5 errores de percepción que cometen los padres al enfadarse con sus hijos, según Álvaro Bilbao

El reconocido psicólogo y neuropsicólogo, Álvaro Bilbao, ha vuelto a compartir con sus seguidores un post en donde habla sobre algunos fallos que los progenitores tienen a la hora de razonar el comportamiento de sus hijos. Según el experto, estos malentendidos se deben a expectativas poco realistas sobre la conducta infantil

Uno de los principales errores es pensar que los niños deberían recordar las normas con facilidad tras explicarlas unas pocas veces. El problema es que los más pequeños suelen olvidarlas rápidamente, especialmente cuando están nerviosos o emocionados. Un estudio publicado por la revista 'Memory and Cognition' explica que la memoria de trabajo de los menores es limitada y se va desarrollando paulatinamente a medida que crecen​.

Otro error es suponer que los niños deben actuar siempre de forma correcta. La maduración cerebral infantil no es suficiente como para haber desarrollado por completo el control de sus impulsos. De hecho, la investigación antes señalada concreta que esta capacidad de control se va fortaleciendo con el paso del tiempo.

Una tercera percepción equívoca es que se suele esperar que los niños gestionen sus emociones como adultos. Sin embargo, las áreas cerebrales encargadas de regular este tipo de reacciones no están lo suficientemente avanzadas, por lo que tienden a dejarse llevar por lo que sienten.

Asimismo, los padres también suelen pensar que sus hijos deberían poder seguir instrucciones y responder de la misma manera a lo largo de todo el día. No obstante, la realidad es que su rendimiento varía. La investigación subraya que la fatiga influye notablemente en la capacidad de los menores para seguir las indicaciones de los adultos.

Bilbao concluye que los progenitores tienden a creer que cuando un niño no presta atención es porque no respeta o no quiere a sus padres; una percepción que no es cierta, puesto que, para los niños, sus adultos de referencia son un gran modelo a seguir. Como ya hemos visto, el control de la atención es una habilidad que va desarrollándose con el tiempo, lo que explica por qué los niños pueden distraerse fácilmente.

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A través de estos consejos, Álvaro Bilbao trata de incidir en la importancia de conocer mejor cómo se relacionan los menores con el mundo, de forma que se pueda evitar la frustración innecesaria por ambas partes