El secreto de María Branyas para haber vivido 117 años

María Branyas falleció el pasado 19 de agosto de 2024. Era la mujer más longeva del mundo, con 117 años y 168 días. Asumió este título en enero de 2023, tras el fallecimiento de la francesa Lucile Randon, que había alcanzado los 118 años. Nació el 4 de marzo de 1907 en San Francisco. De familia catalana, Branyas ha dejado una huella imborrable en la historia. Pero ¿cómo ha conseguido llegar a una edad tan avanzada y en un buen estado de salud?

Ella misma compartía que la clave está en llevar una alimentación equilibrada, cuidar “el estilo de vida que llevamos”, y “tener suerte y buena genética”. “Siempre he comido poco, pero de todo, y jamás he seguido una dieta estricta. No he tenido ninguna enfermedad ni he sido operada”, confesó en 2023.

La mujer solía usar una cuenta de X, antes Twitter, llamado Súper Ávia Catalana. El perfil estaba llevado por su familia, donde la señora compartía reflexiones y anécdotas de su vida. “Pienso que la longevidad también es cuestión de suerte. Suerte y buena genética”.

Branyas tenía un mantra en el que se basaba: “Orden, serenidad, buenas relaciones con familiares y amigos, contacto con la naturaleza, estabilidad emocional, sin preocupaciones ni remordimientos, mucha positividad y alejarse de personas tóxicas”. El truco para ella estaba en llevar “una vida ordenada, socialmente agradable y sin excesos”, según expresó en vida.

Sus familiares publicaron un tweet tras su muerte en el que compartían una frase que les dijo la mujer unos días antes de morir: “Un día me iré de aquí. No volveré a probar café, ni a comer yogur, ni a mimar al Hada..., dejaré también mis recuerdos, mis reflexiones... y dejaré de existir en ese cuerpo. Un día que desconozco, pero que está muy cerca, este largo viaje habrá terminado. La muerte me encontrará gastada de haber vivido tanto, pero quiero que me encuentre sonriendo, libre y satisfecha”. “La recordaremos siempre por sus consejos y bondad”, expresaron sus allegados.

Según publicó el mismo día en el que murió y los días anteriores, en sus últimos días de vida Branyas se sentía débil: “Se acerca la hora. No lloréis, no me gustan las lágrimas. Y sobre todo no sufráis por mí. Ya me conocéis, allí donde vaya seré feliz, pues de algún modo os llevaré siempre conmigo”, escribió el día que falleció.