Esto es lo que no entiende tu ‘marido voluntarioso' sobre tu carga mental, según el psicólogo Alberto Soler

Si hablamos de carga mental somos muchas las mujeres que sabemos de qué estamos hablando, sin embargo, es algo que cuesta más entender a algunos hombres. Por este motivo, el psicólogo Alberto Soler ha hablado de algo que ve mucho en su consulta, cuando llega una pareja en la que la mujer se queja de que su marido no hace nada en casa y, sin embargo, él justifica que hace todo lo que ella le pide.

Habla este experto del “marido voluntarioso”, que cree que hace muchas labores porque si su pareja le pide que ponga la lavadora, él lo hace, y si le dice que prepare la cena, la cocina. Para este psicólogo, el problema es que “el pobre no se entera de lo que está pasando” porque “no está entendiendo” el problema. Se trata del concepto de la carga mental, que, según explica, es muy importante y tiene agotadas a la mayor parte de las mujeres hoy en día, que lidian con la organización del hogar y de los hijos, cuando los hay, además de con su vida profesional.

“Si lo hablas con la mayor parte de parejas y preguntas quién lleva el calendario de las visitas al pediatra y lo lleva ella, quién sabe cuántas veces os habéis reunido con el tutor del niño y lo lleva en la cabeza ella. Ella es la que sabe el tema de las vacunas o cuándo toca lavar las cortinas, darle la vuelta al colchón, hacer el cambio de armario o qué tenemos que comprar esta semana, toca cenar hidratos o ya hemos comido muchos hidratos, es algo que llevan las mujeres casi de manera exclusiva y esa carga mental pesa”, explica en sus redes sociales.

Una carga a la que se añaden los “asuntos personales y de trabajo” de la mujer, que además lleva “toda esa organización, coordinación y gestión doméstica”. Las quejas de las mujeres llegan “cuando llevas todo eso en la cabeza y llega tu marido, tan voluntariosamente, y te dice: ‘¿Qué es lo que hago?’”.

Una pregunta que es fácil de responder para este psicólogo, que entiende que muchas mujeres, enfadadas, respondan: “¿Es que no tienes ojos?”. Para él la clave para compartir esta carga es que si “el cesto de la ropa sucia está desbordado, pon la lavadora; que ha acabado la lavadora, tiéndela; que está tendida, dobla la ropa. Que está, ponte a preparar la cena” y se pregunta si ellos no saben “que hay que cenar, que bañar a los niños, que a las ocho toca darle el antibiótico”.

Alberto Soler cree que se han acabado las excusas y “hace falta una participación más activa, no delegar en vosotras toda esa coordinación, toda esa gestión doméstica, porque eso os resta un espacio mental que es tremendo, al final os hace que vosotras acabéis al final del día con la cabeza como un bombo”. Algo que no entiende el marido voluntarioso.