nos lo apliquemos nosotros".

Así, explica que el hecho de reparar el daño servirá de modelo para los hijos cuando sean ellos los que cometan ese tipo de errores o conductas tan frecuentes. "Si quieres que ellos sean responsables y honestos, debes serlo tú también", aduce Soler. "Para nuestros hijos, tener el modelo de madres y padres imperfectos es muy liberador. Saber que todos tenemos derecho a cometer errores. Que no somos seres perfectos que nunca se equivocan. No, también lo hacemos".

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Sara Castellanos

Por último, el psicólogo pone de relieve los beneficios que un perdón por parte de los adultos puede tener en los niños, sin hacer que por ello merme la autoridad de los progenitores. "Asumimos la responsabilidad igual que queremos que ellos lo hagan. Por eso, les damos también ese modelo en el que reconocemos la culpa y tratamos de reparar el daño causado. Pedir perdón a tus hijos no es un acto de debilidad, sino que es un acto de valentía y de responsabilidad".

"Demuestra que eres capaz de reconocer tus errores y que te preocupas por su bienestar. Además, les enseña una importantísima lección sobre la importancia de la humildad y la reparación del daño. Pedir perdón no te hace menos padre o madre. No te hace que pierdas autoridad. Al contrario, demuestra que eres una persona madura que está dispuesta a aprender de sus errores. Es un acto de amor y respeto hacia tus hijos", concluye el psicólogo.