Normas con los móviles cuando los niños son pequeños: 3 límites que como padres debemos cumplir
Aunque en muchas ocasiones las pantallas puedan ser soluciones a momentos de rabietas o de aburrimiento de los más pequeños, los expertos nos advierten de los peligros de su uso
Aunque las pantallas y los móviles son en muchas ocasiones una forma a la que recurrir cuando un padre o una madre se ve desbordado por las rabietas y los incontrolables y más molestos deseos de los más pequeños, el uso de este tipo de dispositivos es muy peligroso si no se hace una correcta utilización de los mismos.
El hecho de que los niños tengan acceso a tablet y móvil cada vez más pronto, ha hecho saltar todas las alertas. Porque siendo sinceros, ¿Quién no ha escuchado o visto a unos orgullosos padres que dicen lo bien que usa su hijo o hija el teléfono siendo casi un bebé? Lo bien que quita y pone videos de Youtube o aquellos que, ante el temor de que sus hijos puedan resultar molestos en determinadas circunstancias, decide hacer de estos dispositivos sus mejores aliados.
Pues bien, si eres de los padres que desconocía el hecho de que emplear pantallas en niños puede mermar sus capacidades y producir una serie de importantes problemas, no te fustigues. Es casi seguro que el resto de padres que conoces también ha recurrido a los dibujos o los juegos en algún momento.
No obstante, tal y como señaló la psicóloga Sheri Meligan: "Los padres pueden pensar en las pantallas como si les dieran comida basura a sus hijos: en pequeñas dosis no es tan malo, pero con exceso tiene consecuencias". Por eso, se debe conocer qué recomendaciones y pautas sobre el uso de pantallas son las que recomiendan organizaciones y asociaciones expertas al respecto.
Según un último estudio publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y elaborado a partir de 277 artículos médicos y 10 estudios en cinco países (con 7436 participantes) hay tres límites que los padres deben cumplir para ofrecer a sus hijos la mejor salud posible y un adecuado crecimiento y desarrollo mental:
Hasta el año de vida
Lo primero que debes tener en cuenta es que mientras tu pequeño no haya cumplido un año de vida, no debe estar nunca expuesto a las pantallas. Lo mejor en momentos de inactividad de tu bebé es que el responsable de su cuidado le lea cuentos o juegue con él. A poder ser, la OMS recomienda que el bebé pase el máximo tiempo posible en posición prona o lo que es lo mismo, boca abajo en el suelo.
Pasar 30 minutos al día boca abajo ayuda a los bebés a fortalecer el cuello y la espalda, y a mejorar sus movimientos y reducir las posibilidades de deformaciones en el cráneo. Además, en el estudio de específica que a esta edad, los niños no debe permanecer sujetos durante más de una hora seguida.
De 1 a 2 años
En este período de tiempo no conviene que los niños pasen tiempo en actividades sedentarias como aquellas que suponen el uso de tele, móviles o juegos de ordenador. Sin embargo, a partir los 2 años, la utilización de los dispositivos es menos restrictivo, aunque debe estar muy controlado. A los 24 meses, el tiempo dedicado a actividades sedentarias frente a una pantalla no debe exceder de una hora diaria; cuanto menos mejor.
Además, ese pequeño tiempo que pueden estar ante las pantallas se aconseja que sea lo más alejado posible de la hora de irse a la cama. Las pantallas a veces excitan a los niños y pueden hacer que los niños no descansen correctamente. A los dos años un niño deben tener de 11 a 14 horas de sueño de buena calidad, incluidas las siestas, con horarios regulares para dormirse y despertarse.
De 3 a 4 años
En cuanto al empleo de pantallas, entre los 3 y 4 años de vida, el tiempo que se recomienda que nuestros hijos pasen ante pantallas es exactamente el mismo que cuando tienen 2 años: 1 hora como máximo. Hablamos de máximo porque de nuevo, cuanto menos estén viendo móviles o tablets será mejor para la salud de nuestros hijos.
En esta etapa, de los 36 meses en adelante, es muy importante que nuestros hijos tengan una buena actividad física, ya que es determinante para el desarrollo motor, para la confianza de nuestros hijos y su desarrollo social. Por eso se recomienda que el tiempo que nuestros hijos pasen en parques, o al aire libre, sea lo mayor posible; al menos 3 horas diarias, realizando diferentes tipos de actividad física de cualquier intensidad, incluidos 60 minutos de actividad intensa distribuidos a lo largo del día.
Todas estas pautas son cruciales, puesto que las consecuencias de un mal empleo de dispositivos y pantallas pueden acarrear problemas como:
- Interfiere en el desarrollo de la imaginación creativa, las imágenes mentales y la tridimensionalidad, ocasionando problemas de aprendizaje
- Interfiere en aprendizaje del lenguaje
- Interfiere en el desarrollo de las habilidades sociales
- Interfiere en el sueño
- Limita la actividad física e incrementa la obesidad hasta en un 27%
- Limita la actividad al aire libre e incrementa la miopía.
- Interfiere en el desarrollo del resto de sentidos distinto a la vista
Por todo esto, se recomienda que los adultos se conciencien de lo fundamental que son favorecer hábitos de vida saludable para la salud de los niños. No solo en la alimentación de los más pequeños, sino en otras cuestiones relacionadas con su desarrollo psicológico.
Aunque las pantallas y los móviles son en muchas ocasiones una forma a la que recurrir cuando un padre o una madre se ve desbordado por las rabietas y los incontrolables y más molestos deseos de los más pequeños, el uso de este tipo de dispositivos es muy peligroso si no se hace una correcta utilización de los mismos.