Los 5 'nuncas' de las pantallas para proteger el cerebro de tus hijos, según la neuropsicóloga Carina Castro Fumero
Los menores pasan cada vez más tiempo delante de las pantallas, llegando a crear una adición. Además, esto puede provocar problemas de salud en nuestros hijos
Los menores pasan cada vez más tiempo delante de las pantallas, llegando a crear una adición. Además, esto puede provocar problemas de salud en nuestros hijos, por lo que hay que saber limitar en qué momento pueden ver la televisión o estar con el móvil.
La neuropsicóloga pediátrica Carina Castro Fumero ha elaborado una lista de los momentos en los que nunca deben estar las pantallas presentes. De esta manera se evita el impacto negativo que tienen en los más pequeños.
Según la madre y experta, los menores no deben utilizar las pantallas nunca cuando están comiendo, ni 2 horas antes de irse a dormir. Estas pantallas implican tablets, móviles y televisión. Tampoco deben estar presentes durante un evento social como un cumpleaños o una tarde de juegos con amigos, ni mientras realizan otra actividad como estudiar o pintar.
Mediante esta desconexión se mejora la relación con la comida y se fortalece la comunicación entre el intestino y el cerebro. Dejando las pantallas antes de dormir y leyendo o escuchando un libro, se logra mejorar la calidad del sueño. Evitando las pantallas en los eventos sociales, se activan las neuronas espejo y se potencian las habilidades sociales y comunicativas de los más pequeños. Además, se activa el prefrontal y se ejercita la atención y concentración desde niños.
Además, la neuropsicologa prohíbe utilizar estos dispositivos para calmar una emoción. Reconoce que las pantallas facilitan la crianza, pero no deben ser un comodín para los padres. Sin ellas, se crean conexiones para comprender las emociones y mejorar la regulación emocional, los vínculos con el medio y el control de los impulsos.
Por supuesto, estas prohibiciones mejoran la salud mental de los más pequeños, afectando también a la física. No es necesario regañarlos, simplemente crear un hábito saludable en cuya rutina las pantallas no sean las protagonistas.
Además, siguiendo estas pautas se puede elegir cuando las pantallas están presentes. Si el niño o adolescente no está acostumbrado a tenerlas de fondo, las prestará más atención en los momentos en que disponga de ellas. Así, los padres podremos seleccionar el contenido de calidad que queremos que consuman, por ejemplo, un vídeo educativo o una película divertida para desconectar.
Los menores pasan cada vez más tiempo delante de las pantallas, llegando a crear una adición. Además, esto puede provocar problemas de salud en nuestros hijos, por lo que hay que saber limitar en qué momento pueden ver la televisión o estar con el móvil.