Estos son los beneficios que aporta a tu hijo pasar tiempo con sus abuelos, según el psicólogo Alberto Soler

Para este experto, ser abuelo o abuela, tío o tía… es una cuestión de decisión propia, no de sangre, es decir, que quiere dejar claro que serlo con “mayúsculas” es una cuestión de voluntad, puesto que pueden llegar a ser como una segunda madre o padre o como esa persona a la que solo ves en Navidad, cumpleaños u otras celebraciones familiares.

Explica Alberto Soler que en los dos casos “el parentesco es el mismo”, pero la diferencia está “en las vivencias compartidas”. En dichas experiencias, abuelas o abuelos aportan, asegura, numerosos beneficios a sus nietos. Entre ellos, son una fuente prácticamente inagotable de atención, de cariño y de afecto a sus nietos.

Su atención es plena, sin prisas, sin obligaciones, sin distracciones, algo que, como puntualiza este psicólogo, se produce a diferencia de padres y madres que siempre tenemos una lavadora que poner, una cena que preparar o trabajo que acabar.

Además, el vínculo que proporciona las abuelas y abuelos es diferente al de los padres y madres. Algo que explica no es ni mejor ni peor, sino “cualitativamente diferente”. Y de ahí viene su valor, porque transmiten unos conocimientos, destrezas y experiencias que son especiales. Entre ellas, historias y anécdotas sobre la familia, habilidades manuales como costura, cocina o aprendizaje de juegos que son menos populares como juegos de cartas o juegos de mesa más tradicionales.

La relación de los nietos con sus abuelos suele estar basada más en el disfrute que en las normas o los límites, según explica este experto, a diferencia de los padres. Algo que “nos guste más o menos a los padres, parte del papel de los abuelos es consentir algunas de esas cosas que nosotros no podemos”.

Un papel que opina “está bien que sea así, ya que al no tener el peso de la responsabilidad o la disciplina del día a día pueden permitirse ciertas transgresiones”. Aunque a veces a los padres les molesten ciertas actitudes de los abuelos respecto de algunos actos con sus nietos, como cuando son más permisivos con comer dulces o pasar más tiempo frente a la pantalla, hay que entender que no es lo mismo ser padre que abuelo.