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La noche en la que Kylie Minogue transformó Bilbao en la mayor discoteca del mundo
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TIEMPO DE FESTIVALES

La noche en la que Kylie Minogue transformó Bilbao en la mayor discoteca del mundo

La australiana convirtió el BBK 2025 en una superdiscoteca pop con 115.000 asistentes de 50 nacionalidades. Tres días de música, tormentas, barro, lentejuelas y algún que otro milagro (gracias a San Miguel). Siente el latido… ¡Padam!

Foto: Kylie superstar o la plenitud de una estrella pop de 57 años dispuesta a llevarte al éxtasis dance. (EFE)
Kylie superstar o la plenitud de una estrella pop de 57 años dispuesta a llevarte al éxtasis dance. (EFE)

Todos tenemos un festival favorito, el nuestro sigue siendo el Bilbao BBK Live, cita ineludible de cada mes de julio y que el año que viene celebrará sus primeros veinte de vida. Perfectamente organizado, amigo de las tormentas y los barrizales, el BBK se caracteriza por ofrecer carteles de primera; otra cosa será la mayor o menor concentración de grupos favoritos en función de los gustos de cada uno. Este 2025, nuestro índice de bandas adoradas era más bien escaso; aun así, San Miguel —el santo y la cerveza— volvió a obrar el milagro hilando tres noches perfectas —DANA del sábado sobre Amaia, que se vio obligada a suspender, incluida—.

Los esforzados chicos y chicas del BBK llevaban ocho años intentando contratar a Kylie Minogue (Melbourne, 1968), sin duda el superreclamo en clave pop de esta edición. Kylie, mujer-tapón empeñada en demostrar —desde que empezó a hacer televisión con 11 años en su Australia natal— aquello de que las mejores esencias se guardan en frascos pequeños, llegó y venció. Por unos minutos, exactamente noventa, Bilbao se convirtió en la mayor discoteca del mundo, coronada por una enorme y preciosa bola de espejos, como debe ser.

Ni una, ni dos, ni tres. Minogue protagonizó varios momentos 'wow’ en plan “no me puedo creer la cantidad de gente que ha venido a verme”. Efectivamente, en el escenario principal de Kobetamendi no cabía un alma más, todo gente guapa y civilizada que se las ingenió como pudo para, en su escaso espacio vital, bailar hasta alcanzar el éxtasis.

placeholder Kylie Minogue durante su actuación en el Bilbao BBK Live. (EFE)
Kylie Minogue durante su actuación en el Bilbao BBK Live. (EFE)

Kylie, tía simpática y cálida donde las haya, se ganó a la parroquia al instante. Te podrá gustar más o menos su discografía, pero, una vez dentro de su propuesta… te dejas llevar. A sus 57 años más que bien llevados, Minogue se mueve con flexibilidad y gracia, todo perfectamente medido, sin excesos ni piruetas; para hacer ‘dips’lanzarse hacia atrás para caer de espaldas con una pierna extendida— ya están los bailarines.

Otra cosa no, pero a Kylie le fascinan el látex y las lentejuelas; al sexto cambio de vestuario perdimos la cuenta de los modelazos, todos sexys, pop y top. La ex de Andrés Velencoso nos llevó a su terreno con hitazos del tamaño de ‘Come Into My World’ (25,1 millones de reproducciones solo en Spotify), ‘On a Night Like This’ (32,7), ‘The Loco-Motion’ (18,7), ‘Last Night I Dreamt I Fell in Love’ (20,2), ‘I Should Be So Lucky’ (33,1), ‘Real Groove (Medley)’ (28,2), ‘Padam Padam’ (180) o ‘Can't Get You Out of My Head’ (189, repetimos, millones de reproducciones). Casi nada.

placeholder Kylie Minogue durante su actuación en el Bilbao BBK Live. (EFE)
Kylie Minogue durante su actuación en el Bilbao BBK Live. (EFE)

Hablábamos de Velencoso, pero el guapo oficial de España —en liza con el bello Jon Kortajarena, de Portugalete— no ha sido el único gran amor de Kylie. La primera historia sentimental de Minogue, aireada a los cuatro vientos —de Australia para el mundo—, fue la que mantuvo con el carismático Michael Hutchence, cantante de INXS y estrella planetaria. Hutchence introdujo a Minogue en los ambientes artísticos y bohemios. Su ruptura, contaban las crónicas de la época, devastó profundamente a Kylie. En 1997, Michael Hutchence apareció muerto en el Ritz-Carlton en Sídney; el forense dictaminó suicidio por ahorcamiento, con influencia de alcohol, cocaína y cóctel de medicamentos.

Cinco años después, Kylie recuperó la sonrisa con el actor Olivier Martínez, que, a su vez, se convirtió en su mayor apoyo durante el tratamiento contra el cáncer de mama de nuestra protagonista. Aunque se separaron en buenos términos, su historia fue truculenta y muy seguida por la prensa. Velencoso entró en escena en 2008, para protagonizar junto a Kylie cinco años de amor y una de las relaciones más estables y discretas de la artista. Tomó el relevo el actor británico Joshua Sasse, veinte años menor que ella; la cosa duró dos años y tampoco acabó bien. El último amor conocido de Minogue fue Paul Solomons, creativo de la revista GQ. Tras este nuevo punto y aparte, por activa y por pasiva, Kylie no deja de comentar lo mucho que ahora disfruta de su soltería e independencia.

placeholder Kylie Minogue durante su actuación en el Bilbao BBK Live. (EFE)
Kylie Minogue durante su actuación en el Bilbao BBK Live. (EFE)

Más allá de su impresionante carrera musical —con más de 80 millones de discos vendidos y un espacio escrito con letras de oro en la historia del pop—, Kylie es un símbolo de resiliencia, elegancia y transformación constante. Su figura trasciende generaciones y géneros, consolidándose como un icono queer y referente de estilo y reinvención. No quedaba otra: teníamos que conocerla y el BBK —como otras tantas veces— obró el milagro.

Tres días de festival en tres párrafos

Esta edición 2025, el Bilbao BBK Live concentró en Kobetamendi a 115.000 asistentes de más de 50 países. Según la organización, la edad media del público ha bajado de 34 a 32 años, reflejando el siempre necesario relevo generacional. El jueves 10 de julio fue el día de Pulp, nostalgia y elegancia de primera centrada en el carismático Jarvis Cocker, que lideró un repertorio brillante, de ‘Common People’ a ‘Disco 2000’.

placeholder Bad Gyal durante su actuación en el Bilbao BBK Live. (EFE)
Bad Gyal durante su actuación en el Bilbao BBK Live. (EFE)

Bad Gyal lo dio todo el viernes 11 con su reguetón y beats calientes. Juventud y energía, divino tesoro. La de Vilassar de Mar no se dejó intimidar por el mal tiempo de una jornada difícil marcada por el aviso naranja de la Aemet. La DANA no resultó apocalíptica, pero no dejó de jarrear desde las diez de la noche; tanto que la dulce Amaia se vio obligada a cancelar. El barro —como todos los años— hizo acto de presencia —y, como todos los años también, la organización cubrió el recinto de abundante paja para evitar desastres mayores (¡bravo!)—.

placeholder Nathy Peluso durante su concierto del sábado en el BBK Live. (EFE)
Nathy Peluso durante su concierto del sábado en el BBK Live. (EFE)

El sábado 12 fue también el día de Nathy Peluso, que ratificó por qué está en la primera línea del pop latino gracias a su talento, entrega y descaro. Por allí vimos también a Damiano David (ex-Måneskin), guapo-guapísimo, pero, será cosa nuestra, flojo, con escasa capacidad para emocionar. Carolina Durante presumió de ausencia de muletas y del indie-rock pijales marca de la casa. Y de los eternos Hidrogenesse, qué decir: auténticos y divinos, como siempre.

Todos tenemos un festival favorito, el nuestro sigue siendo el Bilbao BBK Live, cita ineludible de cada mes de julio y que el año que viene celebrará sus primeros veinte de vida. Perfectamente organizado, amigo de las tormentas y los barrizales, el BBK se caracteriza por ofrecer carteles de primera; otra cosa será la mayor o menor concentración de grupos favoritos en función de los gustos de cada uno. Este 2025, nuestro índice de bandas adoradas era más bien escaso; aun así, San Miguel —el santo y la cerveza— volvió a obrar el milagro hilando tres noches perfectas —DANA del sábado sobre Amaia, que se vio obligada a suspender, incluida—.

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