Así interfieren las pantallas en la conectividad cerebral de los niños, por el neuropsicólogo Álvaro Bilbao

La creciente presencia de pantallas en la vida cotidiana de las familias ha planteado numerosas preocupaciones sobre los efectos que la exposición temprana o abusiva de estas puede tener en el desarrollo de los niños. En ese sentido, diversos estudios advierten que el exceso de tiempo frente a pantallas puede tener repercusiones negativas en varios aspectos del crecimiento infantil, desde su salud física hasta su bienestar emocional y cognitivo.

Desde este último, el exceso de tiempo frente a pantallas puede limitar las oportunidades de exploración sensorial y social que resultan fundamentales para el desarrollo del cerebro en la infancia. Los niños pueden perderse experiencias clave de aprendizaje, como el juego físico y la interacción cara a cara, que son cruciales para el desarrollo de habilidades sociales, emocionales y cognitivas.

En ese sentido, la última publicación del neuropsicólogo Alvaro Bilbao pone de relieve lo que sucede en el cerebro de un niño cuando se expone ante una pantalla y lo hace comparándolo con lo que ocurre cuando un niño lee un cuento junto a sus padres. “Cuando lees un cuento a tus hijos, aumenta su conectividad cerebral. Cuando están jugando con pantallas, en cambio, su conectividad cerebral disminuye”, escribe el experto en el post de Instagram junto a la imagen de un cerebro.

No obstante, es importante destacar que no todas las experiencias con pantallas son negativas. El contenido educativo y de calidad puede proporcionar oportunidades valiosas de aprendizaje y desarrollo. Sin embargo, es crucial establecer límites claros sobre el tiempo de su uso y fomentar actividades fuera de estos dispositivos que promuevan el desarrollo saludable de los niños.

De ahí que Álvaro Bilbao se centre en una a actividad que se puede combinar con un uso adecuado de estas y que puede suponer un tiempo muy beneficioso para padres y niños: la lectura de cuentos. “Porque cuando un niño lee o escucha un cuento, el cuento hace poco y el niño o la niña tiene que utilizar su imaginación para hacer el resto. Sin embargo, cuando un niño está frente a una pantalla, la programación hace tanto que deja muy poco a la imaginación”, aduce el experto sobre las diferencias a nivel cognitivo de diferentes actividades.

Asimismo, el neuropsicólogo hace especial hincapié en entender la diferencia entre los términos entretener y estimular. “No confundas estimular con entretener. Decimos que el niño está entretenido cuando su cerebro tiene que hacer poco esfuerzo, porque los estímulos son muy llamativos. Decimos que el niño está siendo estimulado cuando los estímulos externos tienen la intensidad justa para que su cerebro realice gran parte del trabajo”, concluye el experto en su publicación.

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Por todas estas valoraciones que hace Álvaro Bilbao, se puede entender la publicación del experto como un alegato por el que los padres y cuidadores desempeñan un papel fundamental en limitar el tiempo de uso de pantallas y participar activamente en actividades distintas con sus hijos, como leer cuentos junto a ellos.